sábado, 31 de mayo de 2008

No es pais para viejos

Compré el libro de Cormac McCarthy, y leí sus paginas en apenas un día. El tiempo justo para ir al cine y ver la película que estaba de plena actualidad tras lograr cuatro Oscar. El leer primero el libro me supuso saborear e imaginar la languida vida de los habitantes del medio oeste americano, puesto que casi de un western crepuscular trata la historia, y del conflicto que produce en esos viejos y aún añorantes vaqueros, la violencia de una sociedad actual, que como una apisonadora destruye todo a su paso mientras sirva a sus intereses. Este autor gusta de retratar su país con toda su crudeza y sin medias tintas.

Cierto es, que los largos y algo aburridos monólogos del personaje del sheriff, lastran un tanto la lectura, pero con sus peroratas filosóficas y un pretendido humor negro, es quien va contando la historia y ese intento de comprender los tiempos actuales.
Una vez en el cine, comprobé que el guión se ceñía escrupulosamente al libro, con pocos diálogos dejando que fueran los inmensos y áridos paisajes, las carreteras infinitas entre la inmensidad del desierto, espléndidamente logrados con la dirección de fotografía, quienes reprodujeran fielmente cada linea del texto, lo que confería a la película "tempos" bien diferenciados, fueran los antiguos vaqueros o los violentos asesinos quienes intervinieran en las escenas.
Los personajes, tanto en el texto como en la pelicula, no están suficientemente definidos, solo sus actos expresan sus personalidades en esa persecución a tres bandas, y así tenemos a Tommy Lee Jones como policía apático, algo miedoso, viejo y cansado, que solo intenta comprender lo incomprensible. Josh Brolin, como héroe perdedor que solo intenta cambiar el triste sino de su vida ante una inesperada y peligrosa oportunidad que se le presenta, y detonante de toda la acción del relato. Otros personajes, planos y sosos como el de Woody Harrelson, se pregunta uno a que venía incluirlos pues no son nada significativos ni despiertan ninguna emoción. Para llegar al papel del sicario "Chigurh" que quedará en la historia del cine como la recreación de un monstruo para la leyenda, como el Hannibal Lecter del "Silencio de los corderos", y en el recuerdo de los españoles ya que supuso el Oscar al mejor actor secundario para nuestro Javier Barden (que por cierto, perdió una excelente ocasión para la reivindicación del famoso "No a la Guerra" esta vez en el sitio apropiado... pero la pela es la pela... y se entiende muy bien la oportuna omisión) Verdaderamente borda su papel de sicópata asesino, implacable, obsesivo y profesional a ultranza de lo suyo... el matar. Puede decirse que con sus apariciones, por si solo mantiene en alza la película, no llegándose a conseguir algo realmente redondo debido al desangelado final con el que concluye el guión y al que verdaderamente le falta algo. Aunque bien mirado, no siempre las historias deban terminar a lo grande, siendo esta una que cuenta lo chocante y triste de una realidad... que la violencia impera y a veces gana, sale impune en nuestra violenta sociedad.
El que el film obtuviera, además, el Oscar a la mejor película del 2007, da que pensar. O bien era una deuda de la Academia de Hollywood con los hermanos Coen que había que pagar cuanto antes, o el cine en Estados Unidos pasa por un mal momento. Porque a pesar de ser un buen largometraje, dista mucho de ser una excelsa maravilla. Son simplemente una pasable película y un buen libro que no aburrirán... salvo en su ultima pagina. Ya que despues de haber quedado enganchado en su lectura se esperaba un final diferente, mas rotundo.
¿Alguno de vosotros, queridos lectores, ha visto la pelicula? ¿Que os pareció en caso afirmativo?

viernes, 30 de mayo de 2008

Almuerzo en Sax

Una vez acabado el pequeño descanso que supuso el paso del riachuelo, continuamos por una senda a cuyos lados nos rodeaba una cantidad tal de cañizos y arbustos que en algunos momentos pareciera que andábamos encajonados en ella. Poco a poco el Castillo de Sax iba haciéndose mas grande a nuestra vista y ya adicionábamos sus primeros edificios.

Cruzamos el puente y nos metimos entre su callejuelas, en dirección al Ayuntamiento, lugar elegido para el reparador almuerzo. Allí, en sus escalinatas, sacamos los bocadillos y con el tiempo justo para una foto de grupo, los fuimos devorando.

Una vez acabado, un grupo entre los que se encontrában, Crecen, Tere, Daniel, Encarna, Berin y yo, decidimos tomar un café en una bar cercano. Al entrar reparé en que aquello era una churrería... la gula me pudo... y en lugar de un simple cortado, me zampé un café con porras, lo que acabó por empacharme del todo, aunque yo tengo saque para eso y mucho mas.

Volvimos hasta la plazoleta donde permanecían el resto de la compaña, con la intención de visitar la Iglesia de la Anunciación, justo enfrente, pero al estar cerrada, optamos por fotografiar la placa que marca los 1.000 Kms que restan hasta Santiago desde ese mismo punto, la puerta del Ayuntamiento. Estaba claro que, a esa distancia, aquel día no llegaríamos a Compostela, pero aun así los monitores nos fueron achuchando para ponernos de nuevo en marcha, pues había la intención de realizar una nueva parada, a mitad de camino de Villena, en una pequeña colonia llamada de Santa Eulalia, y de la que todo el mundo hablaba maravillas por lo pintoresco y original del lugar.

Antes de ello fuimos callejeando por las ultimas calles de la localidad, teniendo el Castillo árabe sobre nuestras cabezas, como colgado de unas enormes peñas que llegaban hasta los patios traseros de las humildes casas de aquella parte de la ciudad. El castillo bastante bien conservado, como el resto de los de la zona, había sido restaurado a conciencia como bien y patrimonio de Sax, tal y como lo habían sido los de Petrer, Biar o Villena, y la mayoría de los que llevábamos cámara aprovechamos su cercanía para fotografiarlo desde todos los angulos.

Por los senderos en que transitabamos, Marichel, una miembro destacado por su trabajo en pos de la Asociación, iba con su spray remarcando las flechas amarillas que por el tiempo habían perdido algo de su primigenio esplendor, y al observarla en su faena tentado estuve de pedirle que me permitiera repintar alguna de ellas, pero la falta de confianza con la mujer me hicieron esperar a una nueva oportunidad en otra etapa mas adelante. Me hacía mucha ilusión pintar alguna, y de esta manera sentirme mas integrado con un Camino y su simbología que en mis primeros pasos, allá por Galicia, tanto me habían emocionado.

La continuación del camino la hice entablando conversación con algunos peregrinos, buscando la oportunidad de rememorar sitios y lugares comunes del Camino Francés, todo ello con suerte dispar, ya que con un tipo de cara de seminarista no hubo ocasión de ello al no haber acabado el el tramo desde León, y solo con una señora ya mayor, llamada Pilar, pude "pegar la hebra" pero en forma de ánimos ya que ella en breve iniciaba por primera vez las etapas por el Francés.

El paisaje era agradable, y el arbolado numeroso, a base de pinos y alguna carrasca. De cuando en cuando, algún coche nos hacía apartarnos del asfalto por el que transitábamos o algunos ciclistas nos rebasaban, con el consiguiente saludo entre los grupos y las risas con las típicas bromas.

Poco a poco fuimos acercándonos hasta la colonia, con lo que la curiosidad iba pronto a verse recompensada, con la visión de un pueblo que nuestros compañeros mas experimentados calificaban como del "far west".

jueves, 29 de mayo de 2008

Elda-Petrer

La excursión del mes siguiente fue anulada por amenaza de lluvia. Pero como soy algo despistado para ciertas cosas, no siempre me entero de las cosas, y solo tuve plena constancia de dicha anulación, tras levantarme a las 7 de la mañana y pasarme mas de hora y media esperando inútilmente en el lugar de la salida. Días después llamé a la Asociación para saber que había ocurrido, y supimos todos que la cara de bobo que se me había quedado aquella mañana de sábado era debido a que la secretaria municipal que atiende los temas de las excursiones se había olvidado de llamarme para avisarme. Por lo visto de entre las 30 a 55 personas que habitualmente acuden a estas excursiones, solo a mi me había tocado el dudoso honor de la falta de aviso y llamada telefónica. Lo mejor del caso fue aquel día ni lluvia ni nada. Al contrario, salió un esplendoroso día de sol.

Tras el parón de la Semana Santa, el sábado 28 de Abril por fin pudo celebrarse la postergada excursión. Mi hermana Isabel no me acompañaba debido a unas obras en su casa o algo así.

Por fin llegamos a Elda, y tras hacer alguna pequeña trampa para evitar el tener que cruzar toda la ciudad, el autobús nos dejó a la altura del Hospital, ya a las afueras.

Siempre da gusto aprovecharse de estas pequeñas trampillas cuando se tiene la ocasión. En el Camino Francés no se tiene la suerte de disponer de bus que pueda evitarte cruzar una población por sus aburridas calles o evitar un polígono industrial, a no ser que se disponga de un vehículo de apoyo... y entonces ya no hablamos de trampillas sino de un desacato tipificado en el "Código Criminal" del Camino, y del que toma nota el Apóstol para echárselo en cara al infractor el día que pase lista, allá en el cielo... "Tu, que hiciste todo el camino a pie... pase usted. Tu, que ibas con coche y parabas antes de llegar al pueblo y pillabas sitio en los albergues el primero... quedas condenado a realizar durante toda la eternidad el Camino, como alma en pena, sin tener sitio ni cama en los hospedajes, y en todo caso, a no tener agua caliente nunca en las duchas..." Vamos, algo así...

Nada mas empezar la etapa iniciamos la subida a la Serreta, una pequeña elevación del terreno rodeada de muchas vegetación y cantidad de pinos. Aquello fue como un bálsamo, ya que la ultima imagen que tenía del Sureste era aquel sendero polvoriento y desértico camino de Elda de la vez anterior, agravado por el paso por las naves industriales y el desagüe maloliente del Vinalopo. Me pegué a Berin y a su marido Alfonso, hermano de mi compañero de Hermandad y ahí fuimos caminando y charlando entre cantidad de florecillas silvestres y amapolas, cual Heidi por los Alpes, señal de que la primavera había venido.

