miércoles, 30 de abril de 2008

De Miraflores a Las Huelgas

Coloco la foto de la imagen de San Bruno, fundador de la Orden de los Cartujos, no porque me haya dado la vena religiosa... (a la mañana siguiente me encontraba totalmente recuperado de los excesos místicos de la tarde anterior), sino por que me viene al pelo, pues según los planes previstos, tocaba visita a Miraflores y a Las Huelgas.
Con anterioridad, me había despertado, yo solito, sobre las siete. Ningún peregrino aquella mañana había hechos los típicos ruidos. Por tanto me dedique a asearme y vestirme dando todos los golpes y portazos de los que fui capaz... la venganza se sirve en plato frío, suelen decir.
Y frío es lo que me encontré, cuando atravesaba por un puente el Rio Arlanzón y me encaminaba por el Paseo de la Quinta. La gente que me encontraba a mi paso iba vestida ya de invierno, y me miraba extrañada por mis pantalones cortos. Tardé casi dos horas en llegar hasta la Cartuja de Miraflores, ya que erré el camino en una ocasión, aunque tuve oportunidad de ver un remanso del río plagado de bonitos patos e infinidad de zonas arboladas.
Nada mas entrar en el claustro, me crucé con un auténtico cartujo, con su habito blanco e incluso con su tonsura. No fui lo suficientemente rápido como para sacar la cámara a tiempo, pues el "hermano" corría como un gamo, desee que fuera por que llegaba tarde al oficio de maitines, eso hubiera completado bien "el cuadro". De cualquier manera, perdí la oportunidad de una excelente foto. Por el contrario, saqué mi entrada, compré el libro del monasterio y un rosario de pétalos de rosas, que mas tarde coloqué como regalo a la familia.
A pesar de que la cartuja estaba en plena restauración, y que el singular retablo mayor permanecía protegido por una enorme tela debido a los trabajos, esta tenía impresa, a tamaño real, la fotografía del singular entramado iconográfico. Contemplé extasiado el famoso sepulcro de alabastro de Juan II e Isabel de Portugal, mandados construir en 1.486 por su hija, Isabel La Católica, a Juan de Siloé, que le dio esa particular forma de estrella de 8 puntas. También disfruté con la exquisita sillería del coro, con innumerables tallas de vírgenes, santos y en especial con una curiosa figura de un Santiago Peregrino, que había sido expuesto con su restauración a medias, con una de sus mitades sin arreglar y en la que podía apreciarse los efectos de insectos xilófagos y carcomas, con centenares de pequeños orificios. Unas pantallas de televisión daban interesantes vídeos de todos los tesoros que albergaba la cartuja y que debido a las obras dejaban de verse, con lo que al menos la visita fue ilustrativa y no fue un viaje perdido.
Con algún que otro problema al regreso hacia la capital, de nuevo en forma de vía del tren y vallas, lo que mi hizo acordarme de las peripecias de dos días antes con MªCarmen y Luis Ángel, volví de nuevo a encontrar La Quinta, andando esta vez por una auténtica alfombra de hojas secas caídas de los árboles, lo que me valió la oportunidad de unas bellas fotos de Burgos en otoño.
El paseo o mas bien la tremenda caminata, que me supuso cruzar Burgos de punta a punta, me llevo de nuevo cerca de dos horas. Al menos las vistas desde el rió eran fabulosas, y conseguí hacerme una idea de donde estaba la estación de ferrocarriles, ya que dí con un peregrino sesentón, que acababa de llegar en tren y andaba como yo buscando Las Huelgas para una visita rápida antes de iniciar el Camino.
Llegamos unos minutos después de la una, y la última visita guiada de la mañana acababa de iniciarse. Tuvimos que correr para poder agregarnos al grupo turístico que comandados por una eficiente guía del Patronato Nacional de Turismo, nos fue llevando por las diferentes salas y capillas del impresionante Monasterio. Primero la nave de Santa Catalina o del Evangelio, donde me hizo gracia el suelo de enormes tablas de madera. que supuse era el parquet de aquella época. Seguimos por el Coro de Las Monjas, para salir al claustro mayor o de San Fernando lleno de relieves en piedra; de ahí a la Sacristía donde me llamó la atención una enorme puerta con influencias mudéjares; luego al claustro de Las Claustrillas con sus altas y retorcidas columnas; nuevas salas y capillas con infinidad de cosas interesantes, para finalmente salir a un zona de huerta, donde en una pequeña ermita de impresionantes artesonados en los techos, pudimos ver la figura del Santiago del Espaldarazo, que con su brazo articulado y armado de espada, servía para armar a los caballeros en la edad media.
Terminamos la visita con un paseo por los exteriores, donde admiramos las trabajadísimas fachadas del enorme Monasterio.
Casi las dos de la tarde, y con un hambre canina, aún me quedó tiempo para acercarme hasta el Albergue Municipal del Parral, practicamente a la salida de la ciudad, donde sellé mi credencial e inicie el largo camino hasta el restaurante Don Nuño, frente a la catedral. Si la contemplación de aquellas dos maravillas que había disfrutado aquella mañana me tenían abobado, el pensar en lo que venía a continuación me dio alas para esprintar por las calles de Burgos.

martes, 29 de abril de 2008

Tras la siesta

Veo al "vecino de abajo" (Rafa de Almeria) algo bajo de moral por los fracasos de Fernando Alfonso... y lo que te rondaré moreno. Pero supongo que no habrá mal que cien años dure, y la próxima temporada el Renault vaya mejor que las dos ultimas temporadas. Lo de Hamilton, sí que puede quedar en eterna promesa. Pero a fin de cuentas... nosotros cogiendo berrinches y soponcios, y ellos embolsándose cantidades astronómicas en contratos y publicidad, al igual que en el futbol, por cierto. El negrito además ha descubierto que también se gana pasta escribiendo libros... ¿Y este...? ¿ Lo veis con suficiente capacidad literaria para escribir un libro ? En caso contrario.... ¿se lo habrá escrito un tercero...? Lo que se suele llamar "un negro"... pero ¿si él ya es suficientemente negro... se lo habrá escrito "un blanco"? ! Hay que joderse ¡
Lo de mi blog, es que alcanza ya unos niveles... Entro en numerosos blogs y no encuentro los servicios que pueden utilizarse en el mio de un tiempo a esta parte. Aquí, a aparte de un chat que han montado algunos lectores, se puede comprar lavadoras y destornilladores eléctricos... algún que otro apartamento en Murcia... Pero lo de ahora.... ¿Quien nos iba a decir en el mes de Octubre, que incluso íbamos a poder leer libros directamente de internet, sin pasar por la caja de FNAC? ! Este Gambín...¡ Habrá que ir pensando en pagarle por tantos desvelos e inventos útiles.
Y volviendo a Burgos... adjunto una curiosa foto de unas yuntas de bueyes que me encontré por la céntrica calle de Lain Calvo, después de mi placentera siesta. No me preguntéis a que era debido. Supongo que alguna romería o acto cultural locales.
El caso es que la olla podrida me había dejado satisfecho pero con una "galgana" tremenda encima. No estaba yo aquella tarde para muchas aventuras. Con lo que tras comprar algunas vituallas para la cena de la noche, volví hasta la inmediaciones de mi hostal, y en la plaza de San Lesmes visité el Museo de Marceliano Santamaria, lo que me llevo cerca de dos horas, pues eran mas de 200 cuadros los que tenían allí expuestos de aquel retratista y paisajista burgalés. En la planta baja del Museo, otra exposición en forma de multitud de pantallas de televisión, con vídeos de trozos de películas, cuya temática era Castilla y León vista por el mundo del Cine. Secuencias de films tales como Doctor Zhivago, 55 días en Pekin, Conan El Bárbaro, El Cid, Patton... casi todas durante la época dorada de los estudios de Samule Bronston; o nacionales como Furtivos, La Caza, El disputado voto del señor Cayo, y numerosas mas. Y preguntará la gente...¿ que tienen que ver Castilla y León con esos titulos tan afamados?. Pues que todas ellas estaban rodadas en exteriores, y algunos interiores, de aquella Comunidad Autónoma.
Una vez "culturizado" pasé hasta la cercana iglesia de San Lesmes para un sesión de "espiritualidad", y como casi cada año, fue en esta iglesia donde me vino "el espíritu" religioso del Camino a visitarme. Este año, casi en el ultimo minuto, pues en algo mas de 24 horas regresaba a casa. Confesé con un sacerdote bastante enrollado, y como en el año 2005 en Los Arcos, mas que contar pecados, que es un rollo, hablamos de la Ruta de Santiago hasta que una beata carraspeo a mi espalda reclamando su sitio en el reclinatorio.
La tarde-noche no daba para mas. En "Gracia de Dios" como el día de mi primera comunión, me volví al hotel. Vi algo de tele, dí el parte de guerra a MªDolores como cada noche, hablé con mis amigas las granadinas, cené un poco a pesar de no tener hambre y me dormí cuando aún no eran las diez y media de la noche... sin duda, restos en el subconsciente del paso por los albergues.

lunes, 28 de abril de 2008

Hoy, de comidas y vinos

Siento no saber mucho sobre vinos. No es mi fuerte. Me agrada el sabor cuando solo de una copita testimonial se refiere, acompañando alguna comida especial, pero no consigo paladearlo como se debe, o notar las diferencias entre sus diferentes "bouquets" o añadas. Mucho menos aún, diferenciar su procedencia. Muchos años y litros de coca cola (hasta que llego la diabetes) me debieron embrutecer y no alcanzar esa cultura del vino que tan en boga está actualmente. Eso sí, y a raíz de mi paso por las diferentes tierras del Camino, me he obligado a mi mismo a probar todo caldo que se me presenta en la mesa. Una especie de homenaje a ese otro camino, el culinario, que nos encontramos en la ruta. Costumbre que inicié en Santiago cuando, para acompañar aquella tremenda mariscada, acabé con una botellita de fresco Alvariño. De ahí, pasando por la sidra en el asador Iruñazarra de Pamplona, y con varias botellitas de vino de Rioja por la ruta hasta Logroño, llegué hasta Burgos, donde también probé el vino de la tierra. Y como muestra... un botón... o mejor aún, una foto de los huesecillos que quedaron en el plato, y de como prácticamente no quedó nada de la jarrita de vino.
Tampoco quedó nada en nuestros vasos y platos el sábado por la noche. Me explicaré: Varios matrimonios de amigos e incondicionales del Camino del Sureste, nos juntamos en un restaurante de Alicante el pasado sábado para una agradable cena, y una no menos divertida copa con posterioridad. Berín, y su esposo Alfonso, Tere y Daniel, Valentín y Finita, juntamente con María Dolores y un servidor, pasamos una agradabilísima velada en la que la charla y las risas fueron la constante de la noche. Cerca de 5 horas, hasta mas allá de las dos de la madrugada, nos sirvieron, no solo para comentar historietas de nuestras excursiones por el Sureste y otros Caminos, sino para ponernos al día de otros temas y anécdotas. De paso, MD por fin conoció a mis amigos, ya que ella no es de las habituales de las marchas, y así pasar una fabulosa noche, por momentos hilarante, como cuando a mi me dio por contar historias y chistes a mi manera, y que ambos estuvimos de acuerdo en esperar que no fuera la ultima, si no el inicio de una sana y buena costumbre.
Decir también que prometí a mis amigos que pronto iniciaría en este blog el relato de nuestras etapas por Alicante y Albacete, así como álbum nuevo de fotos, donde ellos empezarían a ser los protagonistas, pues de momento varios de ellos solo leen, silentes en cuanto a comentarios, las aventuras por el Francés, sin tener pie para intervenir.
Y como parece que de comidas y cenas va hoy la cosa... anunciar que por fin tiene fecha el tan traído tema de "paellas o arroces". Será el sábado 17 de Mayo, fecha elegida por MªCarmen y Luis Ángel para hacernos la prometida visita a Alicante. La única pena que nos cabe es la de saber que Rafa el almeriense no podrá acompañarnos ese día, todavía enfrascado en estudio y examenes finales. No poder contar con uno de los puntales del blog, a la par que excelente amigo, se notará seguro... pero la alegría será poder estar con él en el mes de Junio, y de nuevo reunirnos de nuevo ante un buen arroz esta vez, y a petición suya, en la playa de San Juan o quizás en Altea.
El poder volver a reencontrarme con Luis Angel y MªCarmen me hace una especial ilusión, y que a su vez conozcan a MD, a Nora y a Gambín, quienes me consta que esperan el momento con curiosidad, le añade al evento un carácter añadido. De todo lo bueno que acontezca esos días habrá cumplida información en su momento, ... y fotos como es natural.

sábado, 26 de abril de 2008

El niño con el pijama de rayas

Pues a partir de hoy... los sábados mercado y... critica literaria. Bueno, ! Es un decir ¡ ya que, aunque soy un voraz lector, dos libros a la semana por lo menos (casi siempre quitándole horas a la tele, al sueño y muchas veces a la familia) jamas podría ganarme la vida con la palabra, y mucho menos juzgar lo que escriben otros. Pero al menos, pretendo abrir una sección nueva en mi blog, y dar una pista a mis amigos sobre qué libros, de los que yo haya leído, valen la pena y cuales son facilmente prescindibles. Inicio pues la nueva sección, con el ultimo, y recién acabado.



