miércoles, 31 de octubre de 2007

Ultimos retoques

Los últimos días antes de la partida fueron de bastantes nervios. Marcharía solo, pues nadie normal coge vacaciones en Septiembre, y aquello me hacía tener revoloteando mariposas por el estomago. No sabía si lo que llevaba sería suficiente o adecuado para la marcha: Además de las botas, usadas anteriormente para mis entrenamientos, la mochila con el saco de dormir, una esterilla de goma, el sombrerito de chico explorador, la bolsa de aseo con lo imprescindible, llegué incluso a vaciar un tubo de crema dentífrica y un pequeño bote de gel para ahorrar peso; nada de botiquín, excepto mis pastillas para la diabetes; dos camisetas, dos pares de calcetines, dos pantalones cortos y uno largo, desmontable para Santiago, una sudadera para el frío, un poncho de hule que cubría hasta la mochila, una toalla de gamuza, tipo Videla; una funda de almohada para no dormir directamente sobre las de los albergues, cuatro pinzas y cuatro alfileres para tender la ropa, y para lavarla un cuarto de pastilla de jabón lagarto; unas chanclas para la ducha y pasear por la tardes; una riñonera para guardar la cartera, las monedas, el block y el boligrafo con lo que escribir; una radio en miniatura, fotocopias de las paginas de mi guia con la etapas que cubriría, y 12 sobres con sus sellos y etiquetas con las direcciones de mis amigos y familia para enviarles postales; y la cámara digital Polaroid , que a pesar de sus pocos pixeles me servía muy bien, siempre y cuando no tuviera que disparar con flach.
En el bar de debajo de mi casa, pedí que pesaran mis bártulos y di por buenos los casi 7 kilos que acarrearía a la espalda.

Lo siguiente fue agenciarme la Credencial de Peregrino, con lo que acudí hasta la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Alicante. Mi primer contacto con la asociación fue un tanto traumático. Un veterano asiduo del lugar, militar jubilado, entabló conversación conmigo mientras esperaba que me atendieran, y le conté mis planes: O'Cebreiro-Santiago en 7 etapas. Como si tal cosa, me dijo que él ya había hecho el Camino Francés unas quince veces!!!! Y que recorría los 800 Kms. desde Roncesvalle en unos 14 días!!!! Cuando me llegó el turno, me atendió el vicepresidente de la asociación, Pedro Romero, de 75 años, quien había estado "poniendo la antena" en nuestra conversación. Por "lo bajini" me hizo señas de que no hiciera caso. Que aquel era un fanfarrón, y que era imposible hacer el Camino en 14 días... si lo sabría él... que no había conseguido nunca bajar de 17 días!!!!


Me quedé a cuadros y con los pies colgando de la silla. A punto estuve de abandonar de nuevo, pero recordé los consejos obtenidos de la guía y de los libros. Y fui repitiéndome mentalmente, cada uno a su ritmo. Es una peregrinación, no una competición deportiva. Alberto, tu a tu bola.... pero aun así, quería morirme de puro ridículo. Finalmente salí de allí con la que había ido a buscar, y con varias papeletas de lotería de Navidad, una camiseta de la Asociación, un par de pins, y no sé que otras cosas más. Solo faltaban un par de semanas para la partida y las mariposas del estomago habían criado.

Años mas tarde, ya siendo socio y conociendo a todos los directivos, y habiendo realizado etapas del Camino del Sureste en las que también venía Pedro Romero, supe y pude comprobar que no era exagerado, ni fanfarronadas, lo de los 17 días. Llamado cariñosamente por todos "El Andarín", podía meterse en un solo día etapas de mas de 50 Kms. si las circunstancias lo requerían. Especialmente emotivo es su diario del Camino del Sureste, que puede leerse en la pagina web de la asociación. 1.142 Kms. sin apenas infraestructuras en cuanto a albergues u hostales por una ruta en la que nadie sabe que un Camino a Santiago pasa por delante de su casa o atraviesa su pueblo.

Desgraciadamente cuando escribo estas lineas, Pedro ya con 78 años, tiene dificultades para andar largas distancias, ya que una de sus rodillas no le asiste como el quisiera. De todas formas sigue en la brecha, y jura que no quiere morirse sin reponer el bordón a la figura de Santiago que existe en la fachada de la Basilica de Santa María de Alicante, kilómetro cero del Camino del Sureste, a pesar de los informes en contra de los técnicos de Patrimonio. Seguro que lo conseguirá.... no saben esos técnicos con quien se la juegan !!!!


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