martes, 13 de mayo de 2008

Reencuentros con las granadinas

Unas semanas después de nuestro viaje a Almería y nuestro reencuentro con Rafa, toco uno nuevo e inesperado con nuestras granadinas. A primeros de Noviembre 2006, Inmaculada y Mari habían decidido hacer una visita a su primo Juan Manuel, quien había perdido a su esposa tras una rápida y funesta enfermedad hacia pocos meses. Al viaje se había apuntado Angustias como no podía ser menos.
A media tarde llegamos a Hondón de las Nieves, pequeño pueblo de la provincia de Alicante, donde la familia de mis granadinas regentan un restaurante llamado Hierbabuena. Debido al enorme trabajo que había en el establecimiento, ni cortas ni perezosas, se había colocado el mandil y ayudaban en la cocina. Cuando las mesas de los clientes se fueron desocupando iniciamos una larga charla con "las amigas" y nos pusimos al día en cuanto a nuestras vidas, pero pronto la conversación derivó, como siempre, en los problemas maritales de nuestros ovetenses Alberto y MªJesús, que ya andaban liados en el difícil trance de la venta del piso y reparto de enseres. Menos mal que el trago se hizo mas dulce gracias a unos excelentes pasteles que nos sacó Inmaculada que celebraba aquellos días su cumpleaños. Horas mas tarde, tras atender a sus clientes de la cena la familia de nuestras amigas empezaron a sacarnos todo tipo de platos para nuestra propia cena. La pasta de la que esta hecha esta gente sencilla y agradable, no tiene nombre. Siempre dispuesta a dar todo lo que tienen y mas, en muestra de hospitalidad. Una gente muy sana y cordial, que a pesar de no atravesar una muy buena época de sus vidas, se deshacían por agradar a sus invitados.

Pero esta no fue la única vez que coincidimos con las de la Herradura... unos meses después, ya en primavera, decidimos hacer una escapada hasta Granada y ver su Semana Santa. De nuevo acompañados de Alvaro y mi hermana Isabel pasamos unos días en la capital nazarí. Visitamos la Alhambra, el resto de la ciudad y tuvimos ocasión de ver alguna procesión a pesar del intenso frío que hacía aquel mes de Abril.
Llamamos a Inmaculada y concretamos un encuentro en Granada al que que también acudiría MªJesús, que sumida en plena depresión, había decidido pasar unos días de vacaciones lejos de Oviedo.
El sábado 7 de Abril, a la hora de comer, nos volvíamos a encontrar todos en la Plaza Bib-Rambla junto a la catedral. Tras un corto paseo hasta el Paseo de los Tristes, donde estábamos hospedados aquellos días, nos dirigimos hasta el restaurante Topolino donde comimos todos juntos. El café y los helados nos los tomamos de nuevo en la plaza, en una heladería donde nunca he visto presentación de helados tan sugestiva y espectacular. Todos sentados alrededor de la mesa departimos largo y tendido... o diré mejor que las mujeres, que eran notoria mayoría, se despacharon a gusto, poniendo a caldo al genero masculino, en clara referencia a los problemas que Alberto el ovetense había creado a una demejorada MªJesús, en plena depresión y "duelo".
Decir que Inma, Mari y Angustias, que estaban en su salsa, encontraron perfecta replica de MD y mi hermana... para un hombre solo no era una buena situación, con lo que me limité a asentir cuando ocasionalmente pedían mi opinión y a darle al cucurucho de helado.
Fueron solo una pocas horas las que estuvimos juntos en aquella ocasión, pero una alegría tremenda de haber podido estar de nuevos con todas nuestras amigas.

Dos días después, el lunes 9 de Abril, cuando regresábamos a Alicante, nos desviamos hasta Almería llegando justo a la hora de la comida. Rafa esta vez nos llevó hasta una pizzeria de la avenida de la estación y, durante el tiempo que duró la comida, hizo un alarde de su extenso repertorio de chistes. El desvío de nuestra ruta en algo mas de 100 kms había valido muy mucho la pena. A la alegría de volver a ver a nuestro buen amigo, había que añadirle las risas que nos habíamos echado. Siempre he querido juntar a las granadinas con el almeriense y ver cual de todos ellos es mas hilarante, con mas ocurrencias... es una asignatura pendiente que tengo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola a todos:
Viendo estas fotografias, recuerdo los dias tan fantasticos que pasamos todos juntos. Las granadinas son terribles, no paraban de hablar ni un minuto y con su forma de ser nos alegraron el dia. Cuantos lugares visitamos en tan poco tiempo y el final con nuestro querido Rafa fue apoteosico. Cuanto nos reimos con sus chistes y sus ocurrencias durante la comida. Yo me uno al deseo de Alberto de juntar a los andaluces: seria una experiencia única. Hasta pronto