EL NIÑO CON EL PIJAMA DE RAYAS.

El libro, escrito por John Boyne en 2006, un irlandés, de Dublin, formado en el Trinity College, y autor de otras cuatro novelas, ha conseguido con esta un éxito unánime en todos los países en que se ha traducido, con mas de 15 ediciones. Ha sido tal el impacto que el relato ha producido, que Miramax/Disney prepara un largometraje.
Un libro corto, contiene solo 217 paginas, que se lee muy facilmente en muy pocas horas, a lo sumo un par de días, y ello debido a su sencillo lenguaje, tan sencillo y directo como puede expresarse un niño de nueve años. Bruno, que así se llama el inocente protagonista, nos cuenta como, con su familia y servicio, debe trasladarse a una nueva casa, a un nuevo lugar, por motivos "laborales de su progenitor". De como debe dejar a sus tres "mejores amigos para toda la vida" y acompañado de su hermana, no mucho mas mayor que él, Gretel, "una tonta de remate como todas las hermanas", permanecer en una nueva casa aburrida y distante de cualquier núcleo habitado. Aun así, Bruno que de mayor quiere ser explorador, encontrará a Shmuel con el que compartirá conversaciones y amistad.
No creo haber desvelado el misterio con que tratan los editores esta obra, ni tampoco el desenlace de la trama, pero si puedo asegurar que por momentos el relato se va haciendo conmovedor, y que con la sutileza por bandera, siguiéndole el juego a la candidez infantil, el autor nos va llevando por los equívocos que ciertas situaciones van creando en la inexperta mente de un niño, aun inocente, ante la visión de un mundo demasiado difícil y complicado.
No defraudará a quien lo lea, y a pesar de que le éxito y difusión de la novela, con el boca a boca podría haber desvelado algo de la trama, acabará atrapando hasta al mas escéptico, asombrandolo con el inesperado final. En resumen: un buen libro.

viernes, 25 de abril de 2008

Imperdonable por mi parte

Imperdonable. Mi amigo Rafa Gambin dedicándome una canción en su blog... y yo sin enterarme. MªCarmen me ha tomado la delantera, ha elegido mejor canción que yo (What wonderfoul word, de Louis Armstrong) y ya debe andar pensando en la siguiente solicitud.
De esta nueva sección del blog de Gambin, me reservo comentársela a MªDolores. Ella enseguida pediría alguna de "su" Barry White, y diría... !! Esa es de mi época ¡¡¡ Me parece que esas y otras son de la época de la mayoría de los que paramos por aquí. No es que la nostalgia me siente mal, ni que recordar viejas canciones no me sea grato, pero cuando empiezas a recordar cosas sucedidas hace mas de 30 años... algo empieza a cambiar (o ya cambió irremisiblemente).
Cambios como uno que me tiene en vilo... No hace demasiado, cuando me dirigía a la gente, me tuteaban inmediatamente... las señoras me decían "chico". Hoy me hablan de usted directamente, y el famoso "chico" pasó a la historia.
Pero no nos pongamos sentimentales solo por escuchar unas canciones que nos evocan tiempos pasados. Nuevos tiempos están por llegar. Solo espero que sean tan gratos como aquellos ya vividos.
Aprovecho para mi descargo y penitencia por el olvido del blog de mi amigo, para colocar una foto de hace casi un año, en la que estamos todos. Tenía ganas de colocarla desde hace tiempo y no veía la ocasión propicia. Ahi nos tienen. Nora, Rafa (recién operado) MªDolores, D. Alvaro (como le ha dado en llamarlo Rafa de Almería) y un servidor (demasiado tieso, tal vez). Fue con ocasión de unos de esos arroces que de vez en cuando nos damos por aquí (aunque ahí ya casi estamos haciendo su digestión).
Y a la vista de la foto ¿ no me merezco que aún me llamen chico de tarde en tarde, aunque sea para contentarme? No. Supongo que no. ! Que vida esta ¡

Por fin la Olla Podrida

Sé que antes de ayer había prometido foto gastronómica, y solo salió fútbol. Supongo que a la gran mayoría de mis lectores-as no interesará demasiado el tema... para eso ya esta Marca.com. Y como lo prometido es deuda... hoy sí que toca. Antes, quiero hacer notar la "dureza" de la frase de la semana. Me la envía Berín, fiel lectora y compañera del Sureste, en uno de sus correos. Mía es la palabra "dureza", creo que nunca mejor empleada por sus varias connotaciones.
Aquella mañana en Burgos, tras salir de la fantástica Catedral, y por hacer tiempo, mis pasos me llevaron hasta la cercana Iglesia de San Nicolás, en la calle Ferrán Gonzalez frente a la Puerta de los Apóstoles, por donde pasaban los peregrinos del Camino. La foto de aquella puerta y sus bonitas figuras me sirvió meses mas tarde para concursar en la Exposición fotográfica, y para, en un acto de fe, imaginarme cuantos caminantes, a lo largo de los siglos, habrían tenido como primer contacto con la catedral a aquellas mismas imagenes. De como deberían llegar, en que estado físico, como serían sus vestiduras y calzado... y un sin fin de ideas y preguntas que me sugería la contemplación de las esculturas. Lastima que en las fotografías no queden impresos también las pensamientos, ya que de ser así, seguro que hubiera ganado aquel concurso.
Entré pues en San Nicolás, y tras un momento de duda surgido ante la contemplación del viejo sacerdote, casi decrépito, que cobraba las entradas... dando la sensación de estar ahí desde el mismo siglo XV, época de construcción de aquella iglesia, me fui adentrando en su interior y consiguiendo que la vista se aclimatara a la penumbra existente. Lo que mis ojos descubrieron fue una auténtica obra de arte que nada tenía que envidiar a la vecina catedral. El conjunto era una joya del Gótico florido... algo verdaderamente espectacular. Y sobre todo el Altar Mayor, obra de Simón de Colonia. Grandísimo, abigarrado por centenares de pequeñas figuras talladas en piedra, alabastro y pizarra que representaban varios episodios de la vida del Santo, titular de la iglesia. Cuando salí, todavía impresionado por tanta belleza, hice algunas compras de regalos por la calle la Paloma, y al salir de una de sus tiendas me topé de frente con los dos canarios. Vestían perfectamente de calle y contrastaban con mi indumentaria peregrina y mis chanclas. Me preguntaron donde estaba hospedado, y los noté crecidos cuando me comentaron que ellos lo hacían en el cercano Hotel Del Cid, que iban a comer en el lugar en que hacían la mejor Olla Podrida de todo Burgos, y de que el día anterior en la entrada a la capital una periodista les había hecho una entrevista. Y efectivamente, compramos el Diario de Burgos (que puede verse en la foto) donde pavoneándose me enseñaron una foto suya. La entrevista, sin embargo, y se lo hice notar con cierta sorna, no versaba sobre las excelencias del Camino y sobre ellos, dos de sus mas insignes peregrinos, de lo estúpido de cargar con 17 kilos a la espalda, y otras muchas cosa mas que mi se estaban ocurriendo. Sino de que había una plaga de chinches en los albergues de Navarra y La Rioja, los bichitos se habían cebado con aquellos dos. Ahí estaba la foto y sus peludas piernas para demostrarlo. No es que fuera cosa de risa. Bien al contrario, iba en detrimento de la Ruta, pero a mi me dio un tanto la risa, pues había dormido en los mismos lugares que ellos y las chinches habían preferido la carne de "canario", respetándome a mi. Los dejé tras unas palabras mas y me encaminé hacia la Plaza del Rey San Fernando, donde en el Mesón restaurante Don Nuño tomé mesa, y como un señor me dispuse a dar cuenta de mi Olla Podrida. Puede que los canarios comieran "la mejor" olla de todo Burgos, pero la mía, ahí a la vista está.
Del plato colmado de las afamadas alubias rojas de Ibeas y de la cazuela con la morcilla de Burgos, el chorizo, jamón y tocino, el morro, la oreja y la manita de cerdo, no quedaron mas que los huesecillos de esta ultima... algo duros de roer.
Me gané, una vez mas, la consideración y el respeto del camarero, al notar que me había comido el platito de guindillas que me habían presentado al entrar. ¿Serían de simple decoración? Da lo mismo... todo lo que no estaba fijo y pegado a la mesa, me "fue pa dentro".
El festín acabó con un pan de calatrava y un café. Y también acabo con la idea de tomar un tren turístico, que estaba en la misma puerta, y que realizaba una visita por las calles de la ciudad. Porque cuando las alubias empezaron a hincharse en mi estomago, y la copiosa ingesta de carnes y grasas a intentar ocupar su propio espacio... me empezaron a entrar unos extraños sudores... un sopor agobiante... una "infinita ansia de siesta"... Tuve solo fuerzas para, arrastrándome, llegar a mi hostal donde me deje caer en la cama. Eso sí, con una beatifica sonrisa en el rostro por lo bien que me lo había pasado chupando los huesos de la manita de cerdo.
Es increíble lo que se puede hacer con ese animal. Que, cuando vivo, suele ser sinónimo de sucio y dejado. Pero que bien condimentado y en su justo punto de guiso, da tantísimas alegrías a quien gusta del buen yantar.
No me pasó desapercibido el resto de la carta del mesón Don Nuño. Cuando mordisqueaba las guindillas y esperaba la Olla, reparé que también se declaraban especialistas en el Cochinillo a la leña... y con esa nueva imagen en mi mente, con una nueva idea rondanome por la cabeza, caí en un placentero sueño.

