martes, 7 de octubre de 2008

MD llega a Mansilla

MªDolores me llamó ya desde el taxi, camino de Mansilla. El tren había llegado a León a su hora y sin mas dilación acudía al lugar de reunión. Apenas veinte minutos después llegaba al hostal Las Delicias con una de sus mas espectaculares sonrisas que yo le recordaba. Los vascos y yo le dimos nuestra mejor bienvenida, y con buen criterio, tras los saludos de rigor, el matrimonio hizo mutis por el foro dejándole tiempo para asearse y descansar un rato, quedando en volver a vernos con ocasión de la cena.
Una vez en la habitación besé y medio estrujé a mi parienta, sabiendo que aquel momento era la consecución de un sueño que albergaba desde hacía tiempo, y que por fin la tenía conmigo haciendo, aunque solo fuera una, y de las mas cortas, el Camino de Santiago. Pero así, abrazándola, por el rabillo del ojo vi que el entierro de la mosca asesinada estaba en pleno apogeo y no menos de veinte moscas revoloteaban a sus anchas por la habitación, buscando a la viuda para darle el pésame. MD le restó importancia en aquel momento. Otro cosa sería a la hora de acostarnos...
Duchita rápida, cambio de ropas y enseguida a la calle para hacer una somera visita al pueblo. Primero a un par de iglesias donde, en una de ellas, una señora muy habladora nos dio una autentica disertación sobre las obras de arte que contenía la parroquia y sobre los Pasos de Semana Santa que procesionaban en el pueblo. Paseo por varias calles de la localidad hasta el puente sobre el Río Esla, que corría con mucha agua formando una pequeña isleta llena de chopos y maleza. Desde el puente se tenía una bonita vista de Mansilla de las Mulas al atardecer, con los restos de la antigua muralla y las torres-campanarios de sus iglesias. Una rápida ojeada al inicio del sendero que deberíamos andar a la mañana siguiente y una foto a un inscripción en un muro con la típica "Ultreia et suseia" de sentido animo al peregrino, para regresar hasta el albergue y enseñar a MªDolores donde dormían los caminantes, donde pasaban la tarde con sus tertulias y, un fallo garrafal a tenor de la cara de disgusto que puso, donde se duchaban también.
Aquello no era del agrado de la nueva peregrina. Ducharse en aquellas condiciones y con multitud de gente extraña... Este era uno de los puntos negros en la posibilidad de que algún día hiciera algo mas que una etapa... Eso, y el objeto de mis mejores bromas al respecto... que no había peluquerias en la ruta.
En el patio del albergue le fui presentando a algunos compañeros de fatigas, entre ellos y muy especialmente a Marco el brasileño y a Walter el americano, que con sus gestos comedidos y ceremoniosos, a punto estuvo de besarle la mano. Aquel simple gesto, aquel detalle, hizo olvidar a MD las oscuras duchas y aseos del lugar.
Para la cena, ya de nuevo con Javier y Esperanza, elegimos un pequeño restaurante junto al albergue que ofrecía muy variados menús de peregrino. Ambas parejas nos pusimos al día en cuanto a nuestras respectivas familias, conversación en la que Alvarito fue el tema principal ya que el chaval había caído especialmente bien a los donostiaras con ocasión de su visita a Alicante el año anterior, y al que miman enviándole al menos una vez al año algún paquete postal con infinidad de pequeños gadgets, bolígrafos, libretitas que recoge Esperanza en su trabajo del Hospital o camisetas que directamente le compra cuando viaja a Chicago o Nueva York para ver a la hija que tiene trabajando allí.
Tras la larga tertulia que siguió a la cena, nos fuimos despidiendo y quedando para las 7,30 de la mañana hora en que nos habían dicho que abría el bar para los desayunos. Entramos en la habitación y la siguiente media hora la dedicamos a espantar moscas, a espachurrar a una cuantas y finalmente conseguir arrinconar a los dos ultimas en el cuarto de baño cerrando la puerta a la carrera. El ejercicio que nos supuso disolver la manifestación de duelo de aquellos asquerosos e impertinentes insectos nos dejó baldados, con lo que nos acostamos viendo el partido de España en el Eurobasket de Madrid 2007, en la que los Gasol y compañía dieron un pequeño repaso a la otrora poderosa Rusia... unos días después, y precisamente en la Final, los rusos nos dieron el disgusto padre ganándonos y relegándonos a un segundo puesto, cuando todas las apuestas indicaban lo contrario. No pudo ser.
Cerca de las 11 de la noche eran cuando apagábamos las luces, para darnos cuenta de inmediato que nos habíamos dejado una mosca sin espantar. Nuevo safari, nuevos lanzamientos de calcetines y camisetas hasta acabar con ella, y esta vez si, conseguir el reparador sueño y tomar fuerzas para la etapa del día siguiente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Siempre vigilando tu excelso estilo , me permito en tono puñetero y jocoso , decirte que saludes con todas las letras ,no te las comas por mucha hambre que acumules en el camino , lo cierto es que cuendo ves a M.D. , se te cae la baba........ gañan.
Saludos a todos los lectores de este extraordinario Blog , en especial a el vecino de abajo y Mari Carmen