Blogs, blogs, blogs

MªCarmen, de El Escorial, me manda unas fotos suyas junto a su hija tomadas en Córdoba, su tierra. Ya sé que esta foto no viene al caso pero... me apetecía tener un detalle con ellas... y ya está.

Leo un comentario de Ángel (¿A que todavía no os habéis pasado por su blog? Pues vosotros os lo perdéis) y el hombre me apunta las enormes posibilidades de montar un blog en que la pestilente lubina de Rafa, nuestro Vecino de Abajo, nos hablara y contara sus cuitas existencialista, a semejanza de Xoco, su turco andaluz.

!! No me busquéis... no me busquéis...¡¡ Que yo me conozco... y ya estoy barruntándome como enfocar el asunto.

El problema sería para mi querido jefe... yo, aquí manteniendo hasta 3 blogs diferentes... ¿redundaría eso en una bajada de mi efectividad laboral?

Pero abro el frigorífico en casa, e inmediatamente me asalta un fétido olor... Se trata de un yogourt pasadísimo de fecha que inicia el solito una nueva fase de fermentación (fase terminal)... ¿Y digo yo... por qué en vez de lubina, no hacemos hablar al Danone... igual de infecto?

Un infinito mundo de posibilidades se abre de pronto ante mi... cuantas buenas conversaciones sobre bifidus activos; fluido tracto intestinal; rencillas con los Actimeles, Petit Suisse y natillas de chocolate; de tantas cosas que podría contar de aquel tiempo, observador de las conductas humanas vividas desde su atalaya de refrigerados lacteos de la gran superficie. Cuantas cosas se podrían sacar también de allí. Daría para muchos meses de discusiones y entrevistas.

¿Por cierto... sabe alguien si, a los meses de su fecha de caducidad, los danoninos viejos, se crean, se destruyen o se transforman?

Todo ello me lleva a una nueva cuestión ¿Por qué a mucha gente le cuesta abrir un sencillo blog y relatarnos sus cosillas en él? ¿Por qué, aún teniendo uno abierto, se los deja languidecer sin darles el adecuado uso para el que fueron creados?

La falta de imaginación del personal me desconcierta. Menos mal que tanto Ángel con su perro, como Lorena con su "ex-rana" y tantos otros, van marcando la senda, enseñándonos "el como" transmitir ideas, pensamientos, vivencias... incluso recetas de cocina... ¿y por qué no?... con lubinas en descomposición y yogures de macedonia caducados, también se puede entrener a las amistades y fomentar el contacto con nuestros semejantes. Solo basta un tema y cualquier cosa sirve.

Yo, sin ir mas lejos. Aburriendo a la peña cada día con estúpidas caminatas jacobeas. Algo que deberé hacerme ver por el medico, una vez se le pase el cabreo por mis índices de glucemia.

Y para terminar, antes de que se me olvide. El próximo sábado nueva excursión por el Camino del Sureste. Esta vez toca Yecla-Montealegre del Castillo (sí, ya lo sé... ni está en el monte, ni es alegre, ni tiene castillo).

28 kilómetros de "nada" entre las provincias de Murcia y Albacete para, al llegar al destino, inaugurar un nuevo albergue de peregrinos que el Ayuntamiento de esa localidad manchega ha abierto recientemente. El lunes tendremos la cumplida (o aburrida) crónica de la aventura y de como se desarrolla la comida a la que estamos invitados por la Corporación Municipal tras los discursos y fotos oficiales del evento.

No me fío yo de los consejales de ayuntamientos y sus ideas de los convites propios (cuando son ellos los convidados la cosa cambia... y esperan que se les ofrezcan gambas rojas y pata negra de calidad acorde con su rango y cargo)

¿A que nos quedamos con dos palmos de narices... y unas simples olivitas y unas patatas fritas de bolsa? ¿A que sí?

El lunes el cumplido desenlace de tan excitante cuestión.