Yo no lo necesitaría, ya que para eso tengo ya a mi jefe, que con solo una semana al año, tal vez diez días mal contados de vacaciones, hace que no llegues siquiera a creerte que estas ocioso cuando ya toca volver a la oficina. Así que no sufro el temido trauma post vacacional que tantos estragos hace entre la población laboral.
Otros que deben andar traumatizados son los pamplonicas, que anoche entonaron el "pobre de mi" tras toda una semana de encierros y desenfrenos. Como cada año, y van casi treinta, he cumplido fielmente con la tradición de desayunar ante el televisor viendo los encierros. Antes, supongo que hace 30 años, cuando tenia veinte, ansiaba poder viajar a Pamplona durante los Sanfermines e incluso soñaba con la oportunidad de echar carreras delante de algún toro. El tiempo va atemperando caracteres y, hoy con 50 cumplidos no me acercaría ni a las barreras. Vamos, que por no correr, yo no corro ya ni para coger el autobús... suelo esperar hasta que pase otro. Es demencial los golpes, empujones, agarrones, caídas, revolcones, que se dan los corredores. En algunos casos son bestiales las carreras de algunos mozos. En otros, es de juzgado de guardia que cualquier guiri indocumentado pueda participar en ese tipo de festejos. Muchos, varios cada día, es como una vuelta a nacer para algunas de estas personas, que están a escasos centímetros, cuando no milímetros, de caer empitonados por esos animales de quinientos kilos lanzados a una desenfrenada carrera. Espectacularidad es la palabra que mejor define esas imagenes de televisión que cada año ofrece mas y mas vistas de los populares encierros. Peligro y miedo es la palabra que mejor define a estos encierros.
A mis 50 años me conformo con haber realizado un par de veces el recorrido del encierro, andando y en el mes de septiembre, cuando era muy improbable que me pudiera pillar ningún toro de Miura o Cebada... a lo sumo el camión de la basura, ya que la primera vez lo hice a las seis de la mañana, recién bajado del autobús camino de Roncesvalles. De valientes, está el cementerio lleno. Con lo que mi afición por verlos.... desde mi sofá, sigue intacta. Y mi simpatía por aquella ciudad también, a la que espero regresar en alguna otra ocasión en cuanto pueda.
Y desde el pasado fin de semana se ha puesto en marcha una año mas la maquinaria. Ya me encuentro en plena fase de preparación de mi próximo tramo del Camino Francés. Para empezar, a mis caminatas diarias les voy dando mas longitud y un ritmo mas fuerte si cabe. El sábado pasado andé en poco mas de 3 horas, ida y vuelta, los 14 kilómetros entre mi casa y San Vicente del Raspeig... y con cerca de 30 grados de temperatura. Progresivamente las distancias irán aumentando, para los dos últimos fines de semana y ya con la mochila preparada con lo que habré de llevar en el viaje, llegar a los 25 o 28 Kms. Estos días ando enfrascado en llamadas telefónicas a las estaciones de autobuses y trenes de Sarria y Lugo; en búsqueda de vuelos y billetes de tren para los viajes de ida y vuelta, hasta León, y desde Santiago; en repasar las etapas que me llevaran desde León hasta O'Cebreiro, completando así la totalidad del Francés en 5 años y por tramos; en buscar e imprimir todo lo que encuentro sobre las ciudades y pueblos por los que pasaré en Septiembre... y en general en preparar la intendencia de la pequeña aventura. Durante los próximos dos meses he de reconocer que disfruto como un enano en un Kinder Garden, y al menos me entretengo en unos meses en que el aburrimiento es todavía mas notable y la tónica dominante en mi trabajo. Demasiada preparación para tan pocos días, pero así es la vida.
1 comentario:
¿Que? como en la mili, descontando días, eh, me alegra mucho, tu ilusión, nosotros aquí con el aspirante a veterinario, que sólo le han quedado 8 de 11, buen ranking, verdad, tenemos otro biólogo ya que es la que ha aprobado junto a inglés y doctrina social de la iglesia (esta debe ser una asignatura muy muy muy importante ya que tiene casi el doble de creditos que las demás), o sea que casi ha aprobado 4.
Coñas marineras aparte, espero que prepares muy bien tu aventura de septiembre, pero ahora ya podemos organizar una salida, espero que no se retrase mucho, ya que después de más de 15 días de idas y venidas a Valencia, (para suspender, claro está , pero con la moral muy alta y conseguir por lo menos estar en la bolsa de trabajo), podemos darnos el lujo de relajarnos, ¿nos llamamos?
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