Pronto tuvimos a la vista el Castillo de Sax en el horizonte, pero antes hubimos de vadear un pequeño arroyo del rio, haciendo especial atención al saltar las piedras que, al buen tun tun, estaban dispuestas para cruzar. Fue un momento divertido, y los mas timoratos se descalzaron para cruzar a pie por el agua. La mayoría de los veteranos esperaban y miraban expectantes el turno de Federico, nuestro Presidente, ya que el año anterior había resbalado en una de las piedras acabando, cuan largo era, que no es mucho, en el interior de la mas que sospechosa agua. Este año no hubo suerte, ya que no cayó, pero si que le ocurrió una nueva jaimitada al dejarse sobre una piedra uno de los dos walki-talkie de que disponía la asociación para comunicar cabeza y cola del pelotón. Tras varios kilómetros reparó en la perdida, volviendo atrás para una infructuosa búsqueda del aparato lo que ocasionó que no volviéramos a verlo en aquella excursión hasta pasada la hora de la comida.
Una simple parada durante la ruta, por ejemplo para hacer una foto, supone separarte irremisiblemente del grupo que sigue avanzando. Para de nuevo reintegrarte a él, se debe acelerar el ritmo o directamente correr, con el consiguiente cansancio. Tanto mi amiga Berin como yo, ambos muy aficionados a sacar fotos de todo bicho que se mueve, o amapola que se acuna con el viento, solemos andar casi siempre en cola del grupo por este motivo, ganándonos casi siempre también las regañínas de Tere que normalmente cubre como monitora la zona de cola. No ganamos para broncas... pero disponemos de las mejores fotos de las etapas. (entre ellas mas de un centenar de amapolas tomadas desde todos los ángulos y por partida doble)

Todas estas fotos me sirven a mi para ilustrar cada entrada que hago, ya que una vez presentadas al Concurso fotográfico nunca conseguimos ganar.
Pero ese es otro problema... la mala suerte, que siempre ha marcado mi carácter. De modo que si hubiera un concurso de tontos... yo quedaría en segundo lugar... por tonto ¡¡¡.

martes, 27 de mayo de 2008

Pan y Circo

No está la gente para excesivas actividades intelectuales, una vez regresa a casa cansada, aburrida, incluso hastiada de los respectivos curros. Cada cual, a su manera, busca distraerse y aliviar tensiones. No estamos para pensar. Si acaso, en que pasaría si nos tocara la primitiva o la lotería. Lo que necesitamos es divertirnos y reírnos. Porque ¿Cual fue el "share" de los aburridos debates políticos de las pasadas elecciones? Y eso que ahí nos estábamos jugando los cuartos... ! Pasando de todo ¡
Llegará el día en que los avispados asesores de imagen, harán de tripas corazón e incluirán en sus mítines y saraos políticos, algo así como el Chiki chiki (solo hay que cambiar la letra de vez en cuando) para arrasar con el contrincante y llevarse la medalla de oro del share de los debates. Pan y Circo, como bien sabían dosificar en el Imperio Romano, o Futbol y Toros como no hace tanto tiempo. Y entonces, no hacía falta el "share" ese. O veías la TVE1... o la primera, no había dilemas ni enfados por el control de mando a distancia. Eso si era Felicidad.

De hecho y sin ir mas lejos, yo con la tontería de la entrada de ayer, he movilizado a mas de uno y he recibido 4 comentarios después de una semana en la que solo Gambín sufría (en silencio) por mi blog. Incluso he estado pensando en cambiar el sentido argumental de esta bitácora, dejarme de chorradas de caminos y excursiones, y dedicarme a lo de las noticias con morbo. Pero, joder... Eurovisión es una vez al año... como la Navidad... o echar un buen polvo, como en el chiste.

Por tanto, zapatero a tus zapatos... deberé continuar con las etapas, pero eso sí, sin renunciar a comentar cualquier noticia que considere oportuna y del interés general.
Sin embargo, sigo con pena por mis tres charcuteros de Caprabo. Debo ser el único. Bueno y supongo que sus respectivas familias.

lunes, 26 de mayo de 2008

Daños colaterales del Chiki chiki

Bueno, pues ya pasó Eurovisión. Este Festival, que reconozco que no veía desde que salió Salome con aquel traje de plumas mustias, cada año es mas esperpéntico.
Donde se envía, con la excusa de que cantan, a lo mas cutre de la fauna pseudo artística de cada país. Buenafuente y sus jefes del Terrat, en una jugada magnifica de puro marketing televisivo, se sacaron de la manga el Chiki chiki y al fulano ese del Chiquilicuatre. Bien manejado el cotarro a través de internet han sacado petróleo de donde no había nada. Con una guitarra de tienda de veinte duros, un tupé postizo de plástico, y una letra simplemente ocurrente, han conseguido rentabilizar el gasto multiplicándolo por varios millones... Lo de la tia jamona cayéndose por el escenario vino después... ! Ya habían hecho caja ¡
El festival es de un compadreo absoluto y descarado, en el que se votan los países limítrofes, como a nosotros Andorra y Portugal, y alguno mas al que sin duda le sobran puntos que repartir... y si te toca, pues que suerte ¿no?
El caso de Grecia, debió ser que a ultima hora se acordaron de que tenemos una Reina griega, y así fue como quedamos en decimosexto lugar. Al día siguiente, va el chico este del tupé y dice que es un muy meritorio resultado. ! Que tenía que decir el muchacho, si además le pagan por eso ¡
Y el caso es que no me parece mal que lo enviaran al concurso, teniendo en cuenta que la otra opción eran las mesas camillas cantoras (creo que se llaman Las Supremes de Mostoles... o algo así) Como broma y escarnio nacional creo que con Rodolfo íbamos suficientemente servidos y representados.
El Festival es un bodrio, y creo que presentamos algo acorde con ese sarao. Y nosotros al menos entendíamos la letra... porque... ¿cuantos puntos nos hubiera dado Grecia si se enteran que en el estribillo decía algo así como que Zapatero, Rajoy y la mulata de Fidel lo bailan con las bragas en la mano?
Pero lo que realmente me preocupa son los daños colaterales que el Chiki chiki empieza a producir en el país. No me preocupa demasiado el bombardeo al que vamos ha tener que hacer frente en las fiestas de verano de todos los pueblos de España, incluso de las urbanizaciones y chiringuitos de playa. Acabaremos machacados con el sonsonete rapero de acento argentino a mayor gloria de Buenafuente y compaña. Y mucho me temo que Bill Clinton, este viaje no lo va ha bailar en la campaña electoral de Hillary, so pena que Obama se les lance a la yugular a las primera de cambio.
Tampoco el dispendio que muchos padres van ha tener que realizar para adquirir cierto Kit del Chikilicuatre al módico precio de 40 € para darle el capricho a sus niños... Quien quiera tener hijos caprichosos... y si hay tontos que lo paguen...
Lo que mas me preocupa es el grado de estupidez de cierta gente... me explicaré:
Resulta que el dicharachero presentador catalán, propuso una noche en uno de sus programas de la Sexta, que la gente mandara vídeos con actuaciones de particulares, empresas o incluso instituciones con la canción como referente. Se me escapa el interés, crematístico por supuesto, que pueda suponer o revertir en los creadores del personaje o el programa de la cadena televisiva, pero ya nos enteraremos.
El caso es que tres idiotas grabaron su especial actuación en medio de su jornada laboral como carniceros charcuteros de Caprabo (empresa catalana por cierto... para que luego se llenen la boca con aquello del "senni" catalán). Se les podía ver en un video que acompañaba la noticia en toda la prensa digital, con sus uniformes laborales, sus botas de agua y delantales blancos con el emblema de la empresa, cantando con un jamón en los brazos a modo de guitarra tan contentos ellos.
Resultado: Expediente y sanción laboral, antesala del despido... por gilipollas.Me los imagino ya en la cola del paro, jodidos pero contentos ya que quedar en el puesto 16 es verdaderamente muy meritorio, según su héroe de pacotilla. Pero... tranquilos, a no mucho tardar puede ser que los veamos en la tele haciendo entrevistas y poniendo a parir a sus jefes, que sin duda no entienden estas gracias.
Vamos... algo así como si yo invitara a mi jefe al blog e insistiera en que me leyera e hiciera comentarios, sabiendo que escribo en horario de trabajo. El único comentario que me haría sería la carta de despido y encima no saldría en televisión. Por eso no le invito... ni siquiera a un café. ¿o es que ya nos hemos vuelto todos tontos?

sábado, 24 de mayo de 2008

Los crimenes del numero primo

Sábado, todo el ocio del mundo, y un buen libro si hay suerte y se tercia.
Hoy comento el libro de Reyes Calderón, de 495 paginas y editado por RBA Editores este mismo año 2008. Esta autora vallisoletana, solo había escrito con anterioridad una novela "Las lagrimas de Hemingway" siendo sus anteriores libros de temática historica.
En esta segunda novela continua con el genero de suspense e intriga, donde los asesinatos en serie se suceden dentro del ambito eclesiastico de la ciudad de Pamplona y Monasterios de la zona, que ella tan bien conoce al cursar sus estudios y licenciarse en economía y filosofía en la universidad de Navarra.

Lo novedoso de este libro es que el hilo conductor y protagonista, es el personaje femenino de una jueza instructora, que no sin ciertas dificultades, consigue avanzar por una complicada investigación policial. Reyes Calderón por medio de su personaje transita no solo por la practica policial, los procedimientos judiciales y el Derecho Canónico, sino que esboza con maestría los motivos vocacionales de sacerdotes y cenobitas, ya que entre los diferentes personajes hayamos envueltos a altos cargos de la Iglesia e inumerables monjes benedictinos, actores secundarios de la trama, objeto de los asesinatos, pero que quedan perfectamente retratados, bien definidos y reconocibles.
Aspecto concretos de medicina legal y practicas forenses también dan una idea de lo bien documentada que trabaja esta escritora, pero donde surge la mayor sorpresa, es en el tratamiento que da a su protagonista como madre y esposa. Sin cursilerias pero con los problemas cotidianos de cualquier ama de casa, que ademas es trabajadora, sea cual sea su actividad o cargo publico.

También debió requerir especial atención la actividad del día a día en un monasterio, acercándonos a un modo de vida que a todos nos queda un tanto lejos y desconocido, aplicándose a ello con un especial cuidado y cariño con estos simpaticos personajes dedicados a la vida contemplativa, la oración y sus pequeños huertos.
Sin embargo con las altas instancias eclesiasticas y los sacerdotes acomodaticios, no se corta para cargar las tintas de la critica.

