sábado, 13 de diciembre de 2008

PADRE RICO, PADRE POBRE

De Santillana ediciones Generales, con 273 paginas cuyos autores son Robert T. Kiyosaki, inversor millonario y "maestro de millonarios"; y Sharon L. Lechter, amiga del anterior y cuya única finalidad en libro parece ser la de mera recopiladora de apuntes, mecanógrafa y contadora de las lecciones del primero.
Se trata este de un libro de auto-ayuda. Uno de los miles que deben haberse escrito. La novedad de este consiste en que, a pesar de las mil perogrulladas que suelen llenar las paginas de este genero, perogrolludas repetidas una y otra vez, en este en concreto se empieza con una afirmación que es, a poco que uno piense, una gran verdad: "Que asistimos a la escuela o a la universidad para aprender una profesión con la finalidad de trabajar duro para ganar dinero. Pero allí nunca se enseña a hacer que el dinero trabaje para nosotros".
Para solventar esta carencia en nuestra educación, este gurú de las finanzas y las inversiones, que subtitula el libro como: "Lo que los ricos enseñan a sus hijos acerca del dinero; !!! Y la clase media no ¡¡¡ propone un autentico lavado de cerebro, o visto de otra manera, a la manera suya y se supone que de todos los ricos, propone cambiar unos conceptos firmemente anclados en nuestras mentalidades y las de nuestros educadores y mayores.
Contado de manera autobiográfica, nos encontramos con un niño, el propio autor, un norteamericano de ascendencia japonesa, quien además de su padre natural (el pobre) un profesor universitario de gran formación pero sin habilidades financieras que, como la mayoría de nosotros vivía de su sueldo y casi siempre tenía dificultades para acabar su mes. Y por otra parte, su "otro padre" (el rico) un pequeño empresario, padre de su mejor amigo, que fue instruyendo en una particular filosofía financiera a los dos muchachos a medida que sus propias empresas comenzaban poco a poco a despuntar.
De ahí el tirulo del libro, y entre medias, infinidad de conceptos que si no totalmente nuevos, sí difíciles de asimilar por un no iniciado en materias financieras e inversoras. De esta manera, y solo 6 lecciones y 10 pasos o consejos mas a seguir, da a cualquiera que se atreva con ellos las claves que hacen de los ricos los que son. Esto es: ricos.
No dudo que los libros de auto-ayuda sirvan a mucha gente. Pero a mi particularmente nunca me sirvieron mas que para encarar, con cierto optimismo, las siguientes dos semanas de mi vida. Pasado ese tiempo volví siempre a la normalidad y olvidé perogrulladas, citas de ilustres prohombres y consejos para, por ejemplo: "Como superar las dificultades y tener éxito en la vida", "Como ser feliz y no morir en el intento" o "Dejar de fumar es fácil, si sabes como".
Por cierto que con este ultimo libro, del que debo reconocer que no pasé nunca mas allá de la pagina 66, cosa que sabe todo aquel que me conoce, convive conmigo o me frecuenta y me ve siempre con un cigarrillo en la boca, es de los libros de auto-ayuda que menos me impactó y que me hicieron mirar este genero con algo mas que escepticismos, al conocer la noticia de la muerte de su autor Allen Carr, fumador compulsivo de 4 paquetes diarios de Malboro, que sin duda debió enriquecerse mucho mas de los que ya era con las ventas supermillonarias en ejemplares, pero que murió hace solo unos años sin haber dejado el mismo de fumar ni por un momento.
Y es que, como todo en la vida, una sola cosa es importante: QUERER.
Si uno no quiere dejar de fumar... ni cien mil libros, incluso escritos con toda la sinceridad y honradez del mundo, pueden cambiarte. Si la decidía, la arrogancia, malos hábitos o simplemente costumbres ancestrales de tus mayores, te impiden, no te inclinan hacia el cambio brusco en tu manera de vida... ni San Pedro bendito que baje a darte lecciones cambian de un plumazo a las personas. Y otro punto a tener muy en cuenta... lo que le fue bien a un multimillonario japones afincado en Hawai en los años 50, no necesariamente te ha de funcionar a ti.
Principalmente lo que ofrece este libro es "doctorarse" en lo que ultimamente se denomina, y con muy mala prensa por cierto, ESPECULACIÓN. Lecciones, ya sea con temas inmobiliarios, del mercado de valores o ahorros legales en pagos de impuestos.
No engaña a nadie, pues es lo que hacen diariamente los verdaderamente ricos e incluso muchos de ellos de manera totalmente legal, lo que suele ser una novedad.

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