jueves, 24 de abril de 2008

Hoy... vamos al futbol

¿Ves, David Bodanis, lo que has conseguido...? ¿No podías haber ido a otro blog a vender tus historias? Ahora hasta me anuncian aquí ventas de apartamentos en Murcia... (aunque con el Euribor al 5%.... ¿no sé yo...?) Por cierto, !! artazón de reír que nos hemos dado MD y yo al leer el comentario del "vecino de abajo"¡¡... y que borde es el tío... ¡¡¡
Ahora, David, ni pagando tu, una fuente de cigalas plancha, te dejo venir a lo de la paella/arroz.
Otra cosa... que alguien responda a la atlética empedernida y antiraulista que tenemos por amiga. Querida,... Raúl no había nacido aún cuando España ganó la única Copa que tenemos... sí, aquella del gol de Marcelino en el Bernabeu, años 60, aún en blanco y negro. Mi opinión al respecto es que vaya Raul o no vaya, volveremos con el rabo entre las piernas como cada año, y antes de tiempo. ¿Llevar de delanteros a Torres y Villa...? !! Perfecto ¡¡ Pero, ¿Raul Tamudo... o Dani Güiza? ¿Con quien han empatado esos dos? En la Eurocopa no tendrán delante como porteros al pobre arquero del Atlético de la final de Copa del Rey de hace unos años, ni será lo mismo que jugar contra equipos casi descendidos como el Murcia y golearlos. Raúl no será la Mama de Tarzán, vale... pero al menos siempre ha cumplido en la Selección, y este año en el Madrid, golito a golito, es uno de los máximos goleadores españoles de nuestra Liga. El verdadero problema en todo esto, es que solo se trata de una cabezonería de "Zapatones". !! Y ojo ¡¡¡ que a mi el tipo este no me cae mal y lo admiro. No de ahora... si no desde hace mas de 30 años. Yo de pequeño, era del Atlético de Madrid, antes de que fuera "El Pupas". Cuando jugaban en el equipo el propio Luis Aragonés, los Pepe Reina, Ufarte, Collar y compañía. Y mi ídolo de infancia... José Eulogio Garate (solo Santillana lo superaba en marcar de cabeza) Luego... la siguiente época dorada del equipo, cuando el Vicente Calderón era llamado el "Rives Manzanares" por los Iselín Santos Ovejero "el cacique del área", "Cacho" Heredia y el "Ratón Ayala", Pereira y Leyviña o Leal, con su sempiterna mano vendada.
Tal vez aquella Final de Copa de Europa frente al Bayern de Munich, perdida en el último suspiro con aquel gol lejano que no pudo parar Reina, y la debacle del partido de desempate tres días después (En aquella época no había tandas de penalties, sino partido desempate) me hicieron apostar a "caballo ganador" y pasarme al "enemigo blanco". No me lo tomes muy en cuenta, por entonces yo era un chiquillo, con la personalidad aún por formar...
Por cierto que tengo un compañero y amigo de Hermandad de Semana Santa, llamado Rafael Vallaure, que despuntaba mucho y jugó en aquel equipo, pero al tercer partido de liga un defensa del Celta de Vigo lo lesionó de gravedad y tuvo que dejar el fútbol prematuramente. Hoy es el organizador de eventos deportivos de los veteranos Atlélicos. Otro alicantino que no tuvo suerte al ser fichado por este equipo, fue nuestro mítico Ramón, que se salía en el Hércules de Alicante, fue fichado y al poco tiempo le detectaron un problema cardiaco que truncó su carrera, retirándose antes de tiempo.
Por tanto, queda demostrado que no soy un anti-atlético y por tanto un anti-Aragonés. Bien al contrario. Pero de igual modo que creo que acertó, hace dos años, dejando fuera a Raúl por su notorio bajo rendimiento, pienso que se equivocó después al no llamarlo este año, aunque hubiera sido para uno de esos partidos amistosos que hemos jugado. De esta manera ha creado la polémica (él de por sí siempre ha sido un tanto polémico en todo) pero lejos de rectificar, a optado por una huida hacia delante, erre que erre... y yo sé mas que nadie.
Raúl hace dos años estaba para el arrastre... indiscutible. Pero este año está que se sale. Al menos esta infinitamente mejor que Raúl Tamudo... Aragonés debería llevar a los que están mejor, y Raúl Gonzalez Blanco lo está.
Y ahora... Gambín... después de habertelo toreado y dejado cuadrado... tu solo tienes que entrar a matar... Suerte Maestro ¡¡¡

miércoles, 23 de abril de 2008

Visita a la Catedral

Estoy de acuerdo con Gambin. Lo siento mucho pero, David Bodanis... !!! quedas nominado de este blob... y no vendrás a la paella... por listo ¡¡¡ Bueno, si invita y paga él... nos lo pensaremos.
Aquella mañana en el hostal San Juan de Burgos, no fue una excepción, y a las 6,30 de la mañana los peregrinos que pernoctaban allí empezaron a tirar de las cadenas y cerrar puertas a golpetazos. Salí a la calle sobre las 8 y enseguida me dí cuenta que mis deditos de los pies, al aire, con mis chanclas de playa y mi pantalón corto desentonaban. El frío era de aupa, con lo que "esprinté" hasta la Catedral para entrar en calor. Aquello no abría hasta las nueve, con lo que entré en la zona de culto, por la plaza de Santa María, y oí misa admirando al sangrante Cristo de Burgos. Luego desayuné, dos veces, en un local lleno de yoopies que iban al trabajo. A las nueve en punto, y provisto de un MP3 que hacia de guía de lo que iba a ver, entraba por la Puerta del Sarmental y empezaba la visita de la Catedral.
El aparato iba desgranando y explicando cada punto de interés por el que iba pasando, deteniéndose minimamente para dar el justo tiempo para el desplazamiento del turista, con lo que la contemplación de todas aquellas capillas, retablos, imagenes y obras de arte debía hacerse como en la mili... a la puta carrera. El aparato no podía pararse ni rebobinarse manualmente, pero no me ofusqué y decidí seguir al ritmo marcado hasta el final, para luego de algún modo, volver a hacer la visita ya por mi cuenta. Mas tranquilo y relajado.
Sin duda que de no haber alquilado aquel aparatejo, no hubiera disfrutado de todas aquellas interesantísimas explicaciones y habría salido de allí habiéndolo visto prácticamente todo, pero desconocedor de la historia y circunstancias de cada elemento que había expuesto. Así, en dos tantas, quedé como cualquier cateto con la boca abierta ante el Papamoscas en el momento de dar las horas, o ante la magnificencia de las capillas de la Purificación y de los Condestables de Castilla. Las explicaciones de la maravillosa Escalera Dorada, obra de Diego de Siloé, que salvaba, con sus 39 escalones (como en la famosa película) el desnivel con la calle Ferrán Gonzalez o el retablo del Altar Mayor, con su Santiago Matamoros, no me hubieran impactado y agradado tanto sin conocer sus orígenes. Recuerdo especialmente que cuando estaba sentado ante el Altar, justo al lado de las tumbas del Cid y su esposa Dña. Jimena, con la exquisita sillería del coro a mi espalda, del aparato surgió un extraño ruido, como de derrumbe de una edificación... era el inicio, con efectos especiales incluidos, del relato de como una noche del mes de Marzo de 1.539 había caído el cimborrio, la cúpula de la catedral, y de como y por sufragio popular las gentes de Burgos habían hecho reconstruir y reparar su hermosa catedral.
Continué la visita recorriendo las capillas de San Juan y de Santiago, la girola, el museo catedralicio y por fin el claustro, dándome cuenta que el tramo de aquel año había sido especialmente productivo en cuanto a la contemplación de monumentales iglesias y monasterios, siendo aquella catedral (para mi, una de las mas bonitas de España) digno colofón del recorrido artístico, tras recrearme en Navarrete, Santa Maria de Najera, la catedral de Santo Domingo o el Monasterio de San Juan de Ortega. Y aún me quedaban por ver la Cartuja de Miraflores y el Monasterio de las Huelgas, que dejaba para el día siguiente. Había sido uno de los años mas interesantes en este aspecto.
Tras mas de 3 horas de gira turística, empachado de arte sacro, me fui acordando de que pronto tocaría comer. Antes, en el momento de devolver el MP3, compré en la tienda de la catedral mis primeros regalos, entre ellos un colgante o collar de una preciosa cruz para MªDolores, que ella desde entonces suele ponerse en las ocasiones especiales.
Luego la foto con Bartolo, que a ningún peregrino o turista puede faltarle y que utilizo para iniciar esta entrada, y dando un paseo fui pensando en la Olla Podrida que pensaba comerme. Con lo que.... atención, atención... Mañana foto gastronómica de las que dan envidia, hacen salivar y motivan el comentario.

martes, 22 de abril de 2008

Los canarios: solo un apunte

Efectivamente. No fue problema para mi, contactar con MªCarmen y Luis Angel a pesar de no tener sus teléfonos ni dirección. Yo había visto dias antes como Luis Angel utilizaba fotocopias de la guia de la pagina del Consumer, y sabiendo que su espacio dedicado a las fotos de lo peregrinos es de lo mas visitado de esa web, me propuse hechar la caña... en forma de inserción de una foto de ellos juntamente con mi dirección de correo electrónico. Como dice MªCarmen, ella entró al trapo nada verla unas semanas después, y desde entonces han fluido los correos y el contacto. De una manera sencilla se cimentó una amistad, una relación hasta el día de hoy.
Y esto me da pie para hacer ciertas consideraciones con la "amistad" de los dos canarios, que tan buen juego me ha dado para ir desarrollando mis entradas en los último tiempos con alguna dosis de humor, de vez en cuando.
Primeramente debería volver a explicar cuán importante es para mi la amistad. La importancia que doy al concepto de equipo o grupo, y por ende, amistad y compañerismo. Tal vez me venga todo ello de mi etapa de jugador de baloncesto en mi Club de toda la vida, y del que Rafa Gambin era y es parte muy importante. De que tras mi abandono de la practica activa de aquel deporte, continué ligado al Montemar en diferentes facetas de orden administrativo y organizativo, convirtiéndome en "un hombre de club" como suele decirse. Con lo que a mi caracter, normalmente extrovertido, va siempre unido un fuerte concepto de la amistad, influenciado por ese hecho puntual.
En el Camino, y con las experiencias de los dos años anteriores, en la que tuve la infinita suerte de conocer a gente maravillosa con la que formé "grupo" y de la que creo haber contado pelos y señales en esta bitácora, me sucedía algo similar. Decir Camino para mi es, entre otras muchas cosas, hablar de buena amistad, y andar con un reducido grupo de personas codo con codo.
Y aunque cada año yo salga a la peregrinación completamente solo, tenía la plena seguridad, porque así me había sucedido los años anteriores, de que no tardaría mucho en formar mi pequeña "peña", mi pequeño grupo de buenos amigos, con los que no solo andaba y disfrutaba durante mi estancia por la ruta, sino que lo alargaba durante el resto de años, hasta llegar al día de hoy, y por que no, en un largo futuro, manteniendo el contacto y la relación.
Esta es mi particular visión del camino en lo que respecta a la amistad. Y ese era mi pensamiento en el momento de contactar con Pedro Gabriel y Jesus, o como jocosamente habíamos bautizado, el gordo y el flaco (ahí esta la foto para hacerse una idea) La realidad fue bien distinta ese año, y no conseguí el mismo grado de confianza, de compañerismo de otros años. El "codo con codo" no me funcionó aquel 2.006 con aquellos dos hombres, y quiero pensar que no fue por mi causa, ya que aguanté lo indecible para cambiar aquello, tal vez en un intento ciego de reeditar lo logrado en los tramos anteriores. Supongo que otro hubiera abandonado aquella compañía a las primeras de cambio, al notar la falta de feeling que había en aquel trio. Pero yo me empeñé, a todas luces inultimente, en conseguir algo que era imposible... y así me fue.
! Ojo ¡ No es que todo hubiera sido negativo... me rei mucho con ciertas anecdotas de aquellos dos... pero me faltaba ese algo que había saboreado años anteriores. Y aunque el tramo fue maravilloso, en cuanto a paisajes, gastronomía, pueblos por los que pasamos, arquitectura y arte, gentes conocida y con la que disfruté hablando y conversando con ellas, me quedó ese extraño sabor agridulce en cuanto a ocasiones perdidas para fomentar nuevas amistades perdurables durante la marcha, aspecto, que repito, es uno de los mas importantes para mi.
Y supongo que ahora sorprenderé a mas de uno, diciendo que con Pedro y Jesus he seguido manteniendo algún contacto, mínimo eso sí, pero contacto al fin y al cabo. En forma cada año de simple felicitación navideña, a la que ellos responden tarde y mal... pero responden... que es lo que cuenta. Y que incluso a los pocos días de regresar de Burgos, grabé todas mis fotos en un CD que envié a Pedro Gabriel, aunque nunca me devolvieron la cortesía que tuve con ellos.
Por ello, me alegro de haber colocado aquella foto en la pagina del consumer, y de que MªCarmen estuviera al tanto de ello e iniciáramos, al principio timidamente, pero a día de hoy, y como todos podeis apreciar, de una manera tan activa y agradable. Eso se llama sencillamente, Amistad. Sin contrapartidas, sin intereses, sin exigencias. Simplemente disfrutando de las ideas y puntos de vistas de unos y otros. Disfrutando de que al otro lado de la pantalla del ordenador, existen unas personas con las que al menos congenio en ciertas cosas... y para mi eso es suficiente para considerarlas amigas.
Y ahora vayamos a lo que realmente importa... La paella o el arroz en Alicante ¡¡¡ Queridos MªCarmen y Luis Angel: Debereis ser vosotros quienes pongais la fecha. Había pensado que el Puente de Mayo hubiera sido ideal (una vez anulado mi proyecto de Roncesvalles) Pero aquel comentario de que a vosotros os había surgido un problema para vuestro tramo desde Astorga, me cortó un tanto. MªDolores y yo siempre estamos dispuestos... Rafa Gambín y Nora pienso que se apuntan a un bombardeo, máxime si es con alioli... y en cuanto al almeriense, a pesar de la cercanía de los exámenes finales, se planta en Alicante en un plis plas solo con que se lo pidamos. Para cualquier consulta al respecto no teneis mas que indicarlo... Dios proveerá y Tio Alberto hará lo imposible por ayudaros. Dicho queda ¡¡¡

