Los treinta y tantos grados a la sombra que nos hacía a aquellas alturas de la mañana, eso para quien hubiera podido pillar algo de esa bendita sombra; y los seis o siete Kms hasta el Santuario que nos llevaron algo mas de una hora de polvo y sudores parecieron no afectar demasiado a MD. Aquella mañana de charleta continuada con mi hermana, tanto chismorreo sin cuartel, parecían haberla revitalizado y caminaba casi sin esfuerzo son solo refrescarse de vez en cuando echándose agua por la cara y por la nuca. ¿Que hubiera sido, si además de mi hermana nos hubieran acompañado Berin, Tere o Finita? ¿O incluso las tres juntas? No hubiera quedado títere con cabeza ni hombre sin al menos una tirita. Aquello sin embargo, pintaba bien. Estaba aguantando como el mas experimentado peregrino, y sin duda ese entrenamiento le estaba resultando esclarecedor en cuanto a su miedo por las grandes distancias, y muy bien físicamente para ir soltándose y encontrando los ritmos adecuados en cada circunstancia de la ruta. Se la veía alegre, incluso diría que el sol le había dado algo de color, un moreno por zonas, pero bronceado al fin y al cabo. Había resultado todo un éxito aquella pequeña escapada, y todo hacía presagiar lo mismo para aquella jornada en León.
La larga recta de la "ruta verde" finalizó, y a solo un kilómetro del final, fueron apareciendo, primero una finca donde corrían y pastaban uno caballos, lo que fue una grata y curiosa novedad; luego chalets y casas de campo, de cuyos jardines sobresalían frondosos árboles que nos daban algo de sombra, y de sus vallas algunas flores realmente curiosas y originales; y por último, a lo lejos el campanario de la iglesia de Las Virtudes, lo que nos fue animando y relajando. Los últimos metros fueron una verdadera delicia para todos los sentidos: La vista por cuanto la flora era espectacular y variada; el oído porque infinidad de pajaros y chicharras tenían su propia fiesta en las copas de los arboles; del olfato, siento no poder escribir nada ya que debido a mi vicio por el tabaco, lo perdí hace años y no distinguiría ningún efluvio, incluso en el caso de que tuviera un cadáver de varios días delante y se me exigiera describir mis sensaciones... nada de nada. Y en cuanto al alma... ¿que decir del espíritu interior de un peregrino cuando la etapa esta casi acabada y se preciente el momento del reposo y la comida? Yo, suelo "vivir en mi; y tan alta vida espero... para después de la ducha y la comida, que muero porque no llego...".
De la vida espiritual de MªDolores y de mi hermana, poco puedo escribir... pero sí del estado de sus pies. Ya que junto a la fachada de Las Virtudes, reclamaron mi presencia tras 16 Kms. de practicamente no hacerme ni puñetero caso ni contar para nada conmigo, y de la mochila que acarreaba a mi espalda toda la mañana, sacaron sus chanclas de playa que cambiaron por su botas y deportivas, y se quedaron realmente en la gloria con sus diez deditos de los pies al aire, al fresco y apuntando todos hacia arriba como si buscaran el aire para respirar. ! Menudo cuadro ¡
Fotos de grupo, fotos de cara y de perfil, fotos de la fachada, del pozo en el claustro, de la fuente y del Cruceiro de la entrada, del altar de la iglesia, de los dedos de los pies de MD y de todo bicho que se moviera. Y de pronto a toque de silbato, todos corriendo hacia la enorme pinada, bajo los gigantescos árboles que junto al santuario existían, y que disponía de mesas y bancos para barbacoas y comidas de excursionistas y peregrinos de Las Virtudes, y donde de nuevo los voluntarios de la Cruz Roja, habían preparado una espléndida comida a base de grandes cocas, de diferentes clases, todo tipo de aperitivos y lo mejor de todo, de nuevo botes de bebidas frescas que sacaron de la ambulancia, y de donde por cierto salieron descansadas y habiendo hecho trampas, las dos hijas de Carmen Herrero.
Ocupamos un lugar en aquellas mesas y dimos cuenta de aquella comida tan oportuna de los organizadores de la excursión, mirando de vez en cuando hacia las copas de los altos pinos tratando de ver a las ardillas, que algunos juraban haber visto en otras ocasiones y que llegaban a bajar en gran numero, buscando la comida que los visitantes les daban casi de la mano. Pero aquel caluroso día de estío, las ardillas pasaron olimpicamente de nosotros, y o bien ya habían comido o, como yo pensaba, llegado el mes de Junio, el calor y el verano, las ardillas marchaban y veraneaban en Torrevieja como toca y hace todo el mundo. ¿O no...?
Tras la agradable comida, un café en uno de los chiringuitos de la pinada, una meadita en sus aseos... prosaico, pero no todo va a ser poesía, flores y animalillos pintorescos, e incluso un helado como postre fue pasando el tiempo y llegó la hora de tomar el autobús para el regreso a Alicante, tras un día extraordinario y magnifico, lleno de experiencias nuevas, a pesar de que el excesivo calor pudiera hacer pensar lo contrario.
Y con eso, sí que llegaban a su fin las etapas del año 2007 por el Camino del Sureste, y empezaba la preparación del siguiente tramo del Camino Francés, que en los próximos días intentaré relatar lo mejor que sepa y pueda.
Hoy 25 de Julio, festividad de Santiago Apostol, fiesta grande en Galicia y otras Comunidades, es ocasión propicia para felicitar a todos los Santiagos, Jaimes, Jacks y Jacquelines del mundo. También me pasaré por el blog de la amiga Nereida pues es su cumpleaños, y de paso felicitaré, ¿por qué no? a todos los peregrinos del Camino y a todos los miembros de las diferentes asociaciones de amigos del Camino de Santiago, y en especial a la mía, la de Alicante.
viernes, 25 de julio de 2008
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