Luego está mi propia crisis, de naturaleza muy diferente, pero también ya superada. Una crisis de esas de: ¿Quien soy? ¿Hacia donde voy? ¿Y para qué carajo sigo escribiendo este bodrio de blog?...
Digo que ya superada, pues de nuevo le voy cogiendo el tranquillo a esto de ir escribiendo mis historias, no tan suculentas como las de Lorena y sus risoterapias... pero ahí estoy...Voy y me digo: "aburro... luego existo".
A lo tonto, a lo tonto... estoy a punto de llegar a las 500 entradas en este blog. No está nada mal. Pues en 21 meses que llevo escribiendo... esto es: 630 días, solo he dejado de torturar a mis amigos 130 días.
Y ahora vamos a la verdadera crisis. Esa que tenemos encima desde hace algo mas de un año. Y en un intento de comprender su naturaleza y magnitud, me llega un correo que consigue arrojar algo de luz al problema pero con una sonrisa. Dice así:Es agosto, en plena crisis, y en una pequeña ciudad de costa en plena temporada, además cae una lluvia torrencial durante varios días. La ciudad parece desierta. Todos tienen deudas y viven a base de créditos.
Por fortuna, un día llega un ruso forrado y entra en un pequeño hotel, de esos con encanto.
Pide una habitación. Pone un billete de 100€ en la mesa del recepcionista y se va a ver las habitaciones.
El jefe del hotel agarra el billete y sale corriendo a pagar sus deudas con el carnicero.
Este coge el billete y corre a pagar su deuda con el criador de cerdos.
A su vez éste se da prisa a pagar lo que le debe al proveedor de pienso para animales.
El del pienso coge el billete al vuelo y corre a liquidar su deuda con la prostituta a la que hace tiempo que no paga. (En tiempos de crisis, hasta ella ofrece servicios a crédito).
La prostituta coge el billete y sale para el pequeño hotel donde había traído a sus clientes las últimas veces y que todavía no había pagado.
En este momento baja el ruso, que acaba de echar un vistazo a las habitaciones, dice que no le convence ninguna, coge el billete y se va de la ciudad.
Nadie ha ganado un duro, pero ahora toda la ciudad vive sin deudas y mira el futuro con confianza y optimismo
! MORALEJA: SI EL DINERO CIRCULA, SE ACABA LA CRISIS ¡
Por fortuna, un día llega un ruso forrado y entra en un pequeño hotel, de esos con encanto.
Pide una habitación. Pone un billete de 100€ en la mesa del recepcionista y se va a ver las habitaciones.
El jefe del hotel agarra el billete y sale corriendo a pagar sus deudas con el carnicero.
Este coge el billete y corre a pagar su deuda con el criador de cerdos.
A su vez éste se da prisa a pagar lo que le debe al proveedor de pienso para animales.
El del pienso coge el billete al vuelo y corre a liquidar su deuda con la prostituta a la que hace tiempo que no paga. (En tiempos de crisis, hasta ella ofrece servicios a crédito).
La prostituta coge el billete y sale para el pequeño hotel donde había traído a sus clientes las últimas veces y que todavía no había pagado.
En este momento baja el ruso, que acaba de echar un vistazo a las habitaciones, dice que no le convence ninguna, coge el billete y se va de la ciudad.
Nadie ha ganado un duro, pero ahora toda la ciudad vive sin deudas y mira el futuro con confianza y optimismo
! MORALEJA: SI EL DINERO CIRCULA, SE ACABA LA CRISIS ¡
2 comentarios:
me alegro de que rafa haya pasado su crisis.
tu no dejes de escribir, que a mi, por lo menos me gusta y mucho, a veces con tus reflexiones, incluso me arrojas algo de luz en mis disgustos particulares. pero hacer un comentario todos los días y que diga algo original, tampoco es fácil, pero no creas que por eso deja de ser agradable leerlo. a veces pienso que cuando no se nada que decir, mejor hacer una gracia o un chiste y últimamante la pobre lorena se ha llevado mis chorradas, pero creo que no está muy enfadada por eso.
un saludo
Hola Albert: Lamento no poner mas comentarios en tu estupendo blog, pero los tiempos van muy ajustados para algunos. No obstante que sepas que leerte, te leo, y me gusta mucho todo lo que escribes, (ya lo sabes). Me alegro mucho que tu amigo Rafa vaya superando sus situaciones. Me ha encantado lo de los cien euros, cuanta razón tienes. Bueno besos a tu princesa y a ver si pasa el verano pronto (por lo menos la primera quincena) y nos tomamos un heladito.
Abrazos, Manolo
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