Cada personaje es retratado con detenimiento, incluso a veces con excesivo detalle, pero sin trapasar el limite que llevaría al aburrimiento, logrando superar con exito el desafío de conseguir un buen libro, a pesar de que el desenlace final parezca una tanto rápido y facilón, y que el titulo parezca sacado de una galletita de la suerte de un restaurante chino.
No obstante la novela se deja leer sin dificultades, a poco que el lector se deje llevar por la acción que en ella nos cuenta.

viernes, 23 de mayo de 2008

Homenaje a Iñaki Ochoa

"El montañero navarro Iñaki Ochoa de Olza, de 40 años, ha fallecido esta mañana en el monte Annapurna (8.091 metros), después de permanecer cinco noches en su campamento base a 7.400 metros de altitud, hasta donde había conseguido bajar, en estado grave, afectado por una lesión cerebral complicada por otra pulmonar debido a un proceso avanzado de congelación... El montañero no podía andar ni hablar, aunque ayer experimentó una ligera mejoría tras recibir la medicación que le hizo llegar el alpinista suizo Ueli Steck, uno de los primeros en llegar, movilizados para su rescate... Iñaki era un experimentado montañero que contaba en su currículum deportivo con 30 Himalayas y 15 ochomiles diferentes..." (Agencia EFE)
Hasta aquí la noticia de la que hoy se hacen eco todos los periódicos.

El montañismo no tiene nada que ver con el Camino a Santiago... por supuesto... pero que un deportista fallezca en la practica de su deporte o actividad favorita, suele afectar a mis fibras mas sensibles y me deja un regusto amargo.
El montañismo de altura, como este es el caso, es sin lugar a dudas un deporte de riesgo. Exigente como pocos por su dureza, en la mayoría de las veces muy solitario, y con los peligros añadidos de posibles caídas, falta de oxigeno y congelaciones
El alpinismo no es deporte en el que se tengan contratos multimillonarios, caso del fútbol, tenis o golf. Si acaso algún spónsor publicitario puede hacer mas llevadera la aventura, que no así la vida tras la escalada.

Por tanto ¿Que lleva a una persona a embarcarse en tales aventuras? ¿Compensa tanto sufrimiento la consecución de una cima? ¿Vale la pena morir en la montaña?
Preguntas difícil para quien no está acostumbrado a la escalada... por ejemplo yo, que me veo morir cuando por un corte de fluido eléctrico toca subir las escaleras de casa sin ascensor.

En mi ignorancia del tema, entiendo que todo debe empezar por un desmesurado amor a la naturaleza. Primero el senderismo, luego pequeñas escaladas, y cuando uno se ve capacitado, con fuerzas de sobra, todo esto debe quedarse pequeño. Sin duda ha de ser un tremendo afán de superación lo que debe motivar a estas personas.
También el contacto con la naturaleza en su estado mas puro y primitivo ha de ser un potente atractivo para ellos. El hombre, solo con pequeños aditamentos técnicos, enfrentado a una mole de piedra, hielo y granito. Sin trampa ni cartón. Solo con la pericia, la experiencia y las propias fuerzas. Ese es el reto. Y sin embargo, por desgracia, no siempre son suficientes, ni sinónimo de éxito, como este es el caso.
La soledad y la paz que debe sentirse allá arriba, una vez conseguida la cumbre, han de ser impresionantes. Y el chute de adrenalina efímero, puesto que todo lo que sube ha de bajar, y de nuevo nuevas emociones y problemas esta vez hacía abajo.

Otros deportes y ocupaciones entrañan riesgo. En los que también se juega en el envite la propia vida. Es el caso de la Formula Uno, el parapente... el toreo... el albañil en el andamio...
Pero la muerte de un alpinista, sin duda una verdadera desgracia, tiene sin embargo para mi un plus de romanticismo. El de un tipo que acabó sus días con algo que le apasionaba. Alguien que ahora mismo estará escalando hasta las puertas del cielo, esperemos que sin campo base intermedio. Y que al llegar obtendrá la mejor de las vistas posibles... el mundo entero.

jueves, 22 de mayo de 2008

Hasta Elda

Si la subida y posterior bajada de La Mola había sido algo durilla pero bonita, lo que nos quedaba hasta Elda era la cruz de la moneda. Algo así como 10 Kms. caminando entre un paisaje agreste, feo y aburrido, sin ningún aliciente. Salvo por el momento en que pasamos bajo las faraónicas obras del AVE. Un tramo suspendido a gran altura por donde deberá pasar el tren en su día, a modo de altísimo viaducto de acero y hormigón. Los trabajadores nos miraban desde sus enormes y complejos encofrados, mitad envidiosos de nuestro día de ocio, mitad extrañados de la ocurrencia de ir a pasear por semejante terreno. El que mas y el que menos debió de pensar que estábamos rematadamente locos por aventurarnos por aquellos pagos.
Porque de verdadero secarral podríamos calificar aquella parte del camino, plagado de torrenteras cuando atravesábamos alguna rambla, montones de escombros en la mayoría de las veces, y la poca vegetación que nos encontrábamos, normalmente arbustos y cañas, completamente cubiertos de un polvo blanquecino producto del machaque a que tenían sometido al terreno los enormes camiones de las obras.

También debimos atravesar una zona habitual de entrenamiento de los amantes del moto-cross, ya que de cuando en cuando eramos rebasados por motos que con sus rugientes motores impedían que llegáramos a oírnos en nuestras conversaciones. Particularmente sangrante fue el acompañamiento de un chiquillo de unos 12 0 13 años que en una mini moto de trial, se entretuvo en pasarnos y volvernos a pasar una docena de veces, exasperándonos a todos, hasta que por fin cuando, tras dos fatigosas horas, alanzábamos las primeras naves del parque industrial de Elda, y el irritante chiquillo perdió interés por nosotros dedicándose a correr por las solitarias calles del polígono.

El que estuviéramos en el polígono no quería decir que todo estuviera hecho. Debía faltar al menos una hora larga para acabar en las calles de la ciudad zapatera. Tras bordear un desagüe del Vinalopo en el que el olor y el paisaje no eran muy recomendables, continuamos como rodeando la población por una senda que nos llevo hasta una especie de parque con unos pinos altos y frondosos donde pensamos, prematuramente, que sería el lugar elegido para la comida y un merecido descanso, pero nuestro guía achuchó a su tropa (es decir... a nosotros) y nos obligó, por contra, a aligerar el paso para cumplir no sé que horarios previstos.

Durante mi periplo por el Camino Francés, siempre he sido de la opinión, y así lo hago normalmente, de que andar durante hora u hora y media, debe recompensarse con un pequeño descanso de 5 o 10 minutos, o lo que se tarda en fumarse un cigarrillo. Si te encuentras además con un bar abierto entonces pueden ser hasta 15 los minutos de descanso al sumarse el cafetito. Este tiempo y esa parada, sin duda, hace perder un kilómetro de recorrido, pero una vez reiniciada la marcha el ritmo es superior al que se llevaba antes de la parada. Sin embargo Antonio Gomez, nuestro guía suele hacer las etapas como si de una maratón se tratara, sin ni siquiera un descanso. No cabe duda de que es un experimentado peregrino, con innumerables Caminos a su espalda, incluyendo tramos de rutas Jacobeas por el interior de Alemania de donde es originaria su simpática esposa Barbara, y que por lo general en sus programaciones de etapas no baja de los 35-40 Kms. diarios. Pero llevar a gentes entradas en años, a personas no muy acostumbradas a largas caminatas, caminantes de fin de semana al fin, conllevaría, a mi entender, una consideración distinta en cuanto a los ritmos y a los tiempos. Y sin embargo el grupo no protestaba y seguía a aquel hombre ciegamente y aceptando complacidos las enormes palizas. Por tanto, ¿quien era yo para cuestionar la metodología empleada, si esta iba bien?
Y por fin alcanzamos las primeras calles de Elda sobre las dos de la tarde, y el lugar en que debería recogernos el autobús. Hasta entonces cada cual buscó un lugar para comer, eligiendo nosotros dos, mi hermana y yo, un coqueto bar, una especie de pub de copas, donde entramos y tomamos una mesa cerca del televisor de pantalla ancha que daba las noticias.
Inmediatamente detrás nuestro entraron Tere con su marido Daniel, el hermano de Berin, la propia Berin con unas amigas, de nombre Encarna y Crecen, y aún mas, otro matrimonio compuesto por Finita y Valentin, sentándose todos ellos y juntando otras mesas a la nuestra.
Sacamos bocadillos, pedimos cocacolas y cervezas, empezaron a aparecer toda suerte de frutos secos, galletitas saladas, olivas y a la hora del postre pastelitos, tabletas de chocolate y no sé cuantas cosas mas.
Puede decirse que si bien al inicio del día no conocíamos a nadie, al finalizar la comida habíamos formado un nutrido y excelente grupo de amigos y compañeros de viaje. Este grupo, que con el tiempo se ha ido haciendo mas amplio con nuevos conocidos, es la base de las amistades con las que paso un sábado del mes, 5 o 6 veces al año, y por las que procuro no perderme ni una sola ocasión de reunirme con ellos y caminar. Pase lo que pase... y aunque el ritmo lo marque Antonio.

miércoles, 21 de mayo de 2008

Continuamos entre Orito y Elda

Prometido y cumplido. Todas mis fotos del Sureste, tanto las del año 2007 como las del 2008 hasta la fecha, en mis albumes de picasa.
Debo antes de nada, dar la bienvenida a MªJesus, mi compañera de andanzas por Galicia en el año 2004, mi ovetense favorita, que después de 7 meses de blog, (! Por fin ¡) se digna visitar estas pobres líneas diarias. Espero que también las granadinas esten "conectadas", pero estas no recibiran bienvenidas hasta que no hagan algún comentario. Es una enorme alegría contar con las gentes que a uno le importan, y que ademas fueron las protagonistas de esta bitacora durante las primeras entradas.
Y siguiendo con aquella, mi primera etapa, entre Orito y Elda, comentar que en el recorrido entre Monforte del Cid y Novelda, se levantó un tremendo viento que hizo mas desagradable el transito por el cinturón industrial de la ciudad marmolera. Ya en Novelda tuvimos ocasión de ver y conocer el albergue de peregrinos que allí se había abierto. Pequeña planta baja, con capacidad para unas 6-10 personas y que solo es habilitado previo aviso de la visita. Infraestructura totalmente alejada de los albergues a los que se está acostumbrado y que uno se encuentra en el Camino Frances u otros de mas arraigo, pero que para un Camino que recién empieza a potenciarse es todo un logro. Tal vez testimonial por el poco uso que de él se debe hacer, pero por algo debe empezarse para cimentar la ruta convenientemente.
Tras parar un momento frente al Ayuntamiento y la Iglesia Mayor, continuamos por una calle del casco antiguo donde varios edificios modernistas, muy bien conservados, nos llamaron la atención.
Seguimos nuestra conversación con Tere y Berin, ya saliendo de la población, y resultó que Berin era cuñada de un compañero mio de Hermandad de Semana Santa, y que un hijo de Tere era o había sido costalero de la Santa Cena. El azar y las casualidades de la vida.

