domingo, 29 de noviembre de 2009

Qué bonita, Venecia

Un hombre conoció a una hermosa mujer y decidió casarse con ella.
Ella le dice:
_ ¡Pero, no sabemos nada el uno del otro! Y él responde:
_ No es problema, nos iremos conociendo con el tiempo.
Ella accedió. Se casaron y se fueron de luna de miel a un lujoso resort.
Una mañana, estaban tumbados junto a la piscina cuando él se levantó, subió a un trampolín de 10 metros, realizó una perfecta demostración, de todos los saltos que existen y luego volvió junto a su esposa.
Ella le dijo:
_ ¡Ha sido increíble! Y él responde:
_ Fui campeón olímpico de saltos de trampolín. Ya te dije que nos conoceríamos con el tiempo.
En esto ella se levanta, entra en la piscina y empieza a nadar, ida y vuelta a una velocidad impresionante. Después de 30 vueltas, sale del agua y se tumba junto al marido.
Y él le dice:
_ ¡Estoy sorprendido! ¿Fuiste nadadora olímpica ?
A lo que ella contesta: No. FUI PUTA EN VENECIA Y ATENDÍA A DOMICILIO...

1 comentario:

Lorena dijo...

Jajajaja... No somos nadie... :-D