jueves, 18 de septiembre de 2008

Ahora si, se acabó lo bueno

Mi primer día de trabajo, después de las vacaciones. Ahora sí que puedo decir que se acabó lo bueno y toca volver a la rutina. Ayer miércoles me encontré con un día mas de asueto que no estaba en el programa, y eso me sirvió para descargar las fotos de los días en el Camino. Un par de las mejores no han salido. Estaban tomadas en la subida al Cebreiro. La cámara debía estar mas "afonada" que yo en la subida... y es que una etapa de 29 Kms, con un final en aquellas cuestas me resultó demasiado fuerte. Pero las fechas mandaban y era lo que había.
Decir que me lo he pasado bien, es quedarme corto. He disfrutado como un enano. Y hoy viene el bajón.
A riesgo de que alguno diga que estoy obsesionado con el Camino, hoy me entran ganas de dejarlo todo y volverme para allá. Pero el BBVA y la hipoteca del piso no me dejan... que si no...¡
Luego en Santiago, con María Dolores, ha sido genial, y aunque fueron apenas dos días, hemos aprovechado el tiempo al máximo y recorrido por sus calles algo así como un par de etapas. Finalmente no hicimos la última etapa entre Pedrouzo y Santiago que teníamos proyectada, preferimos quedarnos durmiendo en el hotel... estábamos cansados de tanto andar y a mi por la noche aún me pesaba la mariscada del Mesón Santiaguiño que me habían aconsejado Tere y Daniel, local que descubrieron una semana antes.
El viaje de vuelta resultó mucho mas tranquilo que como se preveía, pues no hubo Spanair hasta Barcelona, ya que un retraso de ese vuelo hizo que nos cambiaran los billetes por otro hasta Madrid en Iberia. Lo mas gracioso fue en el momento del embarque. De los dos embarques, pues cuando íbamos a tomar el de Barcelona, detectaron una piedra que yo acarreaba desde antes de Astorga con unas inscripciones en japonés. En lugar de tirarla o dejarla en la Cruz de Ferro, decidí traérmela hasta Alicante. Había que ver la cara del Guardia Civil cuando me pidió que la sacara de la mochila. Debió pensar que soy gilipollas, y no le faltaría razón, por viajar con un pedrusco de casi medio kilo y pretender meterlo en un avión. Pero cuando razonó que aquello era un recuerdo, pues él mismo se quedó curioso por el galimatías de la escritura nipona, se apiadó de mi y me permitió quedarmela.
Cuando por megafonía nos llamaron para cambiarnos los billetes, hubimos de salir y volver a facturación, para una vez subsanado el entuerto y con los nuevos billetes, volver a embarcar y volver a pasar por el control, pensando que de nuevo la piedra daría problemas. Pero esta vez no vieron la piedra, pero sí un abrecartas de plata que MD había comprado y llevaba en su mochila. De nuevo un picoleto salió y tras comprobar una y mil veces lo puntiagudo del objeto, nos dejó pasar dándonos por imposibles. Es lo bueno de tener cara de gilipollas... que te dejan en paz en la mayoría de los sitios. "Anden, anden, ... pasen. Desde luego que hay cada elemento por el mundo..." Y nosotros pasamos... No quisimos secuestrar el avión y desviarlo hasta algún país de Oriente Medio, porque estábamos cansadísimos y queríamos llegar cuanto antes a casa... que si no... salimos en Tele 5 y en la Agencia Efe, con foto y todo.
Mas tarde vino la aventura de la T4 en Madrid. Eso sí es una odisea, con ese pedazo de aeropuerto que pareciera que se empeñan en que todo el que desembarca allí debe preparar los 50 Kms marcha apara las olimpiadas... !! Y ese sistema de numeración de puertas que cuando vas por la "J" y debes embarcar en la "K" tienes que hacer noche en el primer banco que encuentras. Con lo sencillisimas, pero tan eficaces, que son las flechas amarillas del Camino, que nunca te pierdes... !! Estudiando una pila de años Ingeniería y Arquitectura para eso... ¡¡
Pero bueno, todo esto lo iré contando cuando llegue el momento en el blog. Eso y la cantidad de gentes estupendas que he conocido, los lugares por los que he pasado, las cosas que he visto, todo lo que me he comido, y la cantidad de autobuses que tuve que tomar para ir del Cebreiro hasta Santiago.
Como dije antes, hoy de bajón. Creo que fue Tere, o tal vez Berín, que me mandaron un mensaje diciéndome que "todo lo bueno se acaba, pero el camino siempre estará ahí para volver".
Es cierto. Siempre estará ahí, eso es seguro, pero hoy no dejo de pensar con verdadero desespero, que quedan mas de 360 días para ello, y a la alegría de recordar estos días pasados recientemente se me une cierta melancolía que no puedo quitarme de encima. Pero a partir de mañana me pongo de nuevo a contar aquí mis cosas y se me pasa todo en un periquete.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Celebrar la vuelta del peregrino (aún a su pesar), y esperamos ansiosos sus relatos, tan amenos y pormenorizados que muchas veces me creo que los vivo. Besos y queda pendiente esa salidita para charlar tet a tet

Anónimo dijo...

Ay! angelico, angelico, que se le ha acabado el Camino al niño. Bueno pues sí, se acabó y ahora a las obligaciones, que son contarnos a los demás sus andanzas y espero que no le falte ni un ápice de sarcasmo, hombre ya! que si escribes un blog tienes que ser consecuente con tus lectores y no puede uno largarse y hacer lo que le de la gana, mientras los demás estamos esperando novedades. O prefieres que hagamos blogzaping.

Anónimo dijo...

Bienvenido caminador ,que bien que te lo debes haber pasado con nuevas experiencias y visicitudes varias , que ,se yo , que nos contaras.
Te hemos añorado , todos hasta los que solo leen y no escriben y esperamos con ansiedad la cosecha de tus narraciones.Bienvenido caminante.

Anónimo dijo...

no era anonimo , era mio , pero no me ha salido lo del ID ,que estoy haciendo una prueba