El tramo estaba perfectamente señalizado, con flechas amarillas cada cierto tiempo e incluso un poste con diferentes carteles, entre los que estaba uno dedicado al camino de Santiago. Caminabamos por el margen de un riachuelo o ramal del Vinalopó bastante contaminado por las fabricas de granito y marmol de la zona, pero a pesar de ello la vegetación era la típica de las zonas con humedad en las cercanías. A lo lejos se divisaba ya el Castillo de la Mola, a cuyas estribaciones llegamos cuando daban las once. Sin nada en el estomago, salvo el cortado que habíamos conseguido tomarnos a las nueve, nos tenía algo hambrientos, y también algo cansados por el ritmo casi frenético que Antonio, nuestro guía, imponía a la marcha, y sin apenas paradas.
No reparé en que nuestras nuevas amigas quedaban a los pies de la pequeña montaña, e iniciamos la subida a La Mola, primeramente por una carreterita asfaltada, para luego, ya con tierra, pinos y mas vegetación realizar la dificil ascención. Eran solo unos trescientos o cuatrocientos metros de subida, pero de una dureza inesperada. No diré que pareciera el Perdón o el Alto del Poio, pero en algunos momentos me los recordaron, y solo aguanté como un hombre la subida, empujado por la idea de que en la cima me comería mi bocata.
No estabamos para visitas turisticas cuando llegamos, mas bien para recuperar la respiración. Elegimos, mi hermana y yo, un lugar a la sombra y desenvolvimos el papel de aluminio de nuestros almuerzos... ¿o primero vaciamos sedientos las botellas de agua? El caso es que el descanso y la comida nos sentaron de maravilla y ya pudimos visitar, tanto el castillo arabe, con sus restos de murallas, baños de la milicia y ruinas de la torre del homenaje, para mas tarde dedicarle toda nuestra atención al Santuario de La Magdalena con su inconfundible sabor Gaudiano. Nunca había estado en aquella iglesia, a pesar de verla de lejos infinidad de veces al paso por la autovía de Madrid, y a pesar también de la proximidad con Alicante. Por lo que dí por buena la sorpresiva escalada hasta allí arriba, solo por admirar las afiligranadas fachadas y torres del Santuario. El interior, muy simple, casi austero, solo disponía de algunos cuadros sufragados por antaño familias pudientes noveldenses. Tras un breve rezo y varias fotos iniciamos la bajada y donde caí en la cuenta de que tanto Tere como Berin, la experiencia es un grado, se habían ahorrado el sofocón de la ascensión y habían almorzado tranquilamente al pie del monte.
Habiamos pagado la novatada, como unos pardillos (que es lo que eramos... no nos vayamos a engañar) pero tampoco podíamos perdernos la oportunidad de la experiencia de aquella visita... y además... !Allá donde fueres, haz lo que vieres"... y si todo el mundo subía La magdalena... ¿A donde debía ir Vicente...? ! Pues a donde va la gente.¡

martes, 20 de mayo de 2008

Yecla-Montealegre

Ayer, Zafarrancho en el rancho... Mi jefe se levantó con ganas de trabajar y sin hacerse cargo de que yo tengo que mantener un blog diario en horas de oficina, ya de que no me gusta hacerlo en casa. Esta patronal, siempre tan insensible...
Finalmente el arroz queda fijado para el sábado 7 de Junio y en Playa San Juan. Hago un sacrificio ya que para ese día está programada una etapa del Sureste entre Montealegre y Petrola. Esta última población está en esas fechas en sus Fiestas Patronales en honor a San Bartolomé, y ese día suelen hacer concurso de arroces y paellas a las que estamos invitados (si, también en La Mancha le dan al arroz) de las que podéis tener documento gráfico en mi álbum de Picasa del Sureste en 2007.
A mis amigos del Sureste decirles que está en proceso el álbum de fotos del 2008 y que hoy haré lo imposible por tratar de acabarlo incluyendo las fotos del pasado sábado.
Y hoy haré una pequeña reseña de la, casi accidentada, etapa del pasado día, aunque a su debido tiempo, cuando cronológicamente lleguemos a esa fecha, me extenderé como la aventura merece.
Accidentada etapa, ya que a nuestra llegada a Yecla el autobús, siguiendo nuestras indicaciones, acabó atrapado en medio de unas obras, sin posibilidad de ir "ni palante ni patrás". Dicen que las ratas siempre abandonan el barco cuando este se hunde... y eso fue lo que hicimos, pues nos bajamos enseguida dejando a su suerte al conductor.
Y sin duda, suerte fue lo que debió tener, ya que a la salida del pueblo nos lo volvimos a encontrar, le hicimos parar, nos volvimos a subir para que nos dejara 3 o 4 kms mas adelante evitándonos caminar por la cuneta de una peligrosa carretera. De nuevo nos lucimos y lo hicimos meterse en medio de un enorme barrizal, pues había llovido por la zona (y por todas las zonas) aquella madrugada, para darnos cuenta de que aquel no era el lugar indicado. Vuelta a dar marcha atrás, y como no podía realizar el giro correctamente... de nuevo hacia Yecla con las consiguientes "coñas y bromas" del personal que el chofer aguantó estoicamente. Por fin giro correcto, y de nuevo para adelante hasta un nuevo punto donde decidir bajarnos. El chofer ya había aprendido, y esta vez nos paró en el arcén.
Con este trajín, empezamos realmente a andar sobre las 10,30. Lo curioso es que el chofer nos esperaba por la tarde para devolvernos de regreso a Alicante... yo en su lugar me hubiera vuelto a mi casa y hubiera dejado a aquel atajo de "graciosillos" a su suerte y que hubieran vuelto a dedo. (El caso es que yo fui uno de los mas irónicos con el pobre hombre y aquellas situaciones) Con todo esto, nos habíamos ahorrado cerca de una hora y varios kms, por lo que nos las prometíamos felices.
La marcha estuvo bien. El piso, aún mojado y blando, hacia facil el caminar salvo por algún que otro charco que debíamos rodear. Los paisajes limpios y nítido con el lavado de las lluvias. El tiempo, algo nuboso, mantenía la temperatura ideal para el paseo.
Lo malo vino después. Tras almorzar sobre las 12,30 en el Pulpillo, una pequeña aldea al borde del camino, y reiniciar la marcha pasada la una de la tarde, a los pocos metros nos empezó a chispear, para una vez abandonada la provincia de Murcia, y entrado en la de Albacete, caernos un aguacero que hizo que sacáramos, casi todos, los impermeables.
No duró mucho la tormenta, pero las continuas paradas para reagrupamiento, explicaciones de Juan Romero nuestro guía en esta ocasión, e incluso micciones en grupo (meadas, para que todo el mundo lo entienda) fueron ralentizando mucho la marcha.
Esta estaba marcada en unos 27 Kms. que descontando la trampilla que hicimos con el autobús, debieron quedarse finalmente en unos 22 o 23. Nada "del otro mundo", pero curiosamente llegamos finalmente a las inmediaciones de Montealegre... muy poco alegres. Mas bien cansados, agotados y hambrientos. Hacíamos entrada en la población, después de subir una larga cuesta que alguno había puesto allí, supongo que para dar verosimilitud y empaque al nombre del pueblo pero sin conseguirlo realmente. Prueba de todo ello, es la foto de grupo que nos hicimos, en la que el personal se ve apático y un tanto hastiado.
Otro paseo por las calles, hasta casi la otra punta, donde teníamos previsto el regreso, y cuando eran las cuatro y media de la tarde tomábamos por asalto el Hogar del Pensionista donde nos dispusimos a comer ante la incrédula mirada de los "eméritos y jubilados", muchos con la boina puesta, que jugaban al dominó, y de reojo miraban los pantalones cortos, mas bien las cachas, de nuestras peregrinas femeninas. Mucho se hablará de aquella tarde de aburrido sábado entre los "jubiletas" de Montealegre, pero quien la recordará con especial detalle será la dueña del bar, que con aquella inesperada avalancha de clientes llegará a final de mes holgadamente, e incluso pagará a tiempo la hipoteca del piso.
Una vez en Alicante, y tras unas mil paradas para que cada uno bajara en donde mas le convenía (sigo reafirmándome en que el chofer era algo tonto o masoca) llegábamos a Luceros pasadas las 7 de la tarde (lo nunca visto) y con una nueva alegría, ya que coincidimos con el autobús de los de senderismo, que bajaban todavía calados hasta los huesos, pues les había pillado una tormenta del once en medio del monte.
Como siempre en el Camino, cinco minutos después de un mal trago, este ya se ha olvidado, y solo quedan los buenos momentos vividos en las etapas. Nos mojamos un poco, llegamos rotos, pero nos reímos como siempre y disfrutamos como nunca. Así es el Camino, y el del Sureste no podía ser menos.

domingo, 18 de mayo de 2008

Los domingos video musical

Si los sábados mercado...y critica literaria... los domingos, a partir de ahora, vídeo musical. Para que mi amigo Gambin vea que sus enseñanzas no caen en saco roto, y aunque tarde, siempre sigo sus atinados consejos.
Para mañana lunes dejaré la pequeña reseña de la etapa del Sureste del sábado, que nos llevó algo accidentadamente, desde Yecla hasta Montealegre del Castillo (esta última localidad engrosa la lista del típico chascarrillo... ni está en el monte, ni es alegre... aunque sí que tiene algo parecido a un castillo desvencijado... ! dos de tres... No está mal ¡ )
Y para hoy, también un merecido homenaje a MªCarmen como pitonisa-meteorologa, que no vino al proyectado arroz porque anunció lluvias fuertes. A nosotros, los de Levante, cuando nos predicen lluvias nos suele dar la risa... normalmente nos llega alguna nube pero el sol y algo de viento se encargan de dispersarla, sin darle tiempo siquiera a mojar el asfalto. Solo nos tomamos en serio la cosa en épocas de Gota Fría, allá por Septiembre y Octubre. Pero lo de esta tarde, aunque solo haya durado media hora ha sido espectacular, no solo por como se han anegado pronto las calles del centro, sino por los truenos y relámpagos que han acompañado al aguacero... ! que manera de tronar ¡ Y que lastima que toda esa agua haya caído en la ciudad, marchando inmediatamente al mar por las saturadas alcantarillas, y que no fuera en el interior de la provincia para que se llenara algún pequeño embalse y sirviera realmente de algo. No creo que podamos decirles a aragoneses y catalanes que se metan el trasvase por donde les quepa... al menos hoy no.

Apologie de Timberland

sábado, 17 de mayo de 2008

Loco por Donna

Aprovecho hechos de actualidad para elegir como, libro de la semana uno de James Ellroy, del que soy ferviente lector y coleccionista, pues tengo 13 de sus 16 libros editados, desde que en 1979 publicara su primera obra "Réquiem por Brown".

