En mi calidad de Costalero en Semana Santa, y acercándose su celebración, me veo ya inmerso en infinidad de actos y reuniones con el fin de ir perfilando la procesión.
En una de estas reuniones, una de Costaleros de mi Trono, el Cristo de la Caida, algunos de mis compañeros me propusieron la idea de elaborar un proyecto de viaje al Camino con ellos. La idea que pronto me surgió fue la de realizar el tramo comprendido entre Roncesvalles y Pamplona. Los motivos: Debería hacerse aprovechando un puente entre festivos. Deberían ser unas etapas lo suficientemente atractívas como para impactar a unos neófitos en el tema, con lo que los bosques y pueblos de Navarra cumplirían con creces este objetivo. Acabar en una capital como Pamplona, y poder visitarla con algo de tiempo añadía alicientes a la posible escapada. Por ser novatos y poco preparados, proyecté etapas cortas de apenas 15 Kms. cada día, o lo que es lo mismo, realizar en tres días un tramo que las quias señalan realizar en dos. De este modo cualquier persona puede realizar esta aventura sin cansarse apenas.
Salvo el viaje de Pamplona a Roncesvalles, que entraña algun problemilla logístico, sobre todo de tiempo, el trayecto en autobús Alicante-Pamplona, con su consiguiente regreso, es el mas rápido y directo. Y si se diera el caso de que alguno de ellos quedara enganchado a este maravilloso Camino, ya tendría hechas las dos primeras etapas del Camino Francés en España, y solo sería cuestión de que continuara mas adelante.
El puente elegido sería el del 1º de Mayo, con salida la vispera por la noche con el Billman Bus. El Camino en esa época de la primavera, aunque ya masificado, nos permitiría andar con previsible buen tiempo, aunque en el Pirineo eso nunca es una garantía. Aunque pensaba haber proyectado bien la pequeña aventura, tenía mis dudas ante la aceptación del viaje entre mis compañeros, aunque la idea, igualmente era de que el grupo no debería ser excesivamente numerosos, a lo sumo cuatro o cinco personas.
Pero lo que realmente me alegró mas fue que, en la reunión celebrada anoche mismo, varios compañeros se apuntaron de inmediato. Gente que yo no imaginaba a priori que pudiera interesar este tipo de viaje.
Desde luego se trata de una excelente oportunidad de conocer El Camino, y palpar el ambiente que se vive en él, no solo a nivel de paisajes, arte y demas, sino de conocer peregrinos en plena Ruta, pues la idea es pernoctar al menos una noche en un albergue. Una oportunidad de conocer qué es eso del Camino a Santiago en primera persona, con unos recorridos cortitos y llevaderos y en muy pocos días de marchas.
Por tanto, ahí me teneis... de nuevo embarcado en otra aventura del Camino... por algo soy un peregrino ¿no? Seguirán noticias próximamente del desarrollo de este proyecto... y si alguno de mis lectores se anima y quiere apuntarse... será muy bien admitido y recibido.
miércoles, 20 de febrero de 2008
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