lunes, 21 de abril de 2008

Primeras horas en Burgos

Falta poco ya para insertar de nuevo fotos de mis comidas. No obstante, Yami saca hueco de sus estudios, ya en la recta final del curso universitario, y nos deja una perla... "Con Raul o sin él..." Aupa España ¿verdad?
En cambio, coloco hoy la Catedral de Burgos vista desde una fuente de la que me siento muy satisfecho cada vez que la veo.
El sábado pasado, nueva etapa del Camino del Sureste con mis buenos amigos de Alicante. 22 Kms. de Villena hasta Yecla (ya en la provincia de Murcia) en la que disfrutamos de un espléndido día, atravesando los campos con ese toque que solo la primavera puede dar.
Durante el recorrido infinidad de buenos momentos. Como el almuerzo en el Santuario de la Virgen de las Virtudes, patrona de Villena, donde sin embargo no conseguí ver a las famosas y desvergonzadas ardillas que bajan de los altos pinos a recoger sus restos de los almuerzos. Dos años ya... y aún no tuve oportunidad de verlas... a la tercera irá seguro la vencida. Mas tarde, nuestras buenas conversaciones que hacen mas llevaderas la caminata. Durante la charla con Berin, me sucedió algo muy especial. Me comentaba, y yo orgullosísimo, lo agradables que son las entradas de MªCarmen y de los Rafas. Ella sobre todo aprecia las de la madrileña, por lo largas que son y por el juicio que pone siempre al escribir. El orgullo me nace de ver los buenos amigos que atesoro. De Berín, por su perspicacia en apreciar las cosas buenas tal como son, y en no tener inconveniente en reconocerlo. De MªCarmen por estar ahí, al quite y sin ahorrar esfuerzos a la hora de escribir con ese buen sentido en lo que cuenta y esa gracia con que lo hace. Los Rafas, cada uno en su estilo, dosificándose, dejando intervenir a todos y preparados en la reserva para cuando vengan tiempos peores.
Y volviendo a MªCarmen... me produce especial agrado ver como no solo comenta en mi blog, sino que tambien lo hace en el de Gambín, tal vez mas necesitado que yo de gente que lo visite. Animo a todos desde aqui a visitarlo y, por ejemplo... pedirle una canción dedicada. Seguro que no os defraudará... ¿recordais su dirección? "Vivir con cancer" incluida dentro de mis Favoritos... ! Señores pasen, vean... y disfrutaran ¡
Y de nuevo en Burgos, tras la siesta, hice las llamadas habituales a MªDolores para contarle la etapa de día, y a alguno de los amigos de años anteriores. Esta vez opté por Alberto y MªJesús, mis ovetenses favoritos. Tuve que hacerlo por separado tras la ruptura del matrimonio acaecido unos meses antes. La conversación con MªJesús fue mayormente de animo y terapia anti depresión. La chica lo seguía llevando muy mal, y raramente acabábamos la charla, ya que le entraban ganas de llorar cada pocos minutos. Con Alberto la cosa fue mucho mas fácil y distendida. Los tíos, o al menos este, parecemos mas reservados cuando de hablar de sentimentalismos se trata, o podría ser también que no le hubiera afectado tanto la separación.
Con los planos de la ciudad y otra documentación conseguidos en el hotel, intenté hacerme una idea y planificar las cosas de mas interés a ver.
Me encaminé de nuevo por el Espolón, llegando esta vez al bellísimo Arco de Santa María, y a través de él entrar en la Plaza del Rey San Fernando desde donde tomé por primera vez contacto visual con la imponente catedral. Fue un momento memorable detenerme en su contemplación y quedé como "alelao" ante sus altas agujas apuntando al cielo cuando la tarde empezaba a declinar. Entré en el despacho de entradas donde sellé la credencial y me informé de los horarios de visita y otros aspectos. Mi idea era dedicar la mañana del día siguiente a la visita concienzuda de aquella enorme Seo. Regresé hasta el Arco y en su sala-museo de la primera planta pasé la siguiente hora admirando lo allí expuesto.
Mas tarde, y por la calle de La Paloma fui viendo escaparates para dar con los regalos que debería comprar a los mios, en especial MD y Alvarito. Y en eso estaba cuando me encontré de nuevo con MªCarmen y Luis Ángel, que hacían su propia visita turística y venían de la Catedral que ya conocían de otras ocasiones. Nos acercamos hasta el Café España, abierto desde 1.921 y todavía con algunos objetos decorativos y cuadros de aquella primera época, donde tomamos un café y charlamos un rato. Finalmente abandonaban la idea inicial que tenían de continuar hasta Carrión de los Condes, y regresar al día siguiente a Madrid, para volver al Camino en un par de meses en que volverían a tomar vacaciones. Luis Ángel quería comprar pilar para su cámara y me animaron a acompañarles hasta una tienda fotográfica cercana, donde me dijo que seguro podrían darle solución a mi problema de batería. Efectivamente allí me aseguraron que funcionaría con pilas convencionales. Quedé en volver a la mañana siguiente provisto de mi aparato, y continuamos paseando hacia nuestros respectivos hoteles. Y de nuevo llegó el momento de las despedidas, los besos y abrazos de rigor, y los votos de lo mejor para cada uno. Unos minutos después me di cuenta que no nos habíamos dado ni números de teléfono ni direcciones.
Antes de volver a la habitación decidí cenar alguna cosa, y tratar de ver el partido de Champions del Real Madrid... finalmente el Olimpic de Lyon nos ganó dos a cero, y yo volviéndome al hotel bastante traumatizado.
Llamé de nuevo a MD y a mi hermana Isabel, que al día siguiente iniciaba sola su propio Camino de Santiago desde Roncesvalles, y cuando apenas eran las 10,30 de la noche, me dormí, casi un desmayo, en la cama.

viernes, 18 de abril de 2008

Atajo hasta Burgos

Viernes, y cambio la frase de la semana. Y para ello elijo una frase "soltada" por nuestro seleccionador nacional de fútbol en una programa de televisión. No hay peligro de que nos lo encontremos en el Camino, ya que como siempre no pasaremos de cuartos. Pero aunque ganáramos la ansiada copa, seguro que el muy capullo (con perdón) no llevaría tampoco a la peregrinación a Raúl, el capitán madridista. ¿No hubiera sido mejor, digo yo, que hubiera contestado que haría el Camino aún perdiendo, como penitencia por ser tan inútiles y tan poco competitivos? ¿Imaginais a las selecciones italiana, brasileña o francesa yendo al Camino por ganar la competición? Estarían cada dos años caminando entre nosotros, ya que ellos si que ganan mundiales o europeos.
MªCarmen me manda una foto del tresillo del Alto de Atapuerca, con el encargo de ponerla, y yo cumplo como un "mandao". Y como también me dice que Luis Ángel, su marido, lee regularmente el blog, le doy la bienvenida mas cordial, como al resto de mis visitantes. Hoy, Luis Ángel, te pongo un poco a parir... pero solo un poco, eh ¡¡¡
Iniciábamos pues la bajada del Alto viendo como los ciclistas nos adelantaban veloces, y pronto alanzábamos las inmediaciones de Villalval. En este punto, donde ya se divisaba, muy a lo lejos, la capital burgalesa y adivinábamos las agujas de la catedral, a Luis Ángel se le ocurrió que bien podíamos coger un atajo y evitar el rodeo que significaba pasar por Cardeñuela, Quintanilla de Riopico y Orbaneja, siguiendo rectos y atravesando páramos y parcelaciones agrarias. Sin conocer excesivamente a este buen hombre, y mas concretamente su sentido de la orientación, me acojoné seriamente ante la disyuntiva. Continuar yo solo por el camino marcado en la guía me suponía abandonar a mis nuevos amigos y la agradable compañía de este matrimonio. Con lo que a pesar de mis dudas y temores, decidí continuar con ellos, viendo con pesar como el trazado original se alejaba poco a poco. Ni que decir tiene, que el atajo nos llevó con rapidez hacia adelante, pero mi ánimo era una pura zozobra. ¿Nos estaríamos perdiendo irremisiblemente por Castilla y León? ¿Acabaríamos la jornada por Cantabria o País Vasco? Tales eran mis cuitas en aquellos momentos, y mi falta de confianza, pero quedaron despejadas una hora mas tarde cuando de nuevo tuvimos contacto visual con peregrinos, pero muy a lo lejos, cuando estos atravesaban un puente sobre la autopista A1. Sin embargo nosotros, tras superar la carretera, nos encontramos con un grave problema, pues encontramos cerrado el paso por unas obras a un lado y al frente por el vallado de la vía férrea. Mi presencia de animo volvió a fallarme... ¿Aquel vallado duraría muchos kilómetros haciéndonos retroceder hasta Logroño?
Por suerte unos centenares de metros mas allá encontramos un puente sin valla, por el que subimos, no sin ciertas dificultades, y conseguimos pasar al otro lado, cruzar los raíles de tren, y encaminarnos hasta las inmediaciones de la carretera nacional 1, dirección Burgos. Luis Ángel, de nuevo aparecía ante mis ojos como un tipo sensacional y fiable... sin embargo.... durante un buen rato por el atajo... ! Bueno, pelillos a la mar ¡... y sin rencores por las dudas, ¿ eh ?.
De pronto ante nosotros apareció un enorme cartel... BURGOS. Sonreímos agradecidos. Miramos la hora, ! solo eran las once de la mañana ¡ Nos felicitamos, y alegremente continuamos andando, seguros de que en menos de media hora estaríamos postrados ante el Cristo de Burgos.
Llegamos hasta Villafría, y pensando que íbamos estupendamente de tiempo y sobrados, decidimos almorzar en el restaurante Tiffanis al comienzo del cinturón industrial de la capital. No vimos a Audrey Hepburn, ... no estaba. Ni los diamantes. Pero sí unos estupendos bocadillos de lomo con pimientos de los que dimos cuenta con verdadera gula, mientras descansábamos, visitábamos los servicios, y yo me reabastecía de tabaco. Media hora después reiniciámos la marcha con el convencimiento de andar ya por calles de Burgos. Hora y media mas tarde, y tras pasar penosamente y casi arrastrando las mochilas por centros comerciales, aeródromo, industrias, almacenes reguladores de esto y de lo otro, decenas de concesionarios de marcas de automoviles... llegamos hasta Gamonal, que debía ser un barrio del extrarradio burgalés, ya que una vez situados en la avenida de Vitoria iniciamos un recorrido urbano interminable.
A la una y media de la tarde nos encontramos a los pies de la estatua del Cid. Por fin estábamos en el centro de la ciudad y final de nuestra etapa de 25 Kms. Luis Ángel y MªCarmen tenían ya concertado hotel y la estatua ecuestre del héroe era su punto de referencia. Llegaba el momento de la despedida, los besos, los abrazos y los votos de un Buen Camino, pues ellos continuaban con el tramo, al menos hasta la provincia de Palencia.
De nuevo solo, decidí visitar la zona del Paseo del Espolón y buscar habitación. Volví atrás a la altura de la Plaza Mayor y el Ayuntamiento. Finalmente a las dos y media encontré acomodo en el Hostal San Juan, muy cerca de donde me había despedido de los madrileños. Tomé una ducha caliente que bien hubiera podido agotar un trasvase del Ebro, lavé la ropa y me fui a comer a una tasca cercana donde, ajeno a colesterol y trigliceridos, pedí oreja estofada, morro y tortilla de patata con pimientos rojos. La siesta que siguió fue del 7, y ya completamente recuperado me propuse iniciar sin mas demora la visita turística de 3 días a Burgos.