Y digo "de actualidad" porque aún esta en la cartelera de los cines la película "Dueños de la calle" que vi el pasado domingo y de la que Ellroy es por primera vez en cine, guionista original.

Los actores, un Keanu Reeves, siempre inexpresivo pero que para esta ocasión sirve bien a su papel de policía corrupto, secundado por Forest Whitaker y Hugh Laurie, el Doctor House, en el papel de capitán de Asuntos internos.
El clima de este film de genero policíaco o negro, no decae en ningún momento. La violencia y la acción están presentes en todo su metraje y se nota la experiencia tanto de su director, David Ayer, como del escritor-guionista, por ser experimentados vecinos de Los Ángeles y conocedores de primera mano de lo que realmente se cuece en los barrios y las calles mas conflictivas de la famosa ciudad, tal y como se puede apreciar en las otras películas basadas en los libros, "La Dalia Negra" y la para mi magistral "L.A Confidential", ambas de la tetralogía El Cuarteto de Los Angeles.
Los personajes son típicos, casi obsesivamente, de los libros de Ellroy. Sus protagonistas siempre policias atormentados, alcoholizados, racistas u homófonos, ciertamente corruptos, pero cuyas actividades indecorosas nunca están dirigidas a su lucro personal, sino a enfermizas ansias de limpiar las calles de pandillas de delincuentes con métodos que sobrepasan con creces los limites impuestos por las leyes, así como la de denunciar la corrupción policial imperante en el Cuerpo al que pertenecen.

También de actualidad, y seguro que nos sonará a todos, la corrupción policial que sacude los juzgados de Coslada, con el Comisario Gines y sus pistoleros que, de haber estado trampeando en America, hubieran sido inmediatamente aceptados en el particular universo de Ellroy en alguna de sus novelas, ya que están todos sus ingredientes: prostitutas, drogas, los corruptos y su violencia, algún político que hace la vista gorda y mira para otros lados porque va bien para sus intereses, y el jefe de policía, que como un padrino de la mafia, organiza, prevarica, dirige y de paso se enriquece. Por tanto, real como la vida misma.

LOCO POR DONNA

Como un descanso en la continuación de su epopeya o proyecto narrativo de la historia oculta de America, recogido en su "Trilogía americana", Ellroy editó en 2005 este "Loco por Donna" que es producto de tres relatos cortos sobre un mismo tema: Un policía y una dudosa actriz, "mujer fatal" de los clásicos del genero, que se aman, a su muy particular manera, para nada romántica según los cánones, desde los años 80 hasta nuestros días.
Quien busque una novela de intriga a lo Agatha Christie probablemente se lleve una decepción, ya que el suspense y las sorpresas siempre quedan en un segundo orden en la obra de Ellroy. Este normalmente se centra mas en la descripción del cuadro humano que puebla las calles de una urbe repleta de violencia, casi siempre gratuita, y de sexo, en todas sus variedades.
También cabe avisar de que el estilo de Ellroy, gracias a sus dotes de observación de lo cotidiano, es directo, tremendamente directo y sin concesiones, pero muchas veces difícil de leer por cierta manía por la frases cortas, y repetitivas, lo que sugiere una lectura pausada y cierta dosis de perseverancia, con la seguridad de que entre las paginas del libro encontraremos verdaderos seres de carne y hueso, para nada almibarados, y auténticos dramas humanos.

Y ahora es cuando intentaré aprovecharme del eficaz y desinteresado trabajo de mi amigo Rafa, pidiéndole que trate de encontrar en la Red el libro de este mismo autor, titulado "Clandestino". Espero que lo pueda encontrar ya que es de 1.982, me es difícil de encontrar en librerías y es uno de los que me faltan por leer

viernes, 16 de mayo de 2008

Orito-Elda, primera etapa en serio

Desgraciadamente y por imponderables (motivos de fuerza mayor que se dice en los contratos) ha quedado desconvocado el famoso arroz en Alicante con MªCarmen y Luis Ángel. Tres días de ayuno, puede que cuatro, de nuestro amigo Gambin no han valido de nada. Supongo que habrá nuevas ocasiones para el reencuentro con mis amigos de El Escorial... incluso podría ser que con la asistencia incluida del "vecino de abajo". Como muy bien dice MªCarmen: "El hombre propone, y Dios dispone".
Y por fin llegó el sábado 3 de Marzo 2007 y la segunda etapa de aquel año, de 20 kms. entre Orito y Elda... y ahí me tenéis, con gesto muy torero, recién bajado del autobús para iniciarla.
Antes de ello, y como casi siempre me pasa... todo tipo de problemas... primeramente me perdí la etapa de Alicante a Orito, aunque no sufrí mucho ya que me ahorraba el tránsito por el basurero realizado un par de meses antes. Luego el tener que bajar a Alicante en horario de trabajo para la inscripción y previamente encontrar aparcamiento. Porque ya estaba despejada una de aquellas dudas que me preocupaban... la logística del transporte. La Asociación se encargaba de programar las salidas por las rutas y etapas señalizadas y organizar mediante monitores a los asistentes a las excursiones. Pero el Ayuntamiento era quien patrocinaba los eventos disponiendo los autobuses que nos llevaban al punto de salida y que nos recogían al finalizar la etapa para, de nuevo, devolvernos a Alicante. Sin embargo, y a pesar de inventos como el teléfono, el fax o internet, las inscripciones debían realizarse en persona, en vivo y en directo, para tras un sorteo, y de haber sido admitido si se cubría la totalidad del aforo del bus, confirmar la asistencia, esto ultimo y afortunadamente por teléfono.
Los días elegidos para las excursiones, un sábado de cada mes entre Febrero y Junio, y los puntos de salida de los autobuses, casi siempre a las 8 de la mañana, eran la Plaza de Toros y la Estación de Renfe. Los excursionistas habíamos de llevar, a parte de la indumentaria apropiada, solamente nuestras bebidas y vituallas para almuerzo y comida.
Con lo que aquel primer sábado, acompañado de mi hermana Isabel que aún tenía fresco en la memoria sus etapas por Navarra, aún receptiva a este tipo de saraos, y tras un corto viaje, desembarcábamos en Orito con algo de fresco pero muy animados y dispuestos.
Cada año, las primeras etapas cuentan con una asistencia masiva de peregrinos, para una vez que la ruta se va alejando de la capital, disminuir el numero de asistentes, quedando solo los verdaderamente enganchados e incondicionales. Aquel día en Orito el bus estaba al completo y una 55 personas, mas los miembros de la Asociación, iniciamos nuestra andadura por la villa de San Pascual Bailón, primero por sus simpáticas calles, luego con la visita a una pequeña ermita casi en la salida del pueblo, y enseguida a caminar, nosotros dos, puesto que no conocíamos a nadie, aún, hablando y rememorando anécdotas sucedidas durante nuestros periplos por el Camino Francés, siempre en cabeza del pelotón, entre el paisaje repleto de viñedos propio de esta zona, hasta alcanzar Monforte del Cid, donde se estableció una primera parada técnica para reagrupamiento.
El variopinto grupo con el que andábamos estaba compuesto por gentes de todas las edades, la mayoría entre los cuarenta y los sesenta años. Muy pocos eran socios de Los Amigos del Camino pero aprovechaban, con muy buen criterio, las ventajas ocupacionales que disponía el Ayuntamiento en cuestiones de cultura y ocio para los ciudadanos, lo que redundaba en un bien para el Camino a Santiago del Sureste, sin duda necesitado de apoyos, publicidad, conocimiento y divulgación de su existencia para una adecuada implantación del mismo, como sucediera con los Primitivo, de la Plata o del Norte.
El ambiente parecía agradable y la gente muy simpática, pero eran las nueve y media de la mañana y me hacía falta un café para que todo fuera perfecto. Ni cortos ni perezosos, mi hermana y yo nos separamos del grupo que descansaba esperando a los rezagados y nos encaminamos hasta un bar donde volvimos a entrar en calor. En aquel corto trayecto hasta encontrar el bar vimos como en algunas fachadas de las casas la Asociación, en lugar de señalizar con flechas, había colocado azulejos con señales de la dirección correcta. Un gasto que debía salir de las cuotas de los socios, pero que me pareció una de las mejores formas de dispendio por su utilidad y originalidad.
Cuando acabamos nuestros desayunos y quisimos volver con el grupo, nos dimos cuenta que este había continuado la marcha y nos había sobrepasado. Seguimos las flechas y señales hasta la salida de Monforte y vimos a lo lejos la cola del grupo sin mayor problema. Pero cuando la monitora que marchaba en cola reparó en nosotros, nos esperó para, una vez a su altura, echarnos a los dos hermanos una pequeña regañina. Desconocíamos que en estas marchas la gente no podía andar a su bola, como sucede en el Camino, y que el grupo debía guardar cierta organización sin posibilidad de que los peregrinos camparan a sus anchas. Lo comprendimos inmediatamente, e iniciamos una pequeña charla con aquella mujer, de nombre Tere, y con su cuñada llamada Bárbara, o Berín como la llamaban sus amigos. Fueron los primeros conocidos de aquellas excursiones, y desde entonces inseparables y muy buenas amigas. A tal punto que actualmente ya las etapas no son lo mas importante. Lo importante es disfrutar de la compañía y amistad de estas y otras muchas personas, conocidas gracias al Sureste y a la Asociación

