viernes, 15 de mayo de 2009

Albergue Monte Irago

Allí estaba yo, mordiéndome las uñas por no haber podido disfrutar de la Taberna de Gaia al estar cerrado por vacaciones, cuando me llego una especie de música celestial, de cantos gregorianos y tal... ! Joder, con Foncebadón... esto es un pozo de sorpresas ¡ Volví a moverme entre la niebla y de pronto apareció un imponente edificio de piedra y sillares. Por lo visto las rehabilitaciones y la propia vida regresaban a la aldea por su parte sur. Y de aquel bonito edificio era de donde provenía la música. Al acercarme observé que era un albergue promovido por una Asociación alemana y debían despertar a sus peregrinos con aquella esplendida música... muy diferente al de Rabanal donde te despertaban insolidarios ciclistas y estúpidas brasileñas...
Pero las ganas de un desayuno caliente y localizar a mis compañeros me hicieron volver hasta la infausta calle Real, para toparme al mismo tiempo con mis dos vascos y con el albergue del Monte Irago. ¿Donde realizo sus "deposiciones" nuestra amiga Esperanza....? lo dejaremos estar, para darle cierto misterio a esto... ¿no os parece?
El albergue, afortunadamente, estaba abierto, y allí que nos metimos. Comprobamos que sus dos hospitaleros, una pareja de jóvenes hippies, de aspecto antisistema, con sus rastas, sus piercing y apunto de soltarnos aquello de "Paz y Amor, hermanos..." tenían montado allí un bonito tinglado. Aquello se parecía bastante a la casita de Blancanieves, todo de madera, escaleras, pasamanos, mostrador, aparador... una decoración con infinidad de pequeños y curiosos objetos y varios tablones de anuncios en la que infinidad de iluminados dejaban sus notas, poemas y mensajes de amor y concordia....
Pero lo que mas nos motivó fue un pequeño autoservicio con varias cajas de fruta fresca, chucherías, snaks, bebidas, etc... y una cocinita de la que nos ofrecieron servirnos un desayuno completo. Nuestro amigo, el Vecino de Abajo, hubiera dicho que estos dos pareciera que, en lugar de bebidas isotónicas debían "fliparlo" con pastillitas de colores... pero aún así aceptamos el reto. Tomamos asiento en unas largas mesas de madera donde, en cuenquecillos de barro, había mantequilla y varios tipos de mermeladas y enseguida la chica nos trajo una panera con varias rodajas de pan casero tostado y unos enormes cuencos de café con leche. Aquello fue un festín inesperado. Nada lo hacía presagiar minutos antes, cuando habíamos entrado en el pueblo, y disfrutamos de nuestro segundo desayuno como los enanitos cuando regresaban de la mina. Aijo, Aijo....
(Mañana sabado, nueva etapa del Sureste... pero dejo programado un pequeño homenaje a MªCarmen y a Luis Angel)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Queria decir a los peregrinos que necesitan una opinion veraz, que este albergue no ofrece confianza, pues los productos naturales que te ofrecen (pagando claro) no es seguro que cumplan con la normativa de sanidad. Ademas no es simpatía ni hospitalidad lo que ofrecen, sino que todo se resume en negocio y dinero. El dueño tiene varias denuncias puestas.

Anónimo dijo...

Yo estuve muy bien en este albergue en invierno, junto al fuego y sus interesantes habitantes "permanentes".

Por cierto, como no encuentro nada en la red, comento que en este y muchos otros albergues hay PCs que funcionan con monedas que permiten que los peregrinos se conecten a internet. Suelen tener un precio algo elevado (20 minutos por euro). El software de kiosco suele ser de la empresa Fabergames y el mantenimiento lo suele llevar Ciber-Red. Aunque en este albergue yo lo usaría lo menos posible y me dedicaría a aprender y disfrutar de su especial atmósfera ...