jueves, 17 de abril de 2008

Atapuerca

La noche fue relativamente tranquila ya que los ronquidos, con los tapones de cera, no fueron especialmente molestos.
El sueño reparador dio paso al despertar habitual... los ruidos de los mas madrugadores y desesperados apenas pasadas las 6 de la mañana. Rápido aseo y comprobación de que la ropa, al pie de la cama, había secado bien durante la noche. Sobresalto al no encontrar mis botas, y un respiro profundo al recordar que se encontraban en la puerta de entrada del albergue junto con las del resto de peregrinos.
Encontré a MªCarmen y Luis Ángel desayunando en el diminuto comedor y me dispuse a prepararme mi propio café. La cocina, pequeña pero bien surtida, disponía de micro-ondas, cafeteras, calentador de leche y tostadora de pan, así como diferentes cacerolas y artilugios de cocina. La variedad de productos eran notable y cada uno podía elegir lo que quería. El levantarte y poder desayunar de inmediato, caliente y bien, es todo un lujo y los dos euros pagados los dí por muy bien empleados.
No eran aún las siete de la mañana cuando salíamos y empezábamos los 25 Kms. hasta Burgos.
La alemana debía estar resacosa aquella mañana, ya que no llegué a ver a los canarios que debían seguir durmiendo aprovechando que el "Reichfurrer" no hacía amago de levantarse.
Los primeros metros los hicimos a muy buen ritmo, intentando entrar en calor, al menos yo, pues mis dos compañeros andaban desde la misma salida, ya de buena mañana, en camiseta de manga corta. Así, los tres kms. hasta Atapuerca pasaron en un suspiro, ayudado por la amena conversación que llevábamos. Llegamos hasta el cartel y placas en honor de los arqueologos descubridores de los restos del famoso yacimiento prehistórico. Pero lo que mas ilusión me hizo fue alcanzar el mesón Los Olivos, donde de nuevo paramos a sellar la credencial, tomar café y un croasan y aprovechar para practicar nuestro francés con unas canadienses que paraban por ahí. Dos desayunos en menos de una hora... ! Yo estaba en la gloria ¡ ... y recordé lo mal que lo pasé unos días antes por Viloria y Castildelgado sin un solo cortadito en el cuerpo.
De nuevo en marcha y a poco mas de 500 metros encontramos la pequeña estatua del hombre de Atapuerca, y nos fotografiamos junto a él y la leyenda que, escrita en el monolito, decía: "Desde hace 800.000 años el hombre ha visto amanecer desde este mismo lugar."
Sentí dos pequeños escalofríos en mi interior. Uno, al pensar en aquella sencilla frase y en la dificultad de imaginar la vida que llevarían aquellos pre neanderthales en aquel mismo lugar que pisábamos en aquel preciso momento (aunque teniendo el surtidisimo mesón Los Olivos tan cerca tampoco debía ser una vida tan problematica) Lo de los 800.000 años también tenía su miga... y daba una sensación extraña, como de que el tiempo es realmente relativo, como dijo aquél... de que nuestras vidas, que parecen larguísimas (sobre todo si se está andando con canarios) son como un segundo en la historia del mundo. ! Vamos ¡ ... que me puse trascendental. El segundo escalofrío me lo dio mi cámara de fotos, que se quedó irremisiblemente sin batería, y esta es de las que no se recargan facilmente si no es con una base impresora que lógicamente se queda en Alicante. Saqué otra cámara, esta de vídeo, que también hacia fotos, pero la calidad de mis instantáneas desde aquel momento iban a bajar de calidad, tal y como puede apreciarse en la que ilustra esta entrada tomada unos minutos mas tarde cuando ya habíamos coronado el Alto de Atapuerca o de Matagrande. La subida no fue muy dificultosa, salvo por el frío y algo de niebla que nos fuimos encontrando a medida que subíamos. El sendero, jalonado por pinos y multitud de arbustos, tenía cantidad de grandes piedras que, lejos de molestarnos, nos facilitaban la colocación de los pies para impulsarnos en la ascensión.
Después de encontrar al borde del camino algunos restos óseos de algún animal muerto ahí recientemente, lo que dio pie a graciosas bromas entre nosotros sobre otro posible yacimiento a poco que pasaran un par de centenares de miles de años... todo era posible... alcanzamos la cima y tuvimos una visón borrosa, a causa de la neblina, de la Cruz de madera que allí existe. Una vez mas cerca comprobamos que los peregrinos habían empezado a dejar piedras a sus pies, con la intención de hacer una nueva montaña con ellas, como sucede en la famosa Cruz de Ferro, ya en hacia el final de la provincia de León. Y otra sorpresa mas, igualmente inesperada.... ! un sofá ¡ Alguno había debido de tener la santa paciencia, y dudoso gusto, de acarrear durante toda la subida con aquel trasto. De nuevo fotografiamos todo aquello, e incluso nos sentamos, entre risas, sobre el desvencijado tresillo para posar en mas fotos.
Continuamos la marcha un rato después, bordeando una alambrada de un campo de tiro militar e iniciando así la bajada.
El paso por Atapuerca, fue uno de esos momentos que recuerdo con agrado una vez echo la vista atrás al pasar el tiempo. Me queda tal vez cierta rabia de no haber aprovechado la tarde anterior para hacer una excursión hasta el famoso yacimiento arqueologico, tal y como proponía Mercedes la hospitalera de Ages. Una ocasión mas perdida, pues solo Dios sabe cuando tendré oportunidad de volver a pasar por esas tierras.

miércoles, 16 de abril de 2008

Un par de consideraciones

Menudo nivel está alcanzando mi blog, con comentaristas de la talla de MªCarmen y Rafa. Con lo que aprovecho la entrada de hoy para algunas ideas que me han surgido a raíz de todo ello.
Antes de eso, aprovecho la foto que me manda MªCarmen de la anciana que cuidaba la Iglesia de Santa Eulalia de Ages, para ilustrar la página de hoy. Se la ve dándonos la charla sobre lo poquito que aún conservaba de interés aquella iglesia del siglo XVI, tras diferentes expolios a lo largo de su historia, y de un reciente robo de un par de cruces y un cáliz, perpetrado solo una semana atrás. La pobre mujer, aún ajena a los desaforados besos y abrazos que se le venían encima por parte del de Huelva, hacía lo posible por transmitirnos el cariño que sentía por su parroquia y por su simpático pueblecito.
Y vayamos por partes...

¿Momentazo Astrid? ¿Comprender el motivo por el que mis canarios me dejaran a mi... !! a mi...¡¡ por tan gran adefesio con gafas? ! No lo entiendo... ¡ Y si aún cupiera alguna duda, decir que yo,... si... que pueda ser que vestido pierda mucho... hay que reconocerlo... pero que mi gran vida interior, mi don de gentes y culturilla general, mi simpatía innata cuando no me tocan los... y mi contrastada modestia son suficientes argumentos para no dejarme tirado a mi suerte y ser sustituido, a las primeras de cambio por aquella greñuda con gafas... a la que ni subiéndose uno en los hombros del otro, conseguían aquellos dos insulares decirle a la otra los buenos días a la cara. Yo que casi los había criado a pecho... que les había aconsejado altruistamente en todo lo referente al Camino que estaba en mi conocimiento y experiencias, que me había demorado innecesariamente esperándolos en cada pueblo, que había estado al borde de la pulmonía por dormir con las ventanas abiertas de par en par durante la gélida noche, que había aguantado estoicamente a que pararan la lavadora para aprovecharse y lavar sus prendas de abrigo durante nuestro turno de lavadora... y que sé yo cuantas cosas mas, me sentí traicionado y defraudado. Totalmente abandonado.
Pero hablemos de cosas con nivel. Tanto MªCarmen con Rafa se despachan a gusto estos días.
Me ha encantado la referencia a la "Macarena que no necesita tafetanes". Una expresión que desconocía y que sin duda, dentro del contexto en que fue utilizada, refleja bien a las claras el estado físico de un verdadero Peregrino a Santiago, que lejos de buscar la juerga, las sevillanas, el rebujito y el jamón de Jabugo al corte, tal y como se estila en el Rocío, dedica su tiempo a tratar de recuperar las piernas con el descanso, y a visitar, dentro de lo posible, lo que de interés artístico y cultural exista en la localidad donde para. (mis gin tonics de Belorado fueron solo la excepción que confirma la regla antes descrita)
José Luis, el onubense, intentaba hacernos comulgar con ruedas de molino (o de carro "sin pecado") aseverando que lo que mas movía al personal allí era el espíritu mariano hacia su Virgen.
Tal y como dice Rafa de Almería, es cierto que a una gran mayoría de los que nos llamamos "peregrinos" nos mueve, al menos inicialmente, una motivación vacacional-aventurera. Como un Rocío a lo bestia y sin traje de faralaes. Turismo barato, que sirve ademas para conocer lugares insólitos de España y el arte que atesora. Pero a mas de uno le sucede, que en un momento dado por uno u otro motivo, le viene la motivación religiosa. O llamémosle solo, "toque espiritual". Bastando con simplemente una revisión interior de uno mismo, o una mirada mas serena hacia las personas que nos rodean con sus propias motivaciones. Desde luego creer que el Apóstol, Santiago El Mayor, esté enterrado en Compostela no deja de ser, por pura lógica, solo una hábil maniobra de puro marqueting medieval, equiparable a la creencia infantil en los Reyes Magos o el Ratoncito Perez.
! Pero amigo ¡ Esta peregrinación tiene algo diferente, que va mucho mas allá. La Fe religiosa unida a la tradición milenaria, la necesidad de todo ser humano de creer en algo mas sólido que un simple nacer, vivir y pasar de largo, hace posible los milagros.
! Y ojo ¡ ... que no me estoy refiriendo a nada relacionado con la Iglesia de Roma y al clero que los representa. Pero raro es aquel que, por muy agnóstico que diga ser, una vez en Santiago se resiste a dar un abrazo a la representación de esa Fe, (o a esa necesidad de creer), en forma de busto de un apóstol de Cristo. Raro también el que no se emociona al subir esas escaleras que dan acceso a la Catedral, y no cae en la cuenta de que todo ese camino recorrido, mas o menos largo, con mas o menos fortuna, formaba parte de una auténtica peregrinación religiosa que vienen haciendo españoles y extranjeros desde hace mas de mil años. Y aquellos primitivos caminantes nada sabían de turismos y aventuras como pueda ser nuestro caso hoy en día, sino que les movía la necesidad de la Fe, independientemente de que, incautos e ignorantes, fueran "dirigidos" por la Iglesia y sus monjes. La necesidad existía, pues la tribulaciones eran grandes, y la llamada los atraía a millares como bien sabemos.
Creo, para terminar, que toda esa ingente cantidad de gentes no podía estar equivocada. Creo firmemente que a nosotros hoy en día, algo muy poderoso no lleva a soportar esas largas caminatas, las calamidades que a veces nos acontecen, algunos canarios traicioneros que hay por el mundo, y un sin fin de cosas que ahora mismo se me escapan si no fuera porque hay algo muy poderoso enterrado en Compostela... y no estoy refiriéndome a ningún chapapote.