jueves, 15 de mayo de 2008

Mi gozo en un pozo

El domingo siguiente dejé el coche en las inmediaciones del cementerio, evitándome el aburrido paseo hasta allí. Rápidamente me dirigí hasta donde había interrumpido la semana anterior mi caminata, el sendero de tierra. Alegre y ufano fui avanzando, comprobando que me encaminaba hacia Fontcalent por su vertiente norte. Tenía a la vista la planta de hormigón de Erose, y cuando la tuve a pocos metros, el camino de tierra se acabó reiniciándose el aburrido asfalto. No me amilané, y pensé que aquello sería pasajero y que la carretera acabaría pronto. Nada mas lejos de la realidad. A aquella planta de hormigón siguió otra mas adelante, luego la cantera de áridos, un poco mas allá la planta de asfaltos de los Ortiz, y casi pegada a ella la del hormigón. El paisaje... abrumador, con cada pequeña plantita a la que se le hubiera ocurrido crecer allí cubierta totalmente de polvo, la carretera machacada a fuerza de soportar el trafico de camiones de gran tonelaje, y con un palmo de un polvo gris y ligero que me iba coloreando las botas. Di gracias a Dios por haber elegido el paseo en domingo, imaginándome como debía estar de concurrida aquella estrecha carretera con el trasiego de camines y hormigoneras.
Aún así no desesperé. Continué así durante varios kilómetros esperando que la naturaleza aún conservara algo de verde, pero por lo visto estaba claramente perdiendo la batalla ante los intereses industriales.
Unas cuantas casas de campo me devolvieron la esperanza momentaneamente, pero un par de kms adelante empecé a notar una cantidad exagerada de bolsas de plástico desperdigadas por todo el contorno, que el viento llevaba de ahí para allá. Unos metros mas, ya todo plagado de aquellas molestas y antiestéticas bolsas voladoras, reparé en una cantidad ingente de gaviotas volando en círculos sobre una extraña loma. Cuando estuve mas cerca, comprobé que me encontraba bordeando el deposito de residuos solidos de Inusa... en una palabra... el basurero de Alicante. Aquello empezó a superarme. Desde luego no esperaba bosques pirenaicos, ni verdes valles gallegos, tampoco iglesias o puentes románicos... No estaba en el Francés. Pero caminar por los alrededores del basurero municipal... pues tampoco.
Sin embargo continué acompañado por los grazñidos del millar de gaviotas que continuaban a lo suyo, unas volando en circulo, otras escarbando entre la basura o simplemente tomando el tibio sol del invierno, muy lejos todas del mar que debía ser su medio natural. Pero supuse que con el mar ya esquilmado y con poco pescado, aquellos pajaros se buscaban la vida en el lugar en que se lo ponían mas fácil... un vertedero donde cada día les servían y cambiaban el menú.
Unos centenares de metros mas adelante volvieron las casas de campo. Primero muy desperdigadas, para luego formar una ocasional urbanización. Los perros me ladraban al pasar, amenazando saltar sus vallas y atacarme por atreverme a molestarlos pues debían ser muy pocos los locos que acostumbraban pasear por allí. Y cuando ya adivinaba el pueblo del Rebolledo a lo lejos, dije ! basta ¡
Aquello no era lo que me había imaginado que sería. No es que fuera solamente el desagradable paisaje por el que me movía, la falta de vegetación, etc... era que no me había preparado mentalmente para esto. Cuando uno hace la peregrinación suele saber, desde varios meses antes a lo que se expone. El peregrino esta preparado para lo bueno y para lo malo (aunque aquello parecía ser todo de lo segundo) El seguir hacia delante es una constante. Seguir la senda marcada hasta el final de la etapa. Un día tras otro hasta completar el periplo que uno se ha impuesto. Y la meta, el albergue o la localidad de destino el punto importante. A medida que avanzaba la mañana yo me alejaba mas y mas del punto de salida, que inexorablemente debía ser el de vuelta, con lo que el reloj trabajaba en mi contra de manera inconsciente. No podía alejarme mucho mas. También la falta de compañía jugaba en contra, no me había preparado para aquella soledad. No llevaba nada para comer ni beber, pues mi plan había sido el de un simple y agradable paseo de exploración, y todo aquello empezaba a fastidiarme de tal modo que reinicie el camino de vuelta mas quemado que la pipa de un indio.

Me surgían toda clase de dudas en mi camino de regreso... ¿Serían así todas las etapas del Sureste? ¿Como solucionaría la logística de los transportes, de ida y vuelta, la Asociación?
Estas y muchas mas preguntas me fueron preocupando aquel día y los que siguieron, y ante la falta de información, las enormes expectativas que tenía con aquellas caminatas fueron cayendo en el olvido y enfriándose. Desde luego no volví a embarcarme en una nueva aventura por el estilo. A eso ayudó la buena costumbre que adoptó por aquellas fechas MªDolores de acompañarme, un día cada fin de semana, en unas pequeñas caminatas por las calles de Alicante, siempre iniciándolas con un chocolate con churros en La Madrileña, y normalmente acabando en la Playa del Postiguet donde tomábamos el sol... y luego a comprar el pan. Esto era sin duda mucho mas emocionante que caminar por el basurero de la ciudad y alrededores... donde va a parar ¡¡¡

miércoles, 14 de mayo de 2008

Primer contacto con el Sureste

Los dos Rafas con su chat particular... ! Que cruz, señor ¡
Lastima que el próximo sábado no podamos contar con el almeriense... sensible ausencia... (snif).
El caso es que este año deberá aprobar todo en Junio... o de lo contrario será que no estudió tanto en el fin de semana. Pero seguro que pronto lo tendremos con nosotros, y podrán los dos continuar con su particular "coso multicolor-batalla de flores-piropos".
En cuanto a Gambin... en lugar de ayunar para comer más el sábado, bien podría editar ya "Alaska" de Mitchener, si es que no hay otra cosa del autor.
! Bueno... y de mi señora qué?... ahí está ella haciendo su comentario... de cada año ¡¡¡ Esperemos que esta puya cibernetica la anime a escribir un poco mas.

Y como... cada loco con su tema... seguiré relatando lo acontecido desde aquella primera toma de contacto con mi Asociación. Tras renunciar a aquella etapa por la Ruta de la Lana, durante varios meses nada mas se supo de las salidas al Camino del Sureste. Desconocía el funcionamiento de aquellas excursiones, e ignoraba que hasta el final del invierno todo quedaba paralizado. Sin embargo el gusanillo iba creciendo en mi interior, y mas después de haber visitado en la basílica de Santa María, el punto de inicio de aquel Camino, el kilómetro cero, representado por una enorme concha de mármol blanca, un bordón de peregrino y una placa conmemorativa que existe en una escalera lateral de la iglesia, con salida a la calle Villavieja.
Así que un sábado de aquellos en que salía a andar para mantener a raya mi diabetes, enfilé la avenida de Aguilera y la carretera de Madrid, hasta llegar al cementerio. Aquello fue como atravesar el cinturón industrial de la entrada de Burgos... largo y cansino... sin ningún aliciente.
Pero al final del muro del camposanto alicantino, sobre un murete medio derruido, apareció la primera señal. La primera flecha amarilla.
La sensación de alegría que sentí fue indescriptible. Puede parecer una tontería, pero se me pusieron los pelos de punta. Para mi, las queridas flechas eran algo que solo aparecían de año en año y tras un largo viaje hasta el punto elegido para realizar tramos del camino Francés. Cada año el primer contacto con aquellas señales de pintura amarilla, eran una especie de bienvenida, una cálida sensación de estar en la dirección adecuada, tras haber esperado muchos meses, con infinidad de preparativos anteriores, para disfrutar de algo que me apasionaba. Y resultaba que ahora podía hacerlo sin salir muy lejos de mi propia casa y sin mas impedimenta que una botellita de agua.
Me emocioné y seguí adelante, cruzando bajo la autovía por un túnel, y con cada flecha que me encontraba crecía la ansiedad por marchar un poco mas y ver la siguiente. El camino asfaltado y el paisaje insulso de casas de campo y alguna que otra pequeña industria no me desanimaban, y en mi cabeza iban pasando aquellos primeros momentos en el Cebreiro y las sensaciones que me acompañaron en mis primeros pasos hacia Santiago. Tras ascender por la carretera una pequeña loma, el camino se desvió bruscamente a mi izquierda internándose ya por una senda de tierra, en la que, de cuando en cuando, aparecían bien en una piedra, bien en uno de los escasos arboles, mas señales en forma de dibujos de peregrino, algún cartelito de madera ya deteriorado por el tiempo con las siglas de la Asociación, y muchas mas flechas amarillas. Estaba exultante. E ingenuamente pensé que aquel sendero de tierra ya me acompañaría hasta las mismas puertas de la catedral compostelana, siendo aquel paisaje campestre la tónica a partir de aquel punto. Nada que ver con los paisajes de Galicia o Navarra, pero a fin de cuentas Camino de Santiago.
El tiempo se me había echado encima y lamentablemente debía iniciar el camino de vuelta, con lo que volví sobre mis pasos, pero haciendo planes para el sábado siguiente en que pensaba volver hasta el cementerio en coche evitándome así el aburrido transcurrir por las calles de la ciudad.

martes, 13 de mayo de 2008

Reencuentros con las granadinas

Unas semanas después de nuestro viaje a Almería y nuestro reencuentro con Rafa, toco uno nuevo e inesperado con nuestras granadinas. A primeros de Noviembre 2006, Inmaculada y Mari habían decidido hacer una visita a su primo Juan Manuel, quien había perdido a su esposa tras una rápida y funesta enfermedad hacia pocos meses. Al viaje se había apuntado Angustias como no podía ser menos.
A media tarde llegamos a Hondón de las Nieves, pequeño pueblo de la provincia de Alicante, donde la familia de mis granadinas regentan un restaurante llamado Hierbabuena. Debido al enorme trabajo que había en el establecimiento, ni cortas ni perezosas, se había colocado el mandil y ayudaban en la cocina. Cuando las mesas de los clientes se fueron desocupando iniciamos una larga charla con "las amigas" y nos pusimos al día en cuanto a nuestras vidas, pero pronto la conversación derivó, como siempre, en los problemas maritales de nuestros ovetenses Alberto y MªJesús, que ya andaban liados en el difícil trance de la venta del piso y reparto de enseres. Menos mal que el trago se hizo mas dulce gracias a unos excelentes pasteles que nos sacó Inmaculada que celebraba aquellos días su cumpleaños. Horas mas tarde, tras atender a sus clientes de la cena la familia de nuestras amigas empezaron a sacarnos todo tipo de platos para nuestra propia cena. La pasta de la que esta hecha esta gente sencilla y agradable, no tiene nombre. Siempre dispuesta a dar todo lo que tienen y mas, en muestra de hospitalidad. Una gente muy sana y cordial, que a pesar de no atravesar una muy buena época de sus vidas, se deshacían por agradar a sus invitados.

Pero esta no fue la única vez que coincidimos con las de la Herradura... unos meses después, ya en primavera, decidimos hacer una escapada hasta Granada y ver su Semana Santa. De nuevo acompañados de Alvaro y mi hermana Isabel pasamos unos días en la capital nazarí. Visitamos la Alhambra, el resto de la ciudad y tuvimos ocasión de ver alguna procesión a pesar del intenso frío que hacía aquel mes de Abril.
Llamamos a Inmaculada y concretamos un encuentro en Granada al que que también acudiría MªJesús, que sumida en plena depresión, había decidido pasar unos días de vacaciones lejos de Oviedo.
El sábado 7 de Abril, a la hora de comer, nos volvíamos a encontrar todos en la Plaza Bib-Rambla junto a la catedral. Tras un corto paseo hasta el Paseo de los Tristes, donde estábamos hospedados aquellos días, nos dirigimos hasta el restaurante Topolino donde comimos todos juntos. El café y los helados nos los tomamos de nuevo en la plaza, en una heladería donde nunca he visto presentación de helados tan sugestiva y espectacular. Todos sentados alrededor de la mesa departimos largo y tendido... o diré mejor que las mujeres, que eran notoria mayoría, se despacharon a gusto, poniendo a caldo al genero masculino, en clara referencia a los problemas que Alberto el ovetense había creado a una demejorada MªJesús, en plena depresión y "duelo".
Decir que Inma, Mari y Angustias, que estaban en su salsa, encontraron perfecta replica de MD y mi hermana... para un hombre solo no era una buena situación, con lo que me limité a asentir cuando ocasionalmente pedían mi opinión y a darle al cucurucho de helado.
Fueron solo una pocas horas las que estuvimos juntos en aquella ocasión, pero una alegría tremenda de haber podido estar de nuevos con todas nuestras amigas.

