sábado, 3 de mayo de 2008

Un mundo sin fin



Ken Follett en 1.989, dando un cambio brusco de sus registros habituales, llevaba a sus lectores, acostumbrados a seguir sus apasionantes novelas de acción y suspense del que era un maestro, hasta el corazón de la Edad Media, en la que recreaba de manera magistral una época apasionante, dentro de la ficción histórica y cosechaba un éxito sin precedentes con una obra, hoy ya legendaria, que llevaba por titulo "Los pilares de la tierra".


Hacer la crónica del libro "Un mundo sin fin" lleva aparejado necesariamente el hacer referencia a aquel libro. Ya que estamos ante una continuación de la saga familiar, repleta de personajes entre los que destacaban el Prior Phillip, y sobre todo Tom Builder, y mas tarde su hijo Jack, que, a lo largo de sus 1.355 paginas, tantas venturas y desventuras vivían al mismo tiempo que se empeñaban, entre los años 1.123 a 1.174, en la construcción de una catedral en un pueblo de Inglaterra llamado por el autor, Kingsbridge. Medio siglo sorteando toda suerte de vicisitudes y problemas ante la ingente obra que se proponían hasta conseguir al fin levantar su soñada Iglesia.


"Un mundo sin fin" nos traslada 153 años en el tiempo, concretamente entre los años 1.327 a 1.361, y entre sus 1.179 paginas conocemos a algunos descendientes de aquellos primigenios personajes, tales como Merthin y Caris Wooler, entre muchos otros, que viven en aquel pueblo a la sombra de la ya famosa Catedral y su priorato.

De nuevo una saga épica marcada por el amor, la guerra, el odio, las venganzas... hasta la peste, para otra vez contar mas de lo mismo. Baste visitar en la red lugares de encuentro y opinión de lectores de ambos libros para darse cuenta de que los comentarios son dispares. Los incondicionales a ultranza, aplauden; pero un gran numero, entre los que deberé incluirme yo, argumentan cierta falta de originalidad en sus premisas iniciales, en el que solo ha cambiado algo la época, los nombres de los personajes, pero las intrigas, desgracias, superación de estas para encontrar nuevas dificultades pasadas unas pocas paginas,... todo eso continua exactamente como en el primer libro. Si acaso reseñar, que si bien en "Los pilares..." los personajes del clero eran bien vistos y soportaban, con esa resignación cristiana que se les supone, los embates del destino y la crueldad de la nobleza que gobernaba. En esta continuación, curiosamente clero es sinónimo de ignorancia y malas artes en pos de sus propios intereses particulares, y el pueblo está solo frente a religiosos y nobles.


Y sin embargo el libro, lo debo reconocer, a pesar de que mi critica inicial pudiera hacer pensar que es negativa, y tal y como sucediera con el primero, engancha desde su inicio y hace difícil dejarlo. Además y como siempre consigue Follet, se hace amena su lectura, con un lenguaje sencillo y muy asequible. Queda al final lamentablemente, esa sensación de "deja vue"... o mejor dicho, ya leído antes, que hubiera hecho de él una nueva obra de arte del escritor británico. Por tanto, y con los matices antes reseñados, una obra recomendable y que no aburrirá.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

disponible para descarga en PDF o en DOC ,este libro en mi sitio , soy rapido , he.

Anónimo dijo...

Después de leer LOS PILARES DE LA TIERRA, que me gustó bastante, leí EN EL BLANCO, de este señor también y es de lo peor que he leído en mi vida. UN MUNDO SIN FIN, me suena a que va a ser más de lo mismo, por que creo que lo bueno de este hombre está ya escrito, leí algunas cosas de él antas de LOS PILARES y me gustaron, pero ahora lo veo comercial y previsoble. Claro que cuando me desencanto con un escritor, no suelo leerlo más y sí lo hago, llevo una predisposición negativa, me pasó antes con Vazquéz Figueroa, cuando empecé a leerlo era un chaval, pero con el tiempo ví que era más repetido que las novelas de pistoleros de Marcial la Fuente Estefanía. Otra gente que tampoco leo, es la que no me cae bien, como Cela o Umbral o Dragó.
Pienso que la literatura es demasiado universal y extensa, para perder el tiempo leyendo a gente hacia la que tengo una predisposición negativa, lo que va a condicinar mi criterio y lo que es peor, las dos o tres semanas que se me puede llevar leerlo.
Puede que el problema sea mío, pero prefiero ver otras cosas, que hay mucho bueno y yo tengo poco tiempo para leer.