martes, 15 de abril de 2008

Tarde en Ages

Mercedes, la joven y simpática hospitalera catalana que atendía El Pajar, nos tomó las credenciales para sellarlas mientras nos explicaba las costumbres del lugar y los precios de hospedaje, comida, cena con paella valenciana, desayuno para el día siguiente y utilización de la única lavadora y secadora que funcionaban. El Pajar era un albergue de dos plantas bastante nuevo, donde predominaba la madera de pino del país, baños muy limpios y amplios, habitaciones pequeñas pero funcionales, con taquillas para guardar las cosas y sabanas limpias todos los días. De buscarle alguna pega solo diría que, cocina y comedor, eran un tanto pequeños para tanta gente, máxime cuando el albergue vecino, Casa Domingo, aquellos días estaba cerrado por desinsectación y reformas. A la hora de la cena, todo el mundo hubo de trabajar trayendo tablones, caballetes y sillas, e idear un lugar donde colocarlos y poder cenar todos juntos. Pero en nuestro turno de la comida no tuvimos problemas, y aunque un tanto estrechos, Luis Angel, MªCarmen y un servidor, pudimos comernos unos buenos macarrones y unas chuletas de cerdo con pimientos en agradable conversación. Pero no todo iba a ser buen rollito. Junto a nosotros se encontraba José Luis, el onubense del millón de fotos, de los cantos gregorianos, el pozo sin fondos de sabiduría, o mas bien perogrulladas, y un intransigente de cuidado, ya que contándonos, mas bien "enseñándonos" en un alarde de su magisterio lo que era la romería del Rocio, ante un comentario que le hizo Luis Angel, nos salio por "peteneras", totalmente ofendido por la interrupción que un neofito hacía de su excelsa disertación. Fue un momento algo tirante, ya que Luis Angel no se arrugó, y con pocas palabras, pero bien dichas, puso al tipo aquel en su sitio y continuamos nuestra conversación como si los prejubilados de banca de Hueva no existieran.
Supongo que el pedante personaje no lo merece, pero pongo aqui su foto para la posteridad, y aprovecho la instantánea para enseñar, al mundo mundial, a Astrid, la alemana amiga de mis canarios, quienes llegaron sobre las cuatro y media de la tarde, en compañía también de aquel joven ponferradino que conocí en Najera y Santo Domingo. Por cierto que mas tarde aquel joven consiguió ir hasta Atapuerca, encontrar un cajero y por la noche devolverme el dinero que le había prestado para la comida de uno de aquellos días.
La tarde la dedicamos en hacer cola para lavar y secar nuestras ropas, con cierto mal episodio relacionado con las ropas de Jesus y Pedro, y la cara dura de unos jovenes alemanes que sacaron las ropas del matrimonio madrileño y mías antes de su total secado, lo que me produjo un nuevo cabreo del siete. Nada nuevo, ya que aquel año había cojido mas de uno, a diferencia de otros años en que había disfrutado de total paz y sosiego con mis anteriores compañeros.
Visitamos la Iglesia de Santa Eulalia, donde el onubense volvió a dar la nota abrazando desaforadamente y sin venir mucho a cuento a la anciana que cuidaba el lugar, y en general pasamos el tiempo hasta la Paella de la cena, charlando unos con otros y conociéndonos.
Uno de los personajes mas simpáticos que conocí aquella tarde fue a un peregrino mexicano con el hablé largo y tendido sobre coincidencias y cosas fuera de lo común que acontecen en el Camino. Antes de que apagaran las luces en nuestro cuarto, al despedirnos, quedamos en volver a vernos en la ruta algún otro año, pues ambos estabamos seguros que aquellas coincidencias volverían a juntarnos alguna otra vez... Dificil... casi imposible... mas un buen deseo que una posibilidad, pero al menos nos quedó ese extraño y bonito sentimiento de perdurable amistad adquirida en solo unos pocos momentos de conversación. Si lo vuelvo a encontrar... ya os lo haré saber.
! Ah, se me olvidaba ¡ La Paella valenciana, a pesar de estar hecha en la provincia de Burgos, por una castellana y una catalana... estaba de rechupete y muy lograda. Y diré mas. Un chaval de Onteniente (Valencia) que cenó a mi lado, era de la misma opinión, y a pesar de nuestras dudas iniciales, tuvimos que quitarnos el sombrero ante aquella cena. De la idoneidad de paella por la noche... no dijimos nada. Solo comimos y disfrutamos de una buena cena, un ambiente muy agradable y una muy grata estancia en Ages (a pesar de alemanes, canarios y onubenses resabiados)

lunes, 14 de abril de 2008

Continuación hasta Ages

Finalmente ha quedado anulado, postergado, el proyecto de hacer el camino en el puente de Mayo. Solamente 2 personas decididas a hacerlo, y sobre todo las malas vibraciones en cuanto al hospedaje del primer día en Bizkarreta, nos hacen dejar para mejor ocasión el tan traído proyecto. Por tanto, posibilidades de paella (perdón, ...arroz) para esas fechas.
Y volviendo a aquella etapa, entré en Santo Juan de Ortega, dándome cuenta que el pueblo era solo el Monasterio, el albergue y cuatro casas desperdigadas que daban cobijo a solo 26 habitantes. Primeramente sellé mi credencial, compré unas postales con vistas de la iglesia que estaba en obras de restauración de su fachada y puse la antena para oír lo que hablaban peregrinos que salían de las habitaciones. Malas camas, ambiente lúgubre y duchas con agua fría eran los comentarios mas suaves de aquel lugar. Me lo tenía que pensar.
Dejé mi mochila junto a la puerta, y visité primeramente la iglesia. El Mausoleo del Santo constructor, discípulo de Santo Domingo, su cripta, el Altar mayor, las diferentes capillas, y sobre todo los famosos capiteles de la Anunciación, Visitación y Natividad, en el que en pocos días se produciría el Milagro de la luz, fenómeno singular que acontece dos veces al año, cada día de equinoccio, y en que un rayo de sol entra por una de las ventanas iluminando, barriendo con su luz las tres secuencias. Una televisión brasileña rodaba escenas de los capiteles, con los comentarios del párroco, por lo que no pude apreciar con mucho detalle las maravillas de aquella obra de arte. Como se vio en la foto, me encontré al penitente polaco en un rincón sumido en sus plegarias, pareciéndome realmente, que lejos de ser un aventurero o un cara dura, era un verdadero devoto cumpliendo una promesa. De hecho el tipo, nada mas llegar, debió meterse en la iglesia que debía ser lo que mas le importaba, en lugar de preocuparse como hice yo, mucho mas mundano, primero del alojamiento y luego del bienestar del alma. Tras una corta plegaria me encaminé hacia el bar, donde me llevé la desagradable sorpresa de que solo servían algo de comer si te sentabas en las mesas del comedor. Pedí un café con leche y salí a tomármelo en la mesas de la calle. Allí estaban Luis Angel y MªCarmen, recién llegados, que se sentaron conmigo para disfrutar de unas cervezas fresquitas, mientras comentábamos la etapa.
Su idea era la de continuar hasta Agés, o incluso Atapuerca. Mi animo en un principio no era el de continuar. Pero la idea de una ducha fría cada vez me hacía pensar mas en la huida de aquel lugar, y la jovencita austriaca que salía, recién duchada, del albergue, haciéndome señas de que estaba congelándose, acabaron por decidirme. Sin embargo, necesitaba descansar las piernas, por lo que no acompañé al matrimonio madrileño cuando estos se fueron. Me demoré aún unos minutos, el tiempo suficiente de ver llegar a mis canarios acompañados de su amiga alemana, un autentico caballo percherón y mas fea que un pie. Pero dicen que tiran mas dos tetas que cien carretas, y pude comprobar cuan cierto era el refrán, a tenor de la diligencia, la rapidez con la que andaban aquellos dos siguiendo a la nibelunga gafuda. Conmigo todo eran problemas para caminar ligeros, y con esta, perdían el culo con tal de no despegarse de ella. ! Ver para creer ¡
Finalmente, compré nueva provisión de tabaco, tomé mi mochila e inicié a regañadientes los cuatro kilómetros hasta Agés, por un sendero muy agradable que atravesaba un simpático pinar. Recibí una nueva llamada de Esperanza, la donostiarra. Se había dejado algo por decirme en la anterior llamada unas horas antes. Y ese "algo" era el ofrecimiento de que una vez llegara a Burgos, tomara yo un autobús o un tren hasta San Subastian, para así hacerles una visita. Agradecí la invitación, aunque me pareció de lo mas absurda, y decliné la oferta con la excusa de que quería visitar con detenimiento la capital burgalesa, que no conocía. La cuestión era tenerme colgado del teléfono hablándome y hablándome. El caso es que el trayecto se me hizo bien corto, entretenido como estaba con la chachara de mi amiga, y llegué a Agés, prácticamente pisándoles los talones a MªCarmen y Luis Angel al entrar en el albergue privado de El Pajar.

viernes, 11 de abril de 2008

Montes de Oca

Nada mas salir del bar, y por una estrechísima acera, junto a la calle que, en pronunciada bajada, llevaba a los enormes trailers a casi rozar a los peatones, fui iniciando la salida de Villafranca. Tal y como relata MªCarmen en su comentario, las primeras rampas de la subida, justo frente al antiguo Hospital Real de peregrinos hoy casi abandonado, se hicieron durísimas. Y a mi me lo hizo aún mas duro una llamada al móvil de Esperanza, nuestra compañera del año anterior por Roncesvalles y Navarra. Como bien sabe Rafa de Almería (hoy, rebautizado "el vecino de abajo") Esperanza es de las que cuando empieza a hablar... no para. En lo peor de la ascensión, se puso a darme palique y a explicarme que en un par de días se ponían en camino para recorrer el tramo que yo estaba realizando, Logroño-Burgos. Entre la dificultosa subida y los cigarrillos que me había fumado durante mi descanso, me faltaba el aire. Con lo que el bocadillo y el café que pugnaban por salirse. Y encima atendiendo la llamada. El caso es que ella notaba mi entrecortada respiración al hablar, pero no aflojaba en su incontinencia verbal... no soltaba el bocado, como suele decirse.
Menos mal que cada cierto tiempo el terreno se convertía en falso llano, dando un respiro tanto a mis pulmones como a mis piernas. El paisaje sin embargo, era excepcional, con tramos de auténtico bosque. Robles y helechos. Incluso la niebla aparecía en cuanto el sendero se empinaba. Desde mi paso por los Altos de Mezkiritz y de Erro, o incluso desde el año anterior en O'Cebreiro, no recordaba haber transitado por bosques tan hermosos. Lo cierto es que ya se echaban en falta... ya he dicho en otras ocasiones que me produce un auténtico goce atravesar esos bosques que te encuentras tan de tarde en tarde por el Camino de Santiago, con lo que a pesar del cansancio de la marcha iba disfrutando como un enano.
A la altura del Alto de la Pedraja, donde se podía ver la carretera nacional y los camiones que transitaban por ella, los robles dejaron paso a los pinos negros, la vegetación empezó a escasear y el camino antes estrecho y serpenteante dio paso a un terreno mas ralo.
Tras el Monumento dedicado a los fusilados del 36, en el que podía leerse " No fue inútil su muerte, fue inútil su fusilamiento" se me ofreció a la vista una cuesta preocupante. Primeramente, una bajada espectacular, en la que los ciclistas me pasaban como auténticos bólidos, luego un regato sobre el rio Turientes con un puentecillo, mas bien una pasarela con varios listones de madera rotos, para encarar la terrible cuesta arriba de apenas unos cien metros, pero de una dificultad tal, que los ciclistas debían poner pie a tierra, y aún así se tambaleaban para poder subir. En lo alto la vista, de nuevo espectacular, dejaba ver los inmensos bosques que acababa de atravesar y un rosario de peregrinos que aparecían a lo lejos como pequeñas hormigas, laboriosas, andarinas.
Y de pronto los altos pinos se retiraron aún mas del camino, dejando sitio para una cañada real, vestigio de la trashumancia. Si al principio el sendero no pasaba de un metro de anchura, tal y como puede verse en la foto, en aquel tramo se amplió hasta mas de 30, y en algunos lugares los cortafuegos cruzaban y cortaban el camino.
Paré a descansar, comer parte del bocadillo de Villafranca, y fumar un par de cigarros. Y en eso estaba cuando fui alcanzado por un nacional que iba hablando, mas bien martirizando con su cháchara, a una chiquilla bien joven. El tema de su conversación eran las miles de fotos que conservaba en su ordenador de otras veces que había hecho el Camino, fotos que solía ver mientras sonaba en el aparato, música de cantos gregorianos a cargo de los Monjes del Monasterio de Silos. Algo debí decirle al respecto, algo como que me daba sana envidia aquella excelente idea que había tenido, ya que el tipo paró a conversar conmigo y me explicó que se llamaba José Luis, que era onubense, jubilado del Banco Bilbao Vizcaya, y que la jovencita era austriaca y arrastraba problemas de rodilla. Ella ponía carita de cordero degollado, mas por la pesadez y petulancia del onubense que por los dolores que pudieran aquejarla.
Andé con ellos unos centenares de metros, pero poco a poco la conversación de aquel hombre me fue resultando pesada. Mas que la conversación, cierta actitud prepotente del que ya lo sabe todo. ! Vamos ¡ uno de los que gusta de "sentar cátedra".
La hora de tránsito por la cañada se me hizo eterna. Me propuse continuar el ritmo del onubense y la austriaca, pero sin llegar a alcanzarlos... a distancia. Y como no hay mal que cien años dure... el bosque de pinos acabó de repente, iniciamos una ligera bajada y pronto tuvimos el Monasterio a la vista. Yo me alegré mucho, pues pensaba que había terminado por fin mi etapa.