Dos días después, el lunes 9 de Abril, cuando regresábamos a Alicante, nos desviamos hasta Almería llegando justo a la hora de la comida. Rafa esta vez nos llevó hasta una pizzeria de la avenida de la estación y, durante el tiempo que duró la comida, hizo un alarde de su extenso repertorio de chistes. El desvío de nuestra ruta en algo mas de 100 kms había valido muy mucho la pena. A la alegría de volver a ver a nuestro buen amigo, había que añadirle las risas que nos habíamos echado. Siempre he querido juntar a las granadinas con el almeriense y ver cual de todos ellos es mas hilarante, con mas ocurrencias... es una asignatura pendiente que tengo.

lunes, 12 de mayo de 2008

Visita a Almeria

Pero antes de adentrarnos en las etapas del Camino del Sureste, por cronología, deberemos relatar la visita que hicimos a Almeria, y a nuestro amigo Rafa, hoy "vecino de abajo", aprovechando el puente del día de la Comunidad Valenciana del 2006. Rafa había estado en Alicante en Julio, y habíamos quedado en devolver la visita. Además, Almería era una de las capitales andaluzas que aun no conocíamos, por lo que la ocasión era ideal.
Y allí nos plantamos, acompañados de Alvarito y mi hermana Isabel, en el hostal Maribel que nos había reservado Rafa, justo enfrente de su casa.
Tras los abrazos, el almeriense nos subió en su coche y nos llevó hasta un pueblecito de pescadores en pleno Parque Nacional del Cabo de Gata, llamado la Isleta o Pico del Moro, donde las vistas de la costa eran magnificas, como magnifica fue la comida a base de frituras de pescado que nos ofrecimos.
Tras la comida, visita a la Bahía de los Genoveses y playa de Monsul, practicamente vírgenes y muy alejadas de lo que estamos acostumbrados aquí en la Costa Blanca... Nosotros ya hubiéramos construido una pequeña ciudad de apartamentos, con varios hoteles y campos de golf, al menos dos centros comerciales con suficientes salas de cine para que tocara a una por cada diez veraneantes, varios chiringuitos en la misma arena, ... y no sé cuantas cosas mas. Al menos fue chocante comprobar que tuvimos que andar mas de 500 metros desde el lugar donde dejamos el coche para alcanzar la arena de las playas. Luego café en el pequeño puerto de San José, donde la tranquilidad reinaba a sus anchas, para tras el momento de relax volver hasta la capital donde pudimos descansar en las habitaciones, quitarnos el sopor del viaje y de la copiosa comida.
Ya por la noche, un paseo por el centro de Almería donde cenamos, y mas tarde, café y copas en el casco antiguo.
A la mañana siguiente, café y churros en el bar La Gloria, que antiguamente estaba situado en el camino al cementerio, y permitía a los parroquianos "estar en la gloria" antes incluso que los pobres difuntos a los que se iba a visitar y llevar flores. ! Cosas de los almerienses ¡ Y mas tarde visita al casco histórico de la ciudad, su Ayuntamiento en la Plaza de los Coloraos, la Catedral, el puerto, con su Cable Ingles, un extraño artilugio para transporte y descarga de minerales, y el Paseo Marítimo.
Almería, tal y como nos había avisado Rafa en su visita a "la Terreta", tenía un asombroso parecido a Alicante. Si bien algunos elementos estaban cambiados de sitio, su Alcazaba podía muy bien hacer las veces de nuestro Castillo de Santa Barbara con los cascos antiguos a sus pies. La esplendida Rambla Federico Garcia Lorca, podría parecerse a nuestra Mendez Nuñez, con el puerto al final de ellas, y sus paseos a ambos lados, como nosotros tenemos Canalejas y La Explanada. Finalmente la playa en el interior de la ciudad como la nuestra del Postiguet eran un calco entre las dos ciudades costeras y levantinas.
A la hora de la comida, nuevo hartazón de frituras de pescado. En un chiringuito perfectamente provisto de toda clase de pescados y mariscos, en el que por error duplicaron la comanda, pero que nos vino al pelo para darnos un autentico festín culinario, que aún recordamos con gula.
Por la tarde no hubo mas remedio que hacer un campeonato de siestas. No podría decir quien fue el que ganó el primer premio... yo debía estar aun durmiendo...
Por la noche, todos muy tocados por las largas caminatas y mas largas comidas, decidimos por unanimidad quedarnos en casa de Rafa, donde charlamos de nuestras cosas y finalmente vimos una de las películas favoritas de nuestro amigo, un film francés titulado "Callate", con el que todos nos partimos de risa con Jean Reno y Gerard Depardieu. Finalmente una cosa tan sencilla como un poco de tertulia y ver una película de vídeo resultó una de las veladas mas entretenidas y agradables que recodábamos haber pasado.
A la mañana siguiente, la de nuestro regreso, madrugué y aproveché para hacer mi propia visita por la zona de la Puerta Purchena, el Paseo de Almería y el Mercado, para regresar hasta el hostal cuando mi gente se empezaba a levantar. Rápido desayuno, casi almuerzo ya, y despedida de nuestro perfecto anfitrión con los deseos de realizar un nuevo camino juntos... pero que finalmente quedo en solo un proyecto. Sobre las doce del medio día dejábamos Almería y a nuestro amigos Rafa, para dirigirnos hacia Alicante, aunque al paso por Mojacar y Garrucha se nos antojó una parada, con lo que acabamos comiendo allí. Aquello supuso que el paso por Murcia fuera a la hora del regreso de todos los turistas del mundo mundial, y que permaneciéramos mas de tres horas parados en una increíble retención de trafico. María Dolores, al mando del radio cassete, nos puso al día a todos en cuanto a CD's de música de Luis Miguel. Desde aquel día odio a muerte al cantante mexicano... y los muebles de Ikea, causantes del enorme atasco ya que todos los alicantinos aprovecharon nuestro día de fiesta para sus compras.

sábado, 10 de mayo de 2008

Polonia

Este libro, editado por Plaza & Janes en 1.984, y cuyo autor es James A. Mitchener, un norteamericano ganador del Pulitzer de literatura en 1.948 y especializado en sagas nacionales,( de las cuales varias se han llevado al cine) se puede leer como narración emocionante o como libro documentado. Ya que Mitchener novela la historia, o convierte siempre la historia en novela, pero con una exquisita prosa muy documentada.
A través de tres familias, mas bien tres dinastías, los Lubonski de la alta burguesía, los Bukowski caballeros sin fortuna, y los Buck campesinos pobres, todos ellos personajes de ficción, asistimos a los avatares de la vida de un estado con una impresionante voluntad de sobrevivir, pues Polonia es un país un tanto mártir, que por su situación, encrucijada geográfica, ha soportado siglo a siglo, continuas invasiones, obligando a los polacos a una lucha constante y a veces heroica, para rechazar sucesivamente a tártaros, suecos, turcos, alemanes, rusos... incluso soportar que durante épocas ni siquiera existiera oficialmente, absorbida por los países limítrofes.
Por lo tanto nos encontramos con la historia, desde el siglo XII con Gengis Kan apuntando a Europa Central para sus conquistas, hasta practicamente nuestros días, con la proclamación de Karol Wojtyla como Papa Juan Pablo II, y nuestras tres familias inmersas en sucesivas guerras, Ordenes de caballería, nacimiento y declive de imperios, ejercitos invasores, reconstrucciones del país, giros del destino, la religión católica y tendencias políticas, etc... En la trama y la acción narrada en el libro aparecen, entremezcladas muy habilmente personajes reales como el rey Jan Sobieski Catalina La Grande, los Habsburgo, Federico Chopin, Lech Walesa, el líder sindical de "Solidaridad", o lugares como los campos de concentración nazis de Majdeweck y Treblinka o las fabricas de la industria pesada de Katovice y los astilleros de Gdansk.
Un enorme "colage" que nunca decae y entretiene al mismo tiempo que va enseñando aspectos desconocidos de este gran país, otrora lejano, y hoy en día tan cercano con la nueva y actual configuración de Europa.

viernes, 9 de mayo de 2008

Con la Asociacion del Camino en Alicante

Efectivamente, y ya esta corregido, el Barcelona marcó un gol... pero eso casi no cuenta, ni se debe tener en cuenta... o solo para maquillar un poco la debacle azulgrana.

MªCarmen, hurgando en la herida, haciendo sangre... manda un correo a proposito del BarÇa. Se trata del nuevo ChikibarÇa, y dice así:

Uno, sincopalrey, Dos, sinligaespaña, Tres, sinchampionlig, ... Y Cuatro el paseillo. Los periodicos catalanes aconsejaban a sus lectores, conectarse a T5 a las 22,05, para evitar la verguenza del paseillo. ! Que solitaria y desangelada debe andar la plaza de Canaletas ¡

