Continuación hacia Manjarin

De nuevo en el Camino, y ahí estaba yo con mis fotos de vacas, cuando vi a lo lejos que Esperanza y Javier se ponían en marcha cansados de esperarme. De nuevo con mi particular valentía rodee el prado en un kilométrico giro, evitando molestar al ganado, recuperé mi mochila y los fui siguiendo por el sendero a cierta distancia.
La etapa de aquel día, entre Rabanal y Ponferrada constaba de mas de 32 Kms. De los cuales los primeros siete, ya realizados hasta el humilladero de Cruz de Ferro, eran de exigente subida siendo los restantes 25 de pronunciada y agresiva bajada. A mi particularmente, no me preocupaba la bajada. Mi problema han sido siempre las subidas, y aquello ya estaba finiquitado, por lo que me las prometía felices y caminaba alegre y contento, contemplando el paisaje entre montañas, lleno de bellísima vegetación y por parajes espectaculares, en plena naturaleza de finales de verano.

Nada mas empezar a andar comprobé como, efectivamente, se notaba que íbamos bajando progresivamente por suaves pendientes, mezcladas con alguna pequeña rampa a modo de tobogán. ! Esto está "chupao" ¡

Estábamos entrando en el Bierzo, o mas concretamente transitando por los montes que son la divisoria entre la vertiente del Duero y las del Miño-Sil, y entre esos montes destacaba majestuoso el Teleno, montaña mítica leonesa protagonista de innumerables leyendas.

3 Kms. después, en lo que había sido un agradable paseo, alcanzábamos Manjarin y sus 3 habitantes censados. Si Foncebadón ofrecía un aspecto ruinoso, en este pueblo no quedaban ya ni las ruinas. Solo dos o tres casitas "teitadas", posiblemente la mitad deshabitadas, hacían difícil imaginar que siglos atrás había sido población prospera al amparo de su Hospital de peregrinos.

Llegamos a su albergue de peregrinos con uno de los hospitaleros mas controvertidos de todo el Francés, sin querer menospreciar al "Jato" de Villafranca del Bierzo ni a algún otro.

Tomas el templario, que así se llama el hombre, permanece desde hace mas de 15 años con su establecimiento abierto durante todo el año, incluido los rigurosos y nevados invierno para dar cobijo y algo de calor a cualquier peregrino que ose desafiar los caminos en esas duras épocas del año. Albergue con 20 plazas, no dispone ni de duchas ni de wc, aunque nosotros pudimos comprobar que recientemente había instalado al otro lado de la pequeña carretera un water portatil, de los de obras, que desaguaba a un barranco. Sin embargo, en medio del mercadillo con todo tipo de objetos, souvenirs, pins, postales, fotos y libros que tiene montado a la entrada del albergue, se encontraba un ayudante de Tomas enfrascado con un ordenador, chateando por internet. Y es que esto de la globalización no hay ya Dios que lo pare... puedes no disponer de cagadero... ! pero el ordenador que no falte, eh ¡ ¿Que diría de esto el Apóstol? ¿Se revolvería en su tumba o no ?

Todo en el albergue "olía" a templarios. Banderas, Taus y cruces patadas por doquier, símbolos de la Orden en las mesas y como colofón, el mismo Tomas vestido con su algo mugriento uniforme oficial de templario como se puede apreciar en la foto.

Para unos... un freakie resabiado. Para otros un tipo que vive su sueño, que ha hecho de la hospitalidad en el Camino su modo de vida y la disfruta, ajeno y despreocupado a comentarios maledicentes. Para mi, que pude charlar unos momentos con él, un loco simpático muy preocupado por el devenir de "Su Camino a Santiago" y todo lo que lo rodea, atento a los problemas que pueden surgir de las masificaciones de viajeros, a temas estructurales y de orden laboral de los hospitaleros, algunas criticas, la mayoría constructivas, a las Asociaciones Jacobeas, y siempre hablando con devoción del espíritu de su Santiago Apóstol.

Puede que su imagen sea un tanto estrafalaria, fuera de lugar, mas propia de un folclorismo trasnochado pero no cabe duda que, imagen aparte, hacen falta muchos tipos con la misma dedicación y entusiasmo para con los peregrinos, cuidando de su hospedaje y descanso.

Solo faltaría que cuidara también de su aseo y consiguiera instalarles unas duchas.