jueves, 10 de abril de 2008

Pablo, de Varsovia

La mejor Bienvenida a Nora, la esposa de Rafa Gambín, que también se decide a dejarnos unas letras con sus comentarios, y no solo a leer. Poco a poco noto como muchos de mis amigos se van soltando, atreviéndose a dejar sus impresiones, y a participar en el blog. Aunque sea metiéndose conmigo, o con mi nuevo primo, Jimenez "de los Santos". El caso es transmitir los pensamientos de uno mismo y rin rubor. Poder participar en la transmisón de ideas y pareceres, con total libertad de expresión... Solo permitidme una licencia humoristica... no sé si politicamente correcta, o mas o menos afortunada... pero... "¿Lapidar homosexuales?"... ! No, jamas. Totalmente execrable ¡ Pero, tal y como proliferan... tal y como está el patio, la pregunta es ... ¿Habría suficientes piedras...?
Y quedamos ayer a las puertas del bar El Pajaro, justo a la entrada a Villafranca y lugar de parada de numerosos camiones de transporte de mercancias, antes o después de pasar por el Puerto de la Pedraja. Entré en el acogedor restaurante y mi vista fue directamente hasta el mostrador donde sobresalian entre otras muchas tapas, unos enormes panes y roscas ya rellenos con embutidos, que los camareros cortaban a la medida de cada cual. Una pareja se levantaba de una mesa junto a la ventana, momento que aproveché para hacerme con ella. Me pedí no menos de 20-25 centimetros de bocata de jamón con queso y un gran tazón de café con leche. El mundo se veía de mejor color con el estomago lleno y en un calido ambiente. Apenas las diez de la mañana, y ya con la mitad de los 24 Kms. de la etapa de aquel día realizados. Pensaba que tenía todo el tiempo del mundo, y desde la especie de atalaya que suponía la ventana, me entró la vena poética y pasé mi tiempo escribiendo notas para mi diario y descansando. Pedí unos nuevos centimetros de bocadillo, pagué mi consumisión y ya en la puerta dispuesto a salir, me encontré con el peregrino mas extraño (y he visto ya algunos) y a la vez mas fascinante de mis periplos por la ruta. Pablo, el más que peregrino, penitente polaco, se ha hecho conocido de todos nosotros por las fotos que ya en otras ocasiones he incluido aquí. El ver a aquel tipo barbudo y de pelo largo, con su traje de tela de saco y su sayón oscuro, sus sandalias, cargado con su cruz de madera en brazos, en la que podía apreciarse, pegada junto a la cabeza del Cristo una fotografía del Papa Juan Pablo II, paisano suyo, fue una imagen cuanto menos impactante y que difícilmente se pueda olvidar.
La primera impresión era la de estar delante de un auténtico Ecce Homo. Pasado el primer impacto, uno pensaba que estaba ante un loco o un gracioso con ansias de notoriedad. Pero cuando uno contactaba, que no hablar pues desconocía el castellano, podía ver que a aquel tipo le movía un sincero espiritu de penitencia y espiritualidad. Que su Camino sí era una auténtica peregrinación de motivación religiosa. Prueba de ello, es la nueva foto que muestro, tomada unas horas después en el Monasterio de San Juan de Ortega, donde Pablo ajeno a visitas turísticas, codazos para tomar sitio en el albergue, cervecitas en el bar, simplemente buscó un sitio escondido, apartado, recogido, sin notoriedades, para dedicarse a la oración junto al mausoleo del Santo.
Lo ví entrar aquella mañana en El Pajaro, y la curiosidad me empujó a seguirlo. Acupó calladamente una silla en una mesa, pidió en la barra que le sirvieran solo un vaso de agua caliente, y de su mochila sacó una bolsa con una especie de sucedanéo de café o achicoria. Supuse que debía ser alguna marranada típica de su país, y viendo poca sustancia en aquel brebaje, le pregunté por señas si quería comer algo. Me comprendío enseguida... tonto no era, y seguro que ya había reparado en las roscas de la barra, pero me hizo signos de que andaba corto de dinero,... como dando pena. Y como si fuera Navidad, le invité a unos "centimetros" de jamón y queso, que el agradeció con movimientos de cabeza. No llegué a ver a MªCarmen y Luis Angel, pues debieron aparecer por allí después de mi partida, pero me dice que ellos le invitaron mas tarde a un buen café con leche, con lo que el artista debió quedar contento y satisfecho.
A los que sí vi entrar y sentarse en la barra, fue a mis dos coleguitas canarios y a su alemana. Cuando fui a saludarles, ellos a su vez, tras pedir sendos vasos de leche caliente, estaban sacando una bolsita en la que tenían el típico gofio canario. Otra marranada, esta nacional.
Mas de una hora descansando, me hicieron pensar en lo que aún me restaba por andar hasta San Juan de Ortega. Salí del bar no solo reconfortado físicamente, sino también anímicamente por el momento tan especial vivido entre aquellas cuatro paredes, que no solo me habían inspirado poéticamente con las lineas del diario, sino también una vena caritativa que desconocía en mi.

miércoles, 9 de abril de 2008

Mal despertar

Ante la numerosas peticiones... incluyo la foto de la silla de mimbre tipo Emmanuelle. El autor no se hace responsable de las ideas calenturientas que "alguno" pueda hacerse sobre abogados milaneses, sacos de dormir y puntos suspensivos varios.
Y diré que aquella noche dormí estupendamente. No fue así el despertar. Habíamos alquilado en el hostal una habitación triple. Yo ocupaba una cama individual, y los canarios la de matrimonio.
No hubiera aceptado ningún otro trato al respecto. ! Para que luego digan por Almería que yo voy rompiendo........ corazones.¡
A las seis de la mañana, me despertó un sonido metálico y acompasado... el golpeo sobre la acera de la punta de acero de unos bordones de peregrino. Acompañaban al ruido unas conversaciones en idioma alemán. Ininteligibles pero fluidas, claras y a la vez tremendamente molestas para el que duerme. Me desperté y comprobé con estupor que mis canarios había dormido con la ventana abierta de par en par. Y el flujo de madrugadores turistas alemanes pasaba justo debajo de ella. El efecto relajante y tolerante que me habían suscitado el lechazo y los gin tonics de la víspera, y las horas de sueño, se esfumaron de pronto. Y aún faltaban los grupos de franceses, que suelen salir diez minutos después pero son mas ruidosos. De buena mañana y ya me entraban ansias asesinas, como cuando oigo por la radio al despertar a Jimenez Losantos.
Los canarios, que tampoco debían ser inmunes a los ruidos, hacían como que dormían. Yo puse la televisión para igualar las putadas, mientras me lavaba, me vestía y desayunaba.
Me pidieron que los esperara en la calle, y acordándome del plantón y la lluvia de Santo Domingo, les dije que sí, pero nada mas llegar a la calle inicié mi etapa poniendo tierra de por medio.
Pronto dejé atrás el Hotel Belorado y la gasolinera junto a la carretera, para pasar junto a un parque recreativo donde unos extranjeros habían plantado tiendas de campaña, pasado la noche y en aquellos momentos desayunaban. Verles desayunando caliente, y el fresquete que hacía a esas horas por el campo, hicieron que me entraran una ganas enormes de tomarme algo caliente, ya que todo mi desayuno había consistido en un par de actimeles. Y pensando que en el siguiente pueblo podría hacerlo puse la directa.
En Tosantos, con solo un pequeño albergue parroquial y 57 habitantes censados, esperar que el bar estuviera abierto a las siete de la mañana era pecar de optimista. En un intento de dar tiempo al mesonero para que abriera me senté a esperar en un banco, fumándome varios cigarrillos.
Un buen rato después apareció Jesús de avanzadilla. Por lo visto Pedro había ligado con una alemana y venía mucho mas atrás, supongo que practicando o iniciándose en el idioma germano.
Dispuesto a no verlos, ni a él ni a la teutona, reinicié la marcha poniendo mis esperanzas de café en Villambistia a solo 3 kms. Pero nada abierto, ni allí ni en Espinosa del Camino a otros tres.
Pero en este último pueblo coincidí con los tres "jubiletas" crevillentinos, con los que fui haciendo el camino en animada charla. Dos de mis nuevos compañeros ya habían realizado el Camino con anterioridad, con lo que nos pusimos a recordar etapas anteriores como Zubiri o el Alto del Perdón, así como las etapas gallegas, sobre todo las de O'Cebreiro a Samos. Hablamos de las Fiestas de Moros y Cristianos de Crevillente, que serían en un par de semanas, en Octubre, por San Francisco, y así fuimos recorriendo kms. a un muy buen ritmo, ya que podían ser jubilados, pero estaban en muy buena forma. Llegué a pensar en "adoptarlos", o que lo hicieran ellos conmigo para el resto de etapas hasta Burgos, pero la diferencia de edad y que pensaban quedarse en el siguiente pueblo, me hicieron desechar la idea.
Y a las 9,30 alanzábamos el cartel de Villafranca Montes de Oca, cruzábamos el puente sobre el río Oca, y tuvimos a la vista el bar-hotel El Pájaro. Desde la distancia pude apreciar como numerosos camioneros entraba y salían del bar... allí estaba esperándome mi bien ganado y caliente café con leche. Y alguna otra sorpresa en forma de extraño peregrino.

martes, 8 de abril de 2008

¿Paellas en Alicante?... serán arroces.