Pero continuemos con el diario de mis peripecias...Los dias siguientes al regreso a Alicante, al margen de la vuelta al aburrido trabajo, fueron de una febril actividad en lo concerniente a las fotografias tomadas durante el tramo entre Logroño y Burgos. Mi deseo de participar en el Concurso fotografico de la Asociación, me hacía tener que darme prisas con la elección de la fotos y los lemas, el revelado, la ampliación y preparación de las imagenes para llegar a tiempo a la fecha limite de presentación.Conseguí hacerlo sin detenerme mucho a pensar en titulos poeticos y trascendentales. Lo importante no era ganar, sino participar... y con esa filosofía pasó lo que tenía que pasar...no gané. Pero antes, en el momento de dejar mis fotografías, aproveché para cumplir con otra de mis ideas... hacerme socio de aquel grupo de entusiastas del Camino de Santiago que como yo estaban enganchados a la ruta Jacobea. Salí de allí con el numero 291, y por solo 29 € al año sabía que contribuía al sostenimiento de la agrupación, en la que trabajaban desinteresadamente numerosas personas, siempre dispuestas a facilitarnos credenciales, consejos útiles a tener en cuenta al iniciar el camino, además de organizar diferentes actividades y eventos como los que en adelante relataré. A editar una revista, "En Camino" que con tres o cuatro numeros al año, informaba de las novedades en cuanto al Camino del Sureste. E incluido en dicho precio, recibir también las cuatro revistas "Peregrino" que manda la Federación de Asociaciones de Amigos del Camino de España desde Logroño, su sede general. Y volviendo al día de la inauguración de la exposición, diremos que aquella tarde no llovía... !!! jarreaba en Alicante ¡¡¡ MªDolores y yo bajamos al acto... como pudimos y calados como pollos, fuimos contrastando las cuarenta fotos a concurso, de las cuales cuatro (el 10%) eran mias, debiendo reconocer que la ganadora era, con diferencia, la mas original, mostrando un ojo esculpido en el techo de la catedral compostelana, y que ninguno de los presentes, algunos con muchas visitas a Santiago a cuestas, nunca ninguno había reparado en él. Durante los "canapes" posteriores a la inauguración, fui presentado como nuevo socio por Antonio Gomez, el Secretario, a varios de los asistentes, entre ellos a Federico Ramirez, nuestro Presidente. Este, me invitó a participar en las salidas que por el Camino del Sureste se realizaba cada año, y en especial, a una salida por la Ruta de la Lana que en breve debía celebrarse por los alrededores de la albaceteña plaza de Alos. La fecha de aquella salida coincidía con una celebración familiar y hube de declinar el ofrecimiento. El Presidente, fue oir mi negativa y... perder todo interes por mi persona... Sin duda a eso se le llama empezar con muy mal pie... Excusándose discretamente y despidiéndose, se retiró para atender a otras personas. Sin embargo, en posteriores encuentros con Federico, la relación ha sido no solo buena, sino excelente, dado el caracter abierto y afable de esta persona, y en general de todas las que me he ido encontrando a lo largo de muchas etapas y encuentros. ! Faltaría mas ¡

jueves, 8 de mayo de 2008

Hora del regreso y pa casa

4-1 y fiestón en el Bernabeu. Ya se veía venir... Deco y E'too lo vieron claro en la bolita esa que rueda sobre el césped. No es de cristal... pero ellos lo vieron. Y ya se habían escaqueado con antelación suficiente (A Ronaldinho ni se le esperaba... ese, está en otras cosas) Esto va por barrios, y lo que hoy es celebración y alegrías, en unos meses puede resultar a la inversa. Pero hoy, que nos quiten lo bailao ¡¡
Y llegó la mañana del sábado 16 de Septiembre 2006, final de mis días de vacaciones, y de mi tramo por la Rioja y la provincia de Burgos. Lamentablemente, tocaba volver a casa. Me desperté con pesar, tomé la mochila, cuyo peso y engorro había olvidado ya, y salí a la calle. Para despedirme de Burgos, elegí la proximidad de la Catedral gótica donde desayuné y compré un bocata para el viaje. Enfilé hacia la pequeña estación de tren y a la hora prevista salía en un cercanías hacia Palencia, donde tras esperar dos horas debería tomar otro enlace hasta Alicante. El viaje en el cercanías fue rápido, y recuerdo que al salir de Burgos traté, sin éxito, de adivinar por donde discurría el Camino en su salida de la capital, o ver a algún peregrino rezagado iniciar su etapa del día.
En la estación de Palencia, durante las dos horas de espera, almorcé por dos veces, y compré un libro para matar el tiempo. Cuando pasadas las 12 llegaba mi tren Gijón-Alicante, aparecieron una pareja de peregrinos extranjeros en bicicleta, que debían buscar mi mismo enlace hacia Burgos. La particularidad era que al hombre, bastante mayor ya, le faltaba una pierna, y daba pedales mediante una especie de prótesis ortopédica. Me emocionó el pensar en las dificultades que debería pasar aquella pareja para poder cumplir con su peregrinación, pero la motivación seguro que podría con su handicap. También pensé una vez pasado el subidón de sentimentalismos, y con cierta dosis de humor negro, que la parte positiva estaría en las ampollas... solo podrían salirle en un pie.
8 horas mas tarde llegaba a Alicante, donde me esperaba MªDolores, y una vez en casa abrimos los regalos que traía. La cara de alegría de Alvaro al ver lo que le correspondía a él, es de las cosas mas bonitas que uno se encuentra al regreso. Y el volver a estar con los mios... y el final de la separación con MD a la que siempre echo de menos... y el querer relatar atropelladamente todo lo bueno (y lo malo) acontecidos en esos pocos días en pocos minutos... todo eso forma parte también parte muy importante del periplo.
Estando allí, de nuevo con mi gente mas querida, nos acordamos de mi hermana Isabel que debía estar por las cercanías de Roncesvalles. La llamé y resultó que aquella mañana al llegar a Pamplona una lluvia torrencial la estaba esperando. Que tras hacer una corta visita a la Colegiata había iniciado su marcha, en medio de una cortina de agua que debido al barro había hecho imposible su avance, con lo que se había quedado en un hotelito de Burguete, a solo cuatro Kms. de Roncesvalles. Me acordé de mi año anterior, y de que la vispera de mi llegada habían caído 145 litros por metro cuadrado por aquella zona, y que los peregrinos contaban lo dantesco que les había resultado aquella situación.
A pesar del contratiempo, y de los malos momentos pasado durante la marcha, se encontraba encantada por los paisajes por los que había transitado. Lo peor aún estaba por llegar. Al día siguiente, la climatología empeoró, y mi hermana, sola y sin compañía, patinando las mas de las veces y cayendo en el barro en otras, arrastrando en sus botas kilos de barro... consiguió finalmente, cerca de las cuatro de la tarde, llegar hasta el Puente de la Rabia en Zubiri, donde se hinchó a llorar desconsolada por la tremenda etapa soportada. Aquellos pucheros debieron ablandar el corazón del hospitalero del primer albergue, junto al puente, que le dio una cama que reservaba para casos extremos. Podía haber sido mucho peor y haber caído en el municipal, o incluso en el suelo del frontón como me sucediera a mi. Una vez duchada, cambiada y seca los compañeros la fueron animando y de esa manera conoció a Juan y Josep, un logroñés y un catalán, y a Izaskun, una donostiarra, de los que ya no se separó en todo el tramo hasta la capital riojana y con los que entabló una estrecha y magnifica amistad, que aún hoy perdura con ocasionales llamadas de teléfono. Sin embargo, Isabel no quedó enganchada al Camino, como le sucede a infinidad de gentes entre los que me debo incluir yo mismo. Tras proyectar nuevas salidas a la ruta para años sucesivos, eufórica a su regreso, e incluso acompañarme en varias etapas al Camino del Sureste, poco a poco fue perdiendo la ilusión, quedando aquellos días como una mera experiencia mas, pero no a repetir. ! Ella se lo pierde... ¡

martes, 6 de mayo de 2008

Cochinillo a la leña

Tal y como prometí ayer, regresamos al diario del Camino y a aquel último día en Burgos. A lo tonto a lo tonto, me había metido entre pecho y espalda aquella mañana una buena pila de kilómetros, en aquel recorrido hasta La Cartuja, vuelta hasta la ciudad, continuación hasta el Monasterio de Las Huelgas, y de nuevo hasta el centro. Varias horas andando... como si de una etapa mas se tratara... y sin haber probado bocado, sin ni siquiera un simple café, las tripas me iban produciendo retortijones a medida que andaba por el bonito Parque de la Isla que bordeaba el rio Arlanzón. Con la vista buscaba las agujas de la Catedral, donde me esperaba mi bien ganada comida.
Me senté de nuevo en el Mesón Don Nuño y esta vez pedí el cochinillo a la leña.
Ahí lo tenéis... ! Animalico...¡ descansando sobre su lecho de patatas fritas... ! Que pena me dio¡ Pero, como siempre, se me pasó enseguida y ataqué aquella sabrosa carne como un naufrago. Y cuando se fueron acabando las patatas, la emprendí con la ensalada que en un principio no pensaba comerme. Resultado: me volví a ganar los elogios del camarero, y una vez acabado, conseguí una excelente foto del descarnado esqueleto de un cerdito, ya que rapiñé hasta las poca mollitas que tenía el muñón de la pata, con piel y todo.
Acabado el postre y el café, y a diferencia del día anterior con la olla podrida, me sentí renacido y con fuerzas, con pocas ganas de siesta, sin duda el colesterol y las grasas animales polisaturadas habían tenido algo que ver. Bien al contrario, decidí visitar el Castillo, con lo que ascendí la empinada cuesta hasta alcanzar, primero un mirador desde el que la vista de Burgos era excepcional, para mas arriba llegar hasta las puertas del castro y encontrarme con que a esas horas estaba cerrado. De todas formas desde las rejas podía verse que la visita no era nada importante, cuatro muros de piedras grises, un par de fosos y poco mas.
La bajada la hice por un camino diferente, siguiendo las rojas murallas hasta llegar a la medieval Puerta de San Esteban, y de ahí al Barrio Gótico con varias iglesias interesantes. De pronto me encontré en la plaza de las Cuatro Estaciones, donde su pequeña fuente, las balconadas y miradores acristalados de las típicas casas y la vista de las agujas de la catedral daban al conjunto una bellísima estampa de un romanticismo propio de otros tiempos.
Pasé por delante de la Taberna del Tenorio, una especie de pub o mesón que me hubiera gustado conocer por dentro, pero me quedé con las ganas ya que la hora de la tarde no era la mas propicia para ello. Así, callejeando y fotografiando todo aquello, me encontré de nuevo en Lain Entralgo. Compré unas cajas de dulces, unas tabletas de chocolate y un kilo de morcilla de Burgos, acordándome de "la coletilla" que siempre suelta Rafa, el vecino de abajo... "Si vas a Alicante no dejes de probar su morcilla de Burgos..." (supongo que le sirve para cualquier ocasión, bastándole cambiar Alicante, por Murcia, Caceres o Argentona...)
Y de nuevo al hostal donde tras dejar los paquetes, me dí una ducha caliente para tratar de resucitar las piernas... (las necesitaba para mas adelante) y después de descansar un rato, volví a salir para una nueva inspección. Aunque no fui muy lejos. El cansancio me tenía agarrotado y dolorido a pesar de la larga ducha. Paseé lo justo hasta volver a ver la Plaza Mayor, la estatua del Cid y la Casa del Cordón y para entrar en una tasca y cenar un pincho de tortilla y merluza rebosada.
Llamé a MD y mas tarde a mi hermana, que acababa de salir hacia Pamplona y Roncesvalles para iniciar en solitario su Camino a Santiago. Tuve las fuerzas justas para preparar mi mochila y ubicar los paquetes y regalos que llevaba a casa y me dejé caer en la cama, donde me desmayé plácidamente.