Recibo un correo de los ingenieros informaticos responsables del "Mesenger" quejándose del chat que hemos montado en este blog. Dicen que por qué no nos pasamos los numeros de movil.... Que les estamos chafando el negocio... !!! Pero que si hay paella... ellos también se apuntan ¡¡¡
! Hay que ver ¡ Yo sufriendo por que nadie me hacía comentarios en el blog... y ahora no doy abasto a leerlos todos y por orden.
En cuanto a lo de la Paella... no podrá ser. En todo caso será "un Arroz", que es lo que se estila en Alicante. Uno de mero y gambas, y en el Puerto, estaría muy bien, (para almerienses y madrileños, decir que en Valencia son Fallas y Paella... pero en Alicante, Hogueras y Arroces). Y solo hay que poner fecha, que del resto nos ocupamos nosotros. Estaría genial una "kedada" con Luis Angel y MªCarmen, a la que podrían asistir los dos Rafas, o todos ellos, y cualquier otro que se tercie y quiera disfrutar de un momento memorable (canarios abstenerse). Lo dejo al criterio del chat recién formado, pero sería una ocasión inmejorable para conocernos todos en persona, y echar unas risas. Incluso unos baños, ya que por aquí ya empieza a apretar el calor y las playas ya estan abarrotadas (excepto hoy que ha salido un poco nublado... pero lo de hoy no cuenta)

MªCarmen y Luis Angel a escena.

! Genial ¡ Ya hasta mi mujer se anima a comentar y escribir en el blog. MªDolores, de ahora en adelante MD, se arranca y nos deleita con una pequeña parrafada. MD desde el primer día ha seguido las lecturas con fidelidad. Una enganchada mas. Y salvo un pequeño problema de interpretación del concepto "obsesión" ya felizmente resuelto, me ha estado animando y apoyando en esto desde al primer día. Por tanto, y si a cada uno de los que han entrado por primera vez en el blog les he dado la bienvenida personalmente... que no deberé decirle a mi mujer en este su despegue de comentarista... solamente GRACIAS. Y ahora que pienso... ¿tendrán algo que ver las entradas de MªCarmen y sus siempre sensatos comentarios, para que MD se haya decidido a escribir? Nunca lo sabremos, pero quiero también agradecer a la madrileña-cordobesa ese empujón que ha dado a los comentarios desde su llegada al blog.
A Rafa de Almería, decirle que tras leer detenidamente, casi estudiar, su fracesita de "el humilde saco de dormir, donde a mas de una persona le habrás roto el.... corazón", debo decirle que analizadas todas las posibles variantes de esos enigmaticos puntos suspensivos, he llegado a la conclusión de que eres un graciosillo... o incluso diría mas... un cabronazo. ! Vamos ¡ Pensar que yo le haya roto algo al George Clooney milanes (como lo define el otro Rafa, Gambin)... es tener un concepto muy equivocado de este casto varón que os escribe.
Y siguiendo con las aventuras... una vez los italianos y sus caballos partieron, y los abuelos del parque se fueron a sus casas, nosotros tres, los canarios y yo, fuimos de nuevo a por mas gin tonic, aunque yo antes me entretuve con tres peregrinos que me pidieron hacerles una foto frente a la Iglesia de San Pedro, resultando que eran paisanos, jubilados de Crevillente. Cuando llegué a la terraza exterior del Café Bulevar, que así se llamaba el ciber, encontré a Pedro y Jesus hablando con un matrimonio de nacionales. Y aquí llega el momento en que nos conocimos MªCarmen y Luis Angel, y el motivo por el que, para conmemorar tal efemeride, he insertado una fotografía de ellos aunque tomada dos dias después... no podía esperar mas para hacerlo.
Fui presentado a la pareja, pero poco mas pude hablar con ellos, ya que los cuatro estaban enfrascados en rememorar sus primeras etapas por Navarra, y en recordar a personas que habían conocido durante esos días. Personas con las que yo naturalmente no había coincidido, por lo que se me escapaba un poco el tema. No sé que tal impresión debieron tener de mi estos nuevos amigos. Supongo que la de un tipo taciturno, callado y a su bola. Nada mas lejos de la realidad, pero el cansancio hacía tiempo que me tenía de bajón, la conversación me dificultaba poder intervenir, y sobre todo mi poca resistencia a la bebida... y es que yo, con dos gin tonic como ya llevaba, o empiezo a decir tonterias o me da por dormirme por los rincones.
Aguanté respetuosamente la charla allí sentado, intentado que no se me cerraran los ojos (afortunadamente no me dió ese día por las tonterias) y pensando, mayormente, en la bonita cama que tenía esperándome en el hostal Julia.
Tras despedirnos todos, compramos algunas vituallas, para cena y desayuno del día siguiente, en un super que apunto estaba de cerrar, y ante la opción que sugerían los canarios de continuar de juerga con Peter, el alemán de los floreros, yo me decanté por irme a descansar... tal vez dormir.
Y así lo hice. Tras llamar a MD y resto de amigos, cenar un pequeño bocadillo mientras veía algo de tele, colocarme los tapones de los oidos para cuando llegaran los canarios, caí rendido en la cama cuando eran solo las nueve y media de la noche. Como un extranjero mas y mucho antes de que se acuesten las gallinas, ya estaba durmiendo y soñando desagradablemente con italianas colgadas de mi chepa y yo llevándolas hasta Santiago, con el novio siciliano que de vez en cuando intentaba también subirse a mi espalda. ! Una autentica pesadilla ¡ Va ha tener razón MªCarmen cuando dice que cada uno esta solo para llevar lo suyo y nada mas.

lunes, 7 de abril de 2008

Tarde tranquila

En la plaza Mayor del pueblo encontramos un pub abierto. Ambiente tranquilo y relajante para un café y un gin tónic en asientos de mimbre, con el aire acondicionado zumbando alegremente y refrescándonos. Es lo bueno del Camino. Es como la vida misma. Unas pocas horas antes, ni un mal garito para comprar un botellín de agua, o una tiendecita aunque fuera de chucherías para masticar una gominola. Y cuando menos te lo esperas, pasaron tus penas, y te encuentras con un enorme lechazo en el cuerpo, y un café y una copa en la mano.

En el pub, un par de alemanes hacían uso de unos ordenadores de pago con conexión a Internet. Uno de los alemanes, de nombre Peter, una especie de armario ropero con gafas, conocido de mis canariones de etapas anteriores y que según ellos, cuando se desmadraba se bebía hasta el agua de los floreros, acabó con su navegación y nos dejo uno de los aparatos aún con saldo. Le enseñé a Pedro la pagina de "caminodesantiago.consumer.es" (página que me sirvió tiempo mas tarde para contactar con MªCarmen y Luis Angel) revisé mis correos electrónicos, momento que aprovechó para enviarse a si mismo mi propia dirección con la intención de escribirme alguna vez(aunque yo, desde ese mismo momento me propuse no contestar nunca a ningún mensaje que viniera de su parte) ... trasteamos el aparato un rato mas, y decidimos salir a que nos diera el sol.
En aquel momento llegaban a la localidad dos peregrinos a caballo. Dos impresionantes animales de una considerable alzada que hicieron las delicias de los jubilados con boina que languidecían en los bancos del parque del pueblo. Los caballistas eran italianos. Uno, un muchacho joven. El otro rozando la cincuentena, pero atractivo y de los que suelen gustar a la mujeres. Alto, canoso, con bigote, de ojos claros... Inicié una conversación con él. Y supe que era abogado en Milán, aunque en aquellos momentos estaba colaborando con una importante revista de temas ecuestres de su país, haciendo un reportaje del Camino de Santiago a caballo. Me comentó que en el reportaje su opinión no iba a ser muy favorable. Que estaban encontrando muy serias dificultades para el cuidado de los equinos en los albergues, y que las infraestructuras eran muy deficientes para esta modalidad de la peregrinación. Sin embargo, opinaba que la peregrinación a pie era ideal, y estaba firmemente convencido de que pronto la realizaría de esta manera, ya que debido al engorroso problema de sus monturas, se estaba perdiendo la oportunidad de disfrutar de un montón de cosas. Visitas a iglesias, monumentos y museos, y sobre todo al contacto directo con la gente, como estábamos haciendo él y yo en aquel momento. Charlamos largo y tendido mientras esperaban que cierto contacto con una finca agraria con cuadras viniera a buscarlos. Hablamos de la situación política, tanto española como italiana, de nuestros problemas con los nacionalismos y la cuestión del terrorismo. De los de ellos, con la antigua Liga Norte (creo que es donde jugaban Cannavaro y Maradona hace años) sus sempiternos cambios y crisis de gobiernos, y la Camorra (que debe ser una especie de chistorra a la italiana, un queso o un tipo de pizza con mucha albahaca y orégano)
Y con lo de la Camorra estábamos, cuando precisamente llegó hasta allí la pareja de italianos con los que había coincidido aquella mañana en Castildelgado y que buscaban un autobús de línea. Con sus paisanos la cosa se disparó, ya que empezaron a hablar en su idioma, pero de una manera tan rápida que me era imposible seguir y comprender nada de la conversación, aunque de vez en cuando el abogado me traducía, y así supe que la pareja era de Sicilia, que efectivamente daban por terminada su aventura en España y en el Camino, cosa que comprendí mejor cuando la bellísima italiana se descalzó, y nos enseñó dos enormes boquetes que se le habían formado en los talones, sin duda, dos ampollas tratadas inadecuadamente.
Andaba yo algo tocado, pero no me hubiera importado haberla llevado en brazos, al menos un par de etapas... y por como la miraban mis dos canarios, allí apartados pero con la antena puesta y babeando... nos hubiéramos turnado en ello, al menos hasta Burgos, o incluso, tal vez León. Para eso sí que hubieran estado mejor dispuestos. ! Toma, y yo ¡

Bienvenida a Yami y Carlos

Veo que la entrada del lechazo en Belorado ha despertado interés a tenor del numero de comentarios que habeis hecho. Supongo que la foto era buena y ayudó lo suyo. También "los juegos florales" en forma de mensajes entre unos y otros, mensajes de cariño se entiende, van haciendo su aparición. Eso me parece muy bien, y me alegra que nos vayamos conociendo, un poco, los unos a los otros. Y ademas, que tengamos este blog como punto de encuentro. Esperemos que no sea flor de un solo día.
Aunque la cosa puede llegar a complicarse. Me refiero a que un nuevo Rafael está a punto de engrosar la lista de lectores. (Sería el cuarto, con lo que habrá que ir numerándolos) Se trata de uno de los jefes de MªDolores. Si,... aquel joven que me ayudó por Galicia, en Calle, a colocarme el poncho tras una pequeña lluvia. Mi mejor bienvenida, y mis animos para ese nuevo tramo del Camino que proyectas hacer en breve. ! Que tengas Buen Camino compañero. ¡
Y bienvenida también a Yami y Carlos a este modesto blog. Ellos son de la familia. El hijo mayor de MªDolores y su dulce y preciosa novia. Yami no hace el Camino, pero casi todos los veranos marcha con su familia a una casita que tienen en la provincia de Huesca. Esta casa, según me ha contado en varias ocasiones, está situada al borde del Camino Aragonés, que viene de Somport, pasa por delante de su porche, mas tarde por Jaca, y tras varias etapas mas, alcanza Puente la Reina, en Navarra, para unirse al Camino Francés, ya en un único Camino.
Yami también me cuenta, que su familia y ella, muchas veces, atienden a algún peregrino, dándoles alguna información de los senderos que atraviesan, o simplemente rellenándoles las cantimploras de agua.
Puede por tanto que no sea una peregrina a Santiago. Alguna que otra vez los he tentado, también a mi propio hijo, a acompañarme en alguna de mis aventuras, aunque con poco exito, la verdad. Pero con esas pequeñas ayudas que prestan a otros que sí hacen la peregrinación, facilitándoles la dura marcha con un simple detalle de hospitalidad, un gesto de animo, una sonrisa o un saludo, sin darse realmente cuenta, ellos ESTAN HACIENDO CAMINO.
Pues el Camino de Santiago, no solo se compone de locos con mochilas que andan kilometradas cada día, sino de multidud de gentes como ellos, anónimas, pero que con su solidaridad y su simpatía, ayudan a que que esto sea una realidad.
Gracias pues, a esos pequeños detalles. Y gracias de nuevo, por ese otro gran detalle de haber entrado y comentado en mi blog. Ha sido como ese trago de agua que ofreces al caminante que pasa por delante de tu puerta, algo que me ayuda a